Silvia Santiso y una de sus obras.

Silvia Santiso y una de sus obras. Cedidas

Emprendedores

Wild Musa: Ilustraciones hechas en A Coruña para crear un rincón especial en casa

Silvia Santiso encontró en la acuarela el proyecto de vida que la hace feliz y diseña obras inspiradas en las mujeres y la naturaleza para contar historias en las paredes de sus clientes, que también le encargan la creación de láminas personalizadas para hacer regalos únicos

7 noviembre, 2021 06:00

Silvia Santiso ha convertido Wild Musa en su proyecto de vida, una actividad que la hace feliz y en la que puede volcar toda su creatividad. Llamada así como homenaje a todas las mujeres que la inspiran, esta iniciativa nació tras varios cambios de rumbo que finalmente trajeron de vuelta a A Coruña a esta artista que se ha hecho a sí misma.

Las ilustraciones y composiciones de esta coruñesa están hechas a acuarela y cuentan historias: la de Santiso, que refleja en sus láminas aquello que la inspira, y la de los clientes que confían en sus manos para plasmar una persona o un lugar. La artista busca de esta forma crear un rincón especial en la casa de aquellos ciudadanos que se llevan un trozo de la belleza que crea con sus pinceles.

La pintura, siempre presente en su vida

Santiso estudió Relaciones Laborales y Recursos Humanos y trabajó durante unos años en una oficina antes de que un momento complicado en su vida la empujase a tomar una decisión drástica: dejarlo todo y cambiar de país. "Por aquel entonces, cuando me sentía agobiada o me sentía infeliz con lo que hacía, pintaba o escribía. Siempre lo hice, desde pequeñita, pero para mí, sin exteriorizarlo ni enseñárselo a nadie", explica la artista.

Silvia Santiso trabaja en una de sus láminas (Cedida).

Silvia Santiso trabaja en una de sus láminas (Cedida).

La joven dejó su trabajo y A Coruña y se mudó a Edimburgo, una ciudad de la que se enamoró desde el primer momento y que le permitió no solo conocer mucha gente sino tener nuevos acercamientos culturales. La pintura regresó a su vida y sus compañeros de trabajo y amigos comenzaron a pedirle que creara obras para regalarles a sus seres queridos.

"La vida me puso de nuevo en un impasse y me dijo: este ya no es tu sitio", explica Santiso, que tenía que cambiar piso pero acabó empaquetando sus cosas para regresar a casa. La joven llegó a A Coruña justo antes de la pandemia para pasar los 15 días del confinamiento con su familia, pero acabó asentándose de nuevo en la ciudad herculina y dando rienda suelta a su creatividad.

Una de las musas de Silvia Santiso (Cedida).

Una de las musas de Silvia Santiso (Cedida).

La pandemia le dio a Santiso la oportunidad de poder dedicarle más tiempo a su pasión por la pintura. El apoyo de sus amigos la llevó a plantearse la apertura de una cuenta de Instagram y de una página web en la que mostrar y comercializar su trabajo, en el que ha encontrado su vocación y una actividad que la hace feliz.

Conocer las historias de la gente

"Una de las partes más bonitas que tiene mi trabajo, ya no solo la parte creativa, es que cuando la gente me pide encargos me cuenta su historia. Y nadie te suele contar historias tristes, todo lo contrario, te suelen contar las partes más bonitas de su vida", indica Santiso. Así, sus clientes comparten con ella momentos tan especiales como la boda de una hermana, la compañía de sus mascotas o la unidad de la familia que quieren representar a través del arte de la coruñesa en las paredes de su casa.

Santiso pinta en acuarela tanto los diseños que crea a partir de sus experiencias como las obras por encargo. Estas últimas están basadas en las imágenes que le envían los clientes y las historias que le cuentan, mientras que las pinturas que produce ella misma están inspiradas en la Naturaleza y en otras mujeres, por ejemplo.

"El poder femenino me inspira mucho. Mis amigas, que son un pilar fundamental en mi vida, son todas un todoterreno, unas guerreras. Al irme al extranjero, coincidió que estuve rodeada de mujeres, cada una con su nacionalidad y su cultura, y eso arraigó en mí", indica Santiso, que añade: "Esto no significa que los chicos no sean importantes, pero yo como mujer supongo que vibro más con esa energía femenina porque la siento más y la entiendo mejor".

Las Wild Musas forman una de las categorías de las láminas que la joven comercializa, aunque Santiso destaca en la Naturaleza otra fuente fundamental de inspiración. Así, las flores y las plantas están muy presentes en su obra, en la que también existen diferentes diseños de animales o incluso con frases inspiradoras. Los corazones y los paisajes urbanos, por otro lado, surgieron ante la demanda.

Y es que las peticiones de los clientes son fundamentales para Santiso, que también creó láminas con coches antiguos o lugares especiales, aunque la mayor parte están centradas en personas especiales para quien busca regalar su arte. La coruñesa envía un boceto al cliente antes de comenzar a plasmar la obra en acuarela y, una vez listo, se lo enseña para pulir los últimos detalles y entregárselo en dos o tres días.

Encargos y obras personalizadas

Los encargos se realizan fundamentalmente a través de Instagram, mientras que las obras ya listas pueden adquirirse directamente en la web. Este espacio es fundamental para que el cliente conozca la forma de trabajar de Santiso y se inspire, sobre todo de cara a la elección de las composiciones formadas por varias láminas.

"Siempre me llamaron mucho la atención las paredes llenas de cuadros que guardan una armonía, que los ves y sabes quién es la persona que los tiene: qué le gusta, qué colores vibran con ella…", explica la coruñesa, que intentó trasladar esto a las viviendas donde residió porque le transmite tranquilidad. La web de Wild Musa refleja numerosos muestras de esta propuesta que también se puede personalizar logrando, por ejemplo, curar la morriña de los gallegos emigrados que cuelgan de sus paredes un trozo de su tierra.

La composición corazón y cerebro, precisamente, es una de las favoritas entre los clientes de la coruñesa. Santiso elaboró esta obra en colaboración con la psicóloga Laura de Santiago, que la mostró en su Instagram, donde tiene más de 66.000 seguidores. Alguna de las musas con flores en la cabeza también tienen mucho éxito, así como los encargos para una persona especial o con mascotas.

Uno de los corazones de Silvia Santiso para Wild Musa (Cedida).

Uno de los corazones de Silvia Santiso para Wild Musa (Cedida).

"Las láminas que son originales en acuarela cuestan 50 o 60 euros", indica Santiso sobre sus obras. Las personas interesadas en obtener una reproducción pueden hacerse con una a partir de 12 euros según su tamaño, que varía entre los 13×18 y los 50×70 centímetros. Y aunque la joven ya comenzó nuevos proyectos como el trabajo de la cerámica, continúa llenando con su arte los hogares de los ciudadanos gracias a sus ilustraciones.