El parón de la flota pesquera por la subida del precio de los carburantes y la huelga de los transportistas ya se deja notar en los mercados. Esta mañana, uno de los principales mercados de abastos de España, el de la plaza de Lugo de A Coruña, presentaba un imagen muy diferente a la que cualquier otro martes: sus puestos estaban prácticamente vacíos.

El amarre de los barcos ya está provocando desabastecimiento en los mercados, tal y como avanzó en declaraciones a este medio digital el presidente de la Federación Nacional de Cofradías, Basilio Otero, quien advertía que llenar el depósito de cualquier embarcación pesquera resulta tres veces más caro ahora que hace poco más de un año.

Esta imparable subida en los precios de los carburantes ha llevado a la flota a proceder a su amarre hasta que el Gobierno, con quien hoy el sector mantenía una reunión, tome medidas para evitar la asfixia económica de los profesionales del mar. A este parón de la flota, se suma la huelga indefinida iniciado ayer por los transportistas, lo que dificulta todavía más el reparto de la mercancía.

Quincemil

La situación se complica mañana

Las consecuencias del paro del sector pesquero se empiezan a notar en los puestos de las plazas de abastos, donde se espera que, de mantenerse esta situación, el desabastecimientos todavía sea mayor en días posteriores. En cualquier caso, pese a la problemática actual, los placeros lanzan un mensaje de calma. "Habrá pescado".

Bien es cierto que la situación puede complicar en los próximos días de mantener la huelga del transporte. Y es que, además de haber menor cantidad de pescado por el amarre de parte de la flota, los camiones se encuentran con dificultades para repartir el pecado adquirido en la lonja de A Coruña, donde se subasta mercancía capturada en otros puertos de la zona.

"Hoy aún pudimos coger algo de pescado, pero se teme que mañana las furgonetas no puedan salir de la lonja con el pescado", asegura Beatriz Sánchez, de la pescadería Beatriz en el mercado de la plaza de Lugo. "Si te dejan comprar el pescado, pero no puedes sacarlos del puerto…", indica esta pescadera, que hace un llamamiento a la calma porque "habrá pescado".

Ligera subida de precios

En cuanto los precios, Beatriz sí que reconoce que el pescado experimentó un ligero ascenso, aunque no demasiado porque -dice- "ya estaba caro". "No hay que asustarse", afirma.

Este misma sensación es compartida por Ángela Iglesias, del la pescadería Gelu, quien asegura que el precio del pescado apenas ha subido: "Más o menos está al precio de siempre". Eso sí, reconoce que hay poco producto y muy poca variedad. La huelga de transportes dificulta la llegada del pescado procedente de otros puntos y el amarre de la flota reduce las descargas en el puerto.

No hay jurelos, parrochas, bacaladitos, sargos… También, lamenta Iglesias, hay pocos besugos y merluza de pincho (que subió dos euros). Este desabastecimiento, que esperan sea algo temporal, se agudizará en la jornada de mañana, miércoles, cuando los piquetes prevén impedir la salida del transporte de mercancías de la lonja.