El tenista ferrolano, Ricardo Alonso, es el encargado de dirigir las clases de la escuela de tenis del Grupo Bazán, en Ferrol. Este año tiene la intención de expandirse y anima a todo aquel que tenga interés en practicar este deporte a ponerse en contacto con él, ya que hay sesiones para todas las edades. "Tenemos presencia en todas las categorías y hay personas, en el grupo sénior, de más de 70 años", destaca.

Ricardo es un apasionado de este deporte y se ha propuesto ampliar la base del ‘Grupo Bazán’, por lo que tiene claro que "si a alguien le apetece probar si le gusta, puede venir a una de las clases sin ningún problema".

Hay sesiones de lunes a viernes, en horario de tarde, y los sábados por la mañana. El precio, para los más pequeños, va desde los 18 euros/mes por una hora a la semana, hasta los 42 euros/mes por tres horas semanales. Todo ello en la categoría de iniciación y perfeccionamiento.

Los adultos tienen tarifas que van desde la hora y media semanal hasta las cuatro horas, con un precio máximo de 64, 50 euros.

Las clases tienen lugar en las pistas municipales de ‘A Malata’ y Ricardo señala, a Quincemil, que sería estupendo poder contar con un espacio cubierto para poder desarrollar algún tipo de dinámica en caso de meteorología adversa. "Estamos en Galicia y ya no pedimos una pista, sino un espacio en el que desarrollar la clase, en caso de lluvia, sin perder la sesión", detalla.

Para esta temporada, Ricardo, se ha propuesto dar a conocer los éxitos de sus alumnos y ha creado un Instagram para la escuela, permitiendo ampliar la visibilidad del deporte base en la ciudad.

Desde esta plataforma buscará trasladar su pasión por la raqueta a personas de distintas generaciones, ya que Ricardo destaca el carácter intergeneracional de esta actividad deportiva en la que trabaja con niños, desde los tres años, hasta con adultos de más de 70.

Con septiembre llega la vuelta al cole y la temporada más dinámica para un monitor deportivo como Ricardo porque es habitual que muchas y muchos se animen a experimentar este tipo de disciplinas como complemento a la rutina académica.

Además, en el caso de Ricardo, tras los meses de confinamiento, está deseando poder recuperar cierta normalidad en un trabajo que le apasiona y con el que mantiene activos a mayores y pequeños, descubriendo, además, auténtico talento deportivo local.