Vegalsa-Eroski destinó cerca de 364 millones de euros a compras a proveedores locales en 2019

La compañía gallega de distribución alimentaria Vegalsa-Eroski invirtió en el ejercicio del pasado año 363,8 millones de euros en la compra a proveedores de Galicia, Asturias y Castilla y León, lo que supone un incremento del 4,3% respecto al año 2018.

Si comparamos la inversión total de la compañía, supone que el 39% de sus compras sean a proveedores locales, según informa la compañía gallega de distribución.

Además, en su apuesta continua por la producción local, la compañía mantiene relaciones comerciales con un total de 977 proveedores, de los cuales 788 son gallegos, 129 castellanoleoneses y 60 asturianos, lo que supone un incremento del 10% respecto al año anterior, y se traduce en que más de la mitad de los proveedores con los que trabaja la compañía son locales.

"Trabajamos día a día con pequeños productores locales y regionales, para ofrecer a nuestros clientes productos de calidad y origen diferenciada. Por eso, consideramos a nuestros proveedores locales aliados estratégicos y trabajamos mano a mano en la misma dirección, porque es bueno que sea de aquí”, explica el director de Compras de Vegalsa-Eroski, Jorge
Eiroa.

Además, el impacto de la actividad comercial de Vegalsa-Eroski con las empresas e instituciones de la industria agroalimentaria supone un incentivo a la generación de empleo indirecto, en concreto más de 6.000 puestos de trabajo.

Apuesta por la producción local

La apuesta por lo local es uno de los ejes estratégicos de la compañía que se ha ido consolidando con el paso de los años a través de la formalización de acuerdos de colaboración con las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) de las tres comunidades autónomas en las que tiene presencia además de con pequeñas explotaciones agroalimentarias y compras a proveedores locales.

Otro aspecto fundamental es la proximidad o los llamados alimentos de km 0, gracias a la compra en origen en las lonjas gallegas y en las ganaderías, o el pan que cada día se reparte en las tiendas cercanas. Esta apuesta aporta un doble valor añadido a los clientes, ya que la proximidad de los productos consumidos repercute en el entorno y contribuye a una alimentación saludable gracias a las múltiples ventajas de los productos frescos.