El equipo del estudio Seventh Heaven de A Coruña.

El equipo del estudio Seventh Heaven de A Coruña. Quincemil

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Seventh Heaven: El nuevo estudio de tatuajes coruñés dirigido por mujeres que elimina tabús

Un equipo joven de cuatro mujeres entre los 20 y los 37 años ha empezado su actividad hace un mes en A Coruña, con trato personalizado, diseños de orejas y tatuajes de línea fina, microrrealismo e ilustración, entre otros estilos

16 agosto, 2021 06:00

Un equipo de mujeres profesionales se ha lanzado a emprender en estos complicados tiempos de pandemia con un nuevo estudio de tatuajes en el centro de A Coruña (Plaza Vista, 1). Desde Seventh Heaven quieren transmitir su empoderamiento y buen hacer, además de ofrecer a los clientes el trato más cercano y personalizado posible, ahondando en las historias que hay detrás de los diseños de tatuajes que quieren hacerse e incluso con un novedoso servicio de "diseños de orejas", para aquellos que quieran ponerse varios piercing en una misma zona y no sepan como combinarlos.

El nombre del negocio tiene mucho que ver con la superstición de Raquel García, la manager y dueña, ya que el 7 es su número de la suerte y lo eligió sobre todo por su buena sonoridad en inglés. Las cuatro mujeres conforman un equipo joven, con edades comprendidas entre los 20 y los 37 años y uno de sus principales objetivos es eliminar tabús en el mundo del tatuaje, como por ejemplo el de que "todos los tatuadores son hombres" o que "los tatuajes son de macarras", indican, sobre lo que matizan que actualmente esta tendencia se ha revertido y "es raro en un grupo de amigos quien no tenga al menos un tatuaje" además de que deciden ilustrar la piel con diferentes diseños "desde padres y madres hasta abuelos".

"Las chicas llamamos a las chicas"

García, tatuadora especializada en línea fina e ilustración, está acompañada en esta aventura por Alba, que se dedica a microrrealismo y línea fina; Jessica, que hace piercing y diseño de orejas e Iria, que se dedica a estilos como ilustración y cartoon aprovechando las nociones que hace años aprendió trabajando para Disney. La dueña del estudio apunta que en el tiempo que llevan abiertos "la mayor parte de la clientela es femenina" algo que achaca a que "las chicas llaman a las chicas".

"Suena a tópico pero las mujeres normalmente cuando en contextos como en los estudios encontramos a otra mujer nos sentimos quizá más comprendidas", asegura, sobre lo que añade que le encanta diariamente conocer a otras chicas de la ciudad que acuden a tatuarse y "aprender de ellas" a partir de lo que le cuentan de sus profesiones. "Da gusto lo que hemos avanzado y lo que se puede aprender de todas ellas. Unas mujeres que si no tuviera el estudio seguramente igual no conocería al estar en diferentes ámbitos", explica.

La cuarentena y un cierto margen económico fueron los factores que declinaron la balanza e hicieron que García decidiese dejar el estudio de plaza de Lugo donde estaba trabajando (lleva tres años tatuando) para montar el suyo propio. "Cuando estuve en otros lugares siempre tenía en la cabeza que yo haría las cosas de otra manera, sobre todo en cuanto a estética y trato con los clientes y ahora tengo esa oportunidad", afirma orgullosa. "Muchas veces te sientes desconectado del tatuador y por eso quería un local más pequeño, con ambiente cercano donde se diera atención personalizada. Que la gente hable con nosotras y cuente sus ideas para así demostrarles que nos interesa su historia y hacerles propuestas", reconoce.

"Quería trasladar este concepto a un equipo de mujeres porque somos muy pocas y estamos dispersas. Sabes que hay otras profesionales en otros puntos de Galicia y España pero no las conoces", apunta. A su vez, el "empoderamiento" es una de las bases de Seventh Heaven porque, según García, "el tatuaje siempre fue un mundo mayoritariamente de hombres y ahora las mujeres empiezan a emerger".

Apoyo del gremio y la moda del minimalismo

El espacio que ocupa el estudio es "abierto, transparente, luminoso y diáfano" y las zonas de trabajo perfectamente separadas y definidas, todo ello con materiales primarios como madera, cemento y cristal. "Tenemos un concepto minimalista de lo que es el tatuaje, algo que intentamos adaptar a nuestros estilos y queremos que se refleje en la decoración y la estética". Al equipo de Seventh Heaven le sorprendió que cuando abrieron "muchos estudios míticos de A Coruña" les animaron y les dieron suerte. "No hay por qué competir entre la gente del gremio. Considero que hay un estilo para cada persona y hay espacio para todos", comenta la responsable del negocio.

En cuanto a la moda actual de los tatuajes, García subraya que dentro de su estilo a la gente le gustan diseños "lo más pequeños y finos posible", por lo que argumenta que "el minimalismo está en auge". Lo que más le piden últimamente son palabras, letras y coordenadas, además de lunas o mariposas, algo que explica exponiendo que "es demandado porque es delicado y representa mucho la feminidad". En cuanto al público masculino, considera que esta estética "gusta cada vez más" y asegura que ahora no es raro que un hombre pida una flor para tatuarse, por ejemplo.

Por su parte, Alba a sus escasos 20 años ya destaca en el estilo del microrrealismo, una corta edad que García considera una gran ventaja y le augura a su compañera "un avance brutal". Iria adaptó las ilustraciones que creaba para Disney a sus tatuajes, pero aportando su toque personal con gran presencia del color. Principalmente los clientes le piden "personajes de la infancia" como por ejemplo Dumbo o Peter Pan, que marcaron a varias generaciones. Las tatuadoras cuentan que los rostros de mascotas también están muy solicitados, junto a diseños con motivos familiares, lugares que han marcado a las personas por algún asunto concreto o aquellos vinculados a vivencias personales complicadas.

"Los tatuajes son un reflejo de la sociedad", consideran. Jessica es la única de las cuatro que no tatúa y hace piercing de momento solo los sábados. Su labor consiste en encontrar las mejores combinaciones de pendientes en función del tipo de oreja por ejemplo, una tarea para la que realiza varias fotografías además de buscar los modelos de piezas más adecuados. La profesional admite que "las piezas brillantes y las combinaciones más singulares" son lo que ahora mismo triunfa.

Trasladar el concepto a futuros estudios

En un futuro que por ahora es lejano, o más bien "un sueño", García planea abrir futuros estudios Seventh Heaven en otras ciudades "y ojalá internacionalmente". "Soy muy Tauro, lo que quiero lo consigo tarde o temprano y me gustaría seguir expandiendo el concepto de atención personalizada. Que el cliente se sienta como si estuviera con un amigo y se sienta comprendido por la persona que está dibujando en su piel", indica.

La fundadora del estudio deja claro que "no quieren ser uno más", porque en la ciudad herculina ya hay otros establecimientos que se dedican a esto "y los hay muy buenos con una trayectoria de décadas en el mundillo". "Ofrecemos algo distinto y no queremos competir con nadie. Trabajamos con nuestra propia moralidad y con respeto porque hay gente que desvaloriza mucho el trabajo vendiendo tatuajes por 10 euros", critica. "Venimos a traer frescura", resume, mientras prepara las citas del día y que cada vez son más, ya que el boca a boca está fomentando que sean ya muy conocidas entre los coruñeses.