Doña Letizia deslumbró en los ‘Premios Fundación Princesa de Girona 2022’, que se celebraron está semana en Cornellà de Llobregat (Barcelona). Y lo hizo gracias a un vestido de la firma de moda coruñesa Boüret, que ha conseguido el éxito de vestir a la reina de España. Un triunfo que se debe a la constancia y al saber hacer empresarial. "Me quedé en paro con la crisis de 2008 y lance la marca en 2010. Fuimos unas kamikazes, pero la pasión y la vocación nos hizo aguantar. Al final no conseguimos"; explica a este medio Vanessa Datorre, cofundadora de la marca, que lleva en solitario desde hace dos años.

Un camino más fácil hubiera podido ser enviar el vestido directamente a Casa Real o trazar una red de contactos para que la reina se hiciese eco de esta firma española y sus diseños. Sin embargo, la realidad no tiene nada que ver con eso. Y su fundadora, de hecho, desconoce cómo llegó -"No tenemos ni idea", dice-. Así, la explicación más plausible es que Doña Letizia eligió ese vestido porque le gustó.

Sin duda, la reina tiene gusto. El vestido elegido es un diseño clásico y atemporal, pero con un inteligente toque de brillo con el cordón de strass que tiene sobre el escote. Además, es fruto de la seña de identidad como diseñadora de Datorre: las siluetas vintage de los años 30. Y del momento actual, pues la pieza forma parte de la colección ‘MINA & RAFFAELA‘, que está inspirada en las cantantes para crear una serie de diseños que alegren la vuelta a al normalidad, que está viviendo la sociedad tras la pandemia.

El resultado sobre Letizia es, sin duda, otro éxito. "Le queda ideal, estaba bellísima, súper elegante y sofisticada. Nos encantó como le quedaba", asegura.

Vanessa Datorre posa junto al vestido que llevó la reina Letizia. Foto: Quincemil.

Este hito ha sido un revulsivo para la marca, que le ha reportado un gran aumento de la visibilidad. "El vestido está en la prensa de todo el mundo, estamos un poco desbordadas"; cuenta. Sin embargo, no cambiará la senda empresarial marcada de crecimiento sostenible y cimentado.

"Hemos conseguido cosas como vestir a la reina, que cuando empezamos ni los lo habíamos imaginado. Trabajamos para ello, obviamente, pero han sido doce años de picar piedra", explica. "Vestir a Letizia ha sido un regalo y es algo más, nos ayuda y nos da visibilidad. Pero el premio es vestir tanto a la reina como a las personas anónimas. La meta es seguir creciendo de manera sostenible", añade.

Lo cierto, Boüret está viviendo un gran momento gracias a su apertura en el mercado chino, donde sus vestidos ya se están vendiendo en más de veinte puntos de venta. "Está siendo apoteósico. Y eso que no es un mercado fácil, pero a nosotros nos va bien", cuenta. Es más, este mercado les ha permitido sortear la crisis de la pandemia, que pospuso la mayor parte de bodas y celebraciones. "El mercado chino nos ha salvado", sentencia.