Irene Pérez, dueña de Ptit & Co en A Coruña

Irene Pérez, dueña de Ptit & Co en A Coruña Quincemil

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La lucha por sobrevivir de un comercio local de A Coruña: "Esperaba el milagro navideño"

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Todo el mundo pensaba que si Ptit & Co, un pequeño negocio de joyería ubicado en una céntrica calle de la ciudad herculina, podía sobrevivir a la pandemia, podría enfrentarse a todo lo que le viniera. Más que un proyecto, era el sueño de Irene Pérez. Con toda la ilusión del mundo, en diciembre de 2020, Irene y su socia Claudia Rodríguez revelaron la nueva imagen del número 2 de la calle Alcalde Canuto Berea: un comercio con mucho encanto que contemplaba todo un largo camino por delante, o eso era lo que pensaban.

Desde febrero de este año, el negocio no ha hecho más que ir hacia abajo. A pesar de mantener los mismos precios, "mientras que el resto de comercios los subían", la dueña cuenta que no dejaba de ver cómo las cifras no hacían más que caer, hasta el punto de llegar a facturar menos de la mitad que en 2020. "Trato de hacer autocrítica y entender qué es lo que pasa, pero no lo sé", comenta.

"Ha sido un año complicado", confiesa Irene. Y es que ha llegado a tal punto que se ha planteado cerrar las puertas de Ptit & Co. "Yo hablo con gente que tiene negocios en otras calles de la zona y están todos igual. El comercio local cada vez está peor. Luego ves cómo la gente compra en Amazon o en grandes multinacionales y ya sabes por qué a ti no te van los clientes", expresa.

A pesar de ofrecer un producto de calidad con un servicio personalizado, Irene ya no sabe qué hacer para que crezcan las ventas. Después de años funcionando online, Irene y Claudia se lanzaron a esta emocionante aventura. A través de la venta de piezas de estilo minimalista, en especial anillos, collares y pendientes, esperaban que el trato con el cliente mejorara la marca, pero no fue así.

El milagro navideño

Irene esperaba que con la llegada de la Navidad pudiera remontar, en cierta medida, el año. "Creo que estoy haciendo todo lo posible. La conciliación con el horario comercial es complicada. Esperaba el milagro navideño y que las navidades fueran como antes, pero ya no lo fue ni el verano, con los turistas", reflexiona Irene, viendo cómo se ven afectados otros comercios locales, al igual que ella.

"Son las 12:30 y solo he hecho una venta en toda la mañana", agrega. Se queja, aunque reconociendo que conoce casos de personas que tienen negocios en la calle San Andrés, los cuales se han visto afectados por las obras y les ha ido incluso peor. Es por ello que Irene, aunque habla de su experiencia personal, lanza un mensaje de apoyo al comercio local, ya que no le gustaría que estas fueran sus últimas navidades.