La internacionalización del tejido productivo gallego es clave para el crecimiento de nuestras empresas, y por tanto también de nuestra economía. La comercialización en mercados internacionales ha hecho crecer, y mucho, a grandes empresas; pero también a pymes. Y es que son, precisamente, las pequeñas y medianas empresas de Galicia las que más deben poner el foco en el mercado exterior y aprovechar todas las ventajas que este le brinda.

Sin embargo, exportar es una palabra que muchas empresas creen que se les queda grande. El miedo a salir a nuevos mercados frena sobre todo a muchas pymes, que prefieren crecer únicamente a base de su apuesta por el mercado nacional. Pero ahí fuera hay muchas, y grandes oportunidades, para el tejido productivo gallego.

Las exportaciones gallegas batieron el año pasado su récord histórico y rozaron los 30.000 millones de euros. Los países en los que más aumentaron las ventas fueron Países Bajos, Alemania, Portugal o Bélgica, así como Estados Unidos y México.

La exportación es clave, y por ello para fomentar y consolidar la presencia de empresas gallegas en mercados internacionales, la Xunta tiene activo un Plan de Misiones Comerciales, a través del cual se destinan 2,3 millones de euros para acciones de internacionalización del tejido productivo gallego con el objetivo de lograr durante este año 100 misiones en más de 30 países.

El programa, que desarrolla la Consellería de Economía, Industria e Innovación, a través
del Igape y en colaboración con las cámaras gallegas, contempla dos líneas: una centrada en las pequeñas y medianas empresas, y otra habilitada para las grandes empresas.

¿En qué consiste el plan de misiones comerciales?

Cada cámara de comercio puede convocar o abrir la inscripción para que las empresas interesadas puedan participar en cada acción a lo largo de las distintas convocatorias. Las actuaciones, consistentes en misiones empresariales directas en el extranjero o participación en ferias y otros eventos expositivos, cuentan con apoyos que alcanzan el 90% en el caso de las pequeñas y medianas empresas, porcentaje que puede alcanzar hasta el 70% para las grandes empresas.

Este tipo de acciones "pueden resultar una salvación para muchas empresas", nos explica el jefe de Servicio de Promoción Exterior de la Cámara de A Coruña, Pablo López, quien opina que "el miedo a salir al extranjero" hay que dejarlo a un lado. Aboga porque las empresas se preparen para abarcar la inmensidad del mercado exterior. "Hay que estar ahí -en el mercado internacional- porque las oportunidades están en todos los frentes", asegura.

Para Pablo, tanto pymes como grandes empresas deben pensar más allá del mercado europeo -el mayoritario de las exportaciones gallegas- y abrirse a otros emergentes, como son África o Asía. "Allí hay muchas oportunidades", afirma, al tiempo que llama a las firmas a hacer un "esfuerzo" y apostar por diversificar su apuesta por el mercado exterior echando mano de estas ayudas que se convocan desde hace ya años.

Desde el año 2014 se llevan destinado más de 12 millones a la organización de estas misiones internacionales, con una participación media anual de más de 170 pymes, lo que permitió impulsar actuaciones en 70 países diferentes.

El programa prevé para esta convocatoria más de 30 mercados prioritarios de acción comercial entre los que se sitúan China, India, Israel, Japón, Reino Unido, Alemania, Marruecos, Brasil, México, Emiratos Árabes, Estados Unidos o Canadá, así como otros países para los que se justifique la idoneidad del mercado para las empresas gallegas.

La industria conservera y el mercado internacional

Una de las empresas que se ha beneficiado de este programa de misiones comerciales es Conservas del Noroeste, que comercializa la marca de conservas Cabo de Peñas. Esta firma de Vilaboa (Pontevedra) ha optado por este tipo de ayudas en varias ocasiones a lo largo de los últimos años. Así, según nos explica Carolina Lumbreras, International Manager de esta firma, esta conservera evalúa cada año su plan en el mercado exterior y valora qué acciones puede llevar a cabo a lo largo de los próximos meses. "Dependiendo del año, evaluamos las estrategias y optamos por una u otra ayuda", afirma.

Gracias a las Misiones Comerciales, han podido viajar al extranjero para conocer de primera mano nuevos mercados, conformar una agenda de clientes… En definitiva, conocer de primera mano las oportunidades existentes lejos de la tierra. Se trata, dice Carolina, de formarse una "primera visual" de este mercado extranjero al que les gustaría hacer llegar sus productos. Estas ayudas le facilitaron, entre otros, realizar misiones comerciales en Japón y Reino Unido. En el caso de aquellos mercados en los que buscan consolidarse, como es Estados Unidos, optan por su participación en ferias.

Estas ayudas, bien sea para misiones comerciales como para participaciones en ferias, resultan una gran ayuda para empresas como Conservas del Noroeste, que su salto en la facturación le ha permitido convertirse en una gran empresa. "Los recursos son muy limitados, sobre todo en pymes, y estas herramientas resultan muy útiles", dice, al tiempo que reconoce que sin estos apoyos aumentar el nivel de exportación resultaría mucho más lento. "Este respaldo nos ayuda y nos empuja a saltar al mercado exterior", asegura.

Pese a que el mercado nacional tiene mayor peso en la balanza comercial de Conservas del Noroeste, lo cierto es que apuestan por participar en acciones en el extranjero para que la exportación siga creciendo. Estados Unidos, México, Italia, Francia o Portugal son algunos de los principales países a los que exporta esta empresa conservera, que tiene la vista puesta en las oportunidades que pueden brindar mercados internacionales como el de Japón, Oceanía o Australia. Mercados que se ven más accesibles gracias a este tipo de ayudas.