El equipo Hoyt (Wikipedia)

El equipo Hoyt (Wikipedia)

Opinión

El deporte y la vida, ejemplos de superación

El deporte ha servido para romper barreras y superar límites, también en Galicia.

17 abril, 2021 11:54

El mes pasado falleció Dick Hoyt, creador y parte del “Team Hoyt”, un hombre que nos enseñó  que no existen los límites y menos cuando el amor paterno empuja con todas sus fuerzas. Para  aquellos que no conocen su historia, el Equipo Hoyt estaba formado por un padre, Dick Hoyt, y  su hijo Rick Hoyt, que competían juntos en maratones, triatlones y otros desafíos. Rick tiene una  discapacidad adquirida al momento de nacer que le originó una parálisis cerebral. Dick lo llevaba  en una silla especial acoplada al frente de su bicicleta, lo arrastraba en un bote especial cuando  nadaban y lo empujaba en una silla de ruedas cuando corrían. Resultaba difícil decir quien  empujaba, si la fuerza del padre o la ilusión del hijo.  

Les recomiendo ver “Con todas nuestras fuerzas”, película inspirada en su  historia, que narra cómo el deporte puede ser motor de cambio, cómo consigue que las personas se  crezcan ante la adversidad y que los límites establecidos se conviertan en objetivos alcanzables.  Invita a destruir muros y barreras de la discapacidad y buscar puntos de unión en situaciones familiares complejas. "Papá, cuando corro, siento que no soy discapacitado", le decía a Dick su hijo  Rick. 

A veces no hace falta irse muy lejos para descubrir historias de superación. Si observamos a nuestro  alrededor, seguro que al lado de nuestra casa, ese desconocido con el que nos cruzamos cada día es  protagonista de su propia historia de superación.  

En A Coruña podemos encontrar muchas historias, como la de Rocío Alfonso Pita, que corre con su  hija Inés en esa gran familia que es el proyecto Marines Enki. Inés es una niña con síndrome de  Cornelia de Lange y trastorno del espectro autista, a la que correr la transforma y le arranca una  sonrisa. O Carmen América, deportista invidente, que participa en trails de montaña, entre otras  muchas actividades. El deporte ayuda a romper limites, a demostrar que con esfuerzo y dedicación aquello que hoy no puedes hacer, mañana seguramente sí.  

Estos ejemplos no significan que tengamos que correr maratones, triatlones u otras competiciones  para demostrar que no existen límites, que podemos con todo. Muchas personas se sacrifican en su  día a día por superar sus limites en tareas que para la mayoría resultan cotidianas. Lo que para unos  no supone ningún esfuerzo, para otros se convierte una barrera, en un límite y un esfuerzo sin  gratificación.  

Ahí está el mérito: no rendirse ante nada, saber que hoy te caerás pero te levantaras, y así hasta  conseguirlo. Da igual que sea subiendo una escalera, corriendo un maratón o cruzando un paso de  peatones, la cuestión es no rendirse.  

Ya lo decía Ramón Arroyo en su libro “Rendirse no es una opción”. Y, si no la han visto, les propongo también la película “100 metros”.