Mujeres de la CIG recorren Ferrol para denunciar una pobreza que tiene "rostro de muller"

Las mujeres del sindicato CIG han recorrido esta mañana las calles de Ferrol para reclamar "unha vida digna e en igualdade para as traballadoras de calquera idade e oficio", poniendo el foco en las más jóvenes que, denuncian desde el sindicato, se ven obligadas a emigrar en el marco de un crisis demográfica "insoportable". Durante la movilización, las trabajadoras han insistido en la necesidad de incluir los cambios que sean necesarios en la agenda política para que "as mulleres deixemos de ser persoas e traballadoras de segunda".

"A pobreza segue tendo rostro de muller", denunció la secretaria das Mulleres de la CIG, Nicolasa Castro, durante la manifestación en la urbe naval. Pone el foco Castro en que a pesar del movimiento social que se ha generado en torno a esta fecha, "as mulleres continuamos a ter condicións de traballo máis precarias, soportamos taxas de temporalidade máis elevadas, máis contratos a tempo parcial e un maior desemprego".

En cifras, esta realidad arroja que el 73,4% del empleo que se perdió el pasado año en nuestra comunidad fue entre mujeres que concentran, además, el mayor número de contratos temporales suscritos, según datos aportados por la central sindical.

Pasar a la acción

Castro Monteiro ha destacado que, a pesar de que los últimos años se ha venido realizando una revalorización de los trabajos de cuidados, "non se tomaron medidas para eliminar a precariedade" y denuncian desde la CIG que "as administracións seguen desentendéndose das prestacións dos servizos de coidados con garantías para traballadoras e persoas usuarias, ofrecendo concesións a empresas privadas".

Desde la CIG advierten que sobre las mujeres sigue recayendo la responsabilidad de los cuidados en los hogares gallegos y esto "obriga a sacrificar o noso traballo e medre profesional e persoal".

Han criticado que la reforma laboral carece de perspectiva de género y señalan la precarización de algunos sectores especialmente vulnerables como el de las empleadas del hogar que, apunta la CIG, "teñen que gañar os seus dereitos nos xulgados, cando temos un goberno autodenominado o máis progresista da historia".

Las mujeres de la CIG han salido a la calle, un 8 de marzo más, para exigir que los planes de igualdad o los protocolos de acoso no sean "papel mollado" y sean empleados como herramientas efectivas para mejorar condiciones y corregir desigualdades.