En los últimos años estamos viendo cómo el cambio climático acentuó la sequía y el aumento de las temperaturas en Galicia. Si por algo somos conocidos es por la lluvia, y lo que hace un tiempo nos parecería impensable, ahora lleva varios años siendo una realidad. Además, los episodios de lluvias torrenciales e irregulares están siendo más frecuentes y todo esto hace que la gestión de un recurso tan esencial como el agua sea cada vez más difícil.

España es uno de los países europeos más afectados por las consecuencias del cambio climático y en Galicia no vivimos ajenos a esta problemática. La Xunta de Galicia tiene su propia estrategia de
cambio climático y energía desde el año 2021, con la que fija el objetivo de que la Comunidad gallega alcance la neutralidad climática en 2050. El agua es un bien escaso, pero esencial para las personas, las empresas y todas las especies que habitamos el planeta, por ello, esta estrategia aboga por sumar esfuerzos conjuntos de administraciones, empresas, entidades y la población.

En este contexto de cambio, tenemos que plantearnos qué podemos hacer y cómo lo vamos a abordar. Viaqua, empresa gallega con más de 50 años de experiencia en el sector del agua, reforzó sus compromisos como compañía, los cuales están alineados con los criterios ESG (Environmental, Social, Governance) y por tanto con la Agenda 2030 de la ONU. De esta forma, la empresa gallega aborda los retos globales adoptando medidas específicas a las problemáticas locales, en alianza con las universidades, administraciones públicas y otras entidades, proponiendo soluciones que contribuyan a la descarbonización de Galicia.

Viaqua asumió el desafío de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero implementando diversas actuaciones para lograrlo. Por ejemplo, con la inversión en infraestructuras para la generación de energía renovable, produciendo 928MWh solo en el 2022, lo que equivale al consumo eléctrico anual de más de 100 hogares gallegos. Recientemente, Viaqua instaló paneles fotovoltaicos en su sede central “A Vila da auga”, ubicada en Santiago de Compostela, alcanzando de esta forma la autosuficiencia energética y convirtiendo esta instalación en un referente en la adaptación al cambio climático. Como parte de su estrategia, Viaqua implementó actuaciones para mejorar la eficiencia energética en todas sus operaciones y promover la movilidad sostenible. La empresa cuenta con el 91% de turismos “ECO” entre el personal directivo, e instaló 19 puntos de carga para fomentar el uso de transporte limpio. El cálculo anual de su huella de carbono permite evaluar la efectividad de estas actuaciones y su contribución real a la descarbonización de los municipios donde Viaqua opera.

Otro aspecto clave del compromiso de Viaqua con la sostenibilidad es su plan de reducción de la huella hídrica, mediante la gestión inteligente y avanzada del ciclo integral del agua, mejorando la gestión de los recursos y aumentando la resiliencia de los sistemas de agua urbano, ante los frecuentes episodios de secas y lluvias torrenciales.

Modelo circular

Viaqua promueve el cambio de modelo lineal a circular, transformando las depuradoras actuales en biofactorías. Para lograrlo, trabaja junto con su centro tecnológico Cetaqua Galicia, en diferentes proyectos. Uno de los más destacados es CIGAT Circular, en el que también participa la Xunta de Galicia, y que tiene como objetivo convertir los residuos de origen industrial, urbano, agrícola y rural en recursos de alto valor añadido con el objetivo de contribuir a que Galicia sea una región neutra en carbono.

Además de todos los proyectos de innovación y los avances técnicos que se llevan a cabo en la operativa diaria de la empresa, es fundamental promover cambios en los hábitos de vida de la ciudadanía. Para eso, Viaqua sensibilizó a más de 1.300 escolares a través de programas educativos, campañas de concienciación y visitas a sus instalaciones, logrando involucrar a la comunidad en la adopción de prácticas más responsables y sostenibles.

La descarbonización del sector del agua no solo beneficia al medio ambiente, también tiene un impacto positivo en las comunidades locales. La adopción de tecnologías verdes y prácticas sostenibles puede generar empleos verdes que promuevan la economía local. “Además, al reducir las emisiones de carbono, contribuimos a mitigar los efectos del cambio climático, protegemos los recursos naturales y construimos un futuro más verde y sostenible”, afirma Leticia Rodríguez, directora de Desarrollo sostenible y Acción Social de Viaqua.

En resumen, “desde Viaqua demostramos nuestro liderazgo en la lucha contra el cambio climático a través de un enfoque integral en la reducción de emisiones, la eficiencia energética, la gestión sostenible del agua y la promoción de la economía circular. Al mismo tiempo, trabajamos incansablemente para garantizar la salud de las personas y fortalecemos nuestros vínculos de confianza con la sociedad mediante alianzas y colaboraciones estratégicas, compartiendo nuestro propósito de acelerar la transformación ecológica cara modelos más respetuosos con el medio, garantizando así un futuro sostenible para todos”, concluye Leticia Rodríguez.