El bajo de Amantis en San Andrés

El bajo de Amantis en San Andrés Quincemil

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Comercio

Las obras de San Andrés, en A Coruña, lastran el comercio: Amantis cierra tras siete meses

Fuentes internas aseguran que "la clienta disminuyó muchísimo" desde que se cortó el tráfico y que tanto empleados como clientes "tenían muchos problemas para acceder a la tienda"

3 octubre, 2024 05:00

La tienda erótica Amantis ha echado el cierre tras siete meses en San Andrés. La marca ha abandonado el número 52 por las obras de remodelación de la vía, según ha podido confirmar Quincemil con fuentes de la empresa.

"La clientela disminuyó muchísimo" desde que se aplicaron los cortes de tráfico, un problema al que en las últimas semanas se sumó el gran laberinto de pasarelas. "A veces estaba cerrado el acceso a la tienda, los dependientes y la encargada no podían acceder a ella", aseguran desde la dirección. 

Las molestias de las obras de San Andrés no terminan ahí. Al corte del tráfico y las dificultades para acceder a los portales y comercios se suma también el ruido de las máquinas excavadoras y el polvo. Elementos a los que otros comerciantes de la zona también suman la inseguridad y los hurtos

"Una decisión dolorosa"

Amantis abrió su proyecto en San Andrés después de su estancia en Marineda City. Esperaban que el cambio fuese para mejor, puesto que tenían "muy buenas perspectivas" porque se trata de una "zona muy céntrica" y con bastante flujo de clientes. No obstante, la urbanización de la vía frustró sus planes de crecimiento. "El casero no nos advirtió de que iba a haber esas obras", lamentan desde la compañía. 

El primer mes "costó arrancar", pero poco a poco la tienda fue levantando el vuelo gracias a que durante su estancia en Marinea City habían logrado hacer una cartera fiel de clientes. Con todo, "al tener esas condiciones en San Andrés, la clienta disminuyó muchísimo y no podíamos seguir. Fue una decisión difícil y dolorosa", defienden desde Amantis.

Accesos de San Andrés a los negocios

Accesos de San Andrés a los negocios Quincemil

Y es que el coste de alquilar un bajo en San Andrés es muy acusado. Antes que Amantis en el bajo 52 se ubicaba la librería Re-Read. Tras su cierre, los propietarios del local colgaron en Idealista una oferta de alquiler por la que pedían a los inquilinos 2.000 euros mensuales. El local tiene 115 metros cuadrados y, tras el cierre de la tienda erótica para adultos, vuelve a estar disponible para otros negocios.

Amantis es una gran marca con tiendas por toda España. Quizás podrían haber aguantado el pulso a las obras durante unas semanas, pero la incerteza no lo permitió. "Ya sabemos como son las obras, se sabe cuando empiezan, pero no cuando terminan", explican. 

En el futuro puede que la tienda erótica vuelva a probar suerte en A Coruña, pero por el momento necesitan un descanso y no abrirán otra sede en la ciudad. Eso sí, continuarán tramitando pedidos a través de su página web. 

Críticas de comerciantes y vecinos

En San Andrés también ha habido otros negocios que han dado un volantazo con el objetivo de salvar su negocio. El obrador Le Petit también echó el cierre hace unas semanas de forma temporal. "Permaneceremos cerrados de cara al público hasta que finalicen las obras y podamos atenderos como nos gustaría", alertan mediante un cartel colgado en su escaparate. 

Los vecinos también son críticos con la situación de San Andrés. Denuncian la dejadez en la limpieza de la Plaza de San Andrés, repleta de basura, con las ramas de los árboles sin podar y sin agua en la fuente desde hace años. 

Ratas en los edificios abandonados de San Andrés

Ratas en los edificios abandonados de San Andrés Cedida

Asimismo, en los últimos días vecinos del barrio denunciaron la presencia de roedores en los edificios abandonados de San Andrés. El foco reside en los números 45 y 47 de San Andrés que, aseguran los vecinos, "son un foco de infecciones" al estar repletos de palomas y ratas. Uno de los vecinos afectados por la presencia de estos roedores en uno de los tejados desde el lunes 30 de septiembre, llamó al 010 para solicitar su retirada. No obstante, sus deseos no se cumplieron, ya que desde el Ayuntamiento le trasladaron que no podían hacer nada al ser una propiedad privada.