La fragata Cristóbal Colón ha atracado a primera hora de la mañana de este viernes en el Arsenal Militar de Ferrol, donde tiene su base, y ha puesto fin así a un desligue de casi cuatro meses integrada en la Agrupación Permanente de la OTAN Número 2 (SNMG-2).

El buque militar ha sido recibido en el muelle número 4 por familiares y amigos, que han aprovechado este acto para su reencuentro, en una ceremonia que ha estado presidida por el comandante de la 31ª Escuadrilla de Superficie, el capitán de navío Gonzalo Leira Neira.

La fragata más moderna de la Armada Española había zarpado el 22 de agosto hacia el puerto griego de Souda (Grecia). Allí relevó a otro buque con base en Ferrol, la fragata Almirante Juan de Borbón. Durante estos meses en el mar Mediterráneo ha contribuido a la disuasión y a la seguridad marítima, a través de la operación de la OTAN Sea Guardian contra el terrorismo, participando en diferentes ejercicios internacionales con países aliados.

En este despliegue el buque navegó más de 19.000 millas y efectuó presencia naval con escalas en países como Grecia, Italia o Croacia, recibiendo la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y de los embajadores de España en Grecia y Croacia. En sus labores de patrulla monitorizó más de 5.000 buques. Así, ayudó al conocimiento del entorno marítimo de la Alianza Atlántica. Su unidad aérea embarcada, un helicóptero SH60B de la Décima Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves, efectuó 50 operaciones aéreas en misiones de vigilancia de superficie y submarina.

La dotación de esta fragata es de 226 militares, hombres y mujeres, contando con un Equipo Operativo de Seguridad (EOS) de Infantería de Marina perteneciente al Tercio Norte, con sede en el Cuartel de Dolores de Ferrol. En este despliegue, contó además con un capellán castrense a bordo.