El deporte y la vida, ejemplos de superación
El deporte ha servido para romper barreras y superar límites, también en Galicia.
17 abril, 2021 11:54El mes pasado falleció Dick Hoyt, creador y parte del “Team Hoyt”, un hombre que nos enseñó que no existen los límites y menos cuando el amor paterno empuja con todas sus fuerzas. Para aquellos que no conocen su historia, el Equipo Hoyt estaba formado por un padre, Dick Hoyt, y su hijo Rick Hoyt, que competían juntos en maratones, triatlones y otros desafíos. Rick tiene una discapacidad adquirida al momento de nacer que le originó una parálisis cerebral. Dick lo llevaba en una silla especial acoplada al frente de su bicicleta, lo arrastraba en un bote especial cuando nadaban y lo empujaba en una silla de ruedas cuando corrían. Resultaba difícil decir quien empujaba, si la fuerza del padre o la ilusión del hijo.
Les recomiendo ver “Con todas nuestras fuerzas”, película inspirada en su historia, que narra cómo el deporte puede ser motor de cambio, cómo consigue que las personas se crezcan ante la adversidad y que los límites establecidos se conviertan en objetivos alcanzables. Invita a destruir muros y barreras de la discapacidad y buscar puntos de unión en situaciones familiares complejas. "Papá, cuando corro, siento que no soy discapacitado", le decía a Dick su hijo Rick.
A veces no hace falta irse muy lejos para descubrir historias de superación. Si observamos a nuestro alrededor, seguro que al lado de nuestra casa, ese desconocido con el que nos cruzamos cada día es protagonista de su propia historia de superación.
En A Coruña podemos encontrar muchas historias, como la de Rocío Alfonso Pita, que corre con su hija Inés en esa gran familia que es el proyecto Marines Enki. Inés es una niña con síndrome de Cornelia de Lange y trastorno del espectro autista, a la que correr la transforma y le arranca una sonrisa. O Carmen América, deportista invidente, que participa en trails de montaña, entre otras muchas actividades. El deporte ayuda a romper limites, a demostrar que con esfuerzo y dedicación aquello que hoy no puedes hacer, mañana seguramente sí.
Estos ejemplos no significan que tengamos que correr maratones, triatlones u otras competiciones para demostrar que no existen límites, que podemos con todo. Muchas personas se sacrifican en su día a día por superar sus limites en tareas que para la mayoría resultan cotidianas. Lo que para unos no supone ningún esfuerzo, para otros se convierte una barrera, en un límite y un esfuerzo sin gratificación.
Ahí está el mérito: no rendirse ante nada, saber que hoy te caerás pero te levantaras, y así hasta conseguirlo. Da igual que sea subiendo una escalera, corriendo un maratón o cruzando un paso de peatones, la cuestión es no rendirse.
Ya lo decía Ramón Arroyo en su libro “Rendirse no es una opción”. Y, si no la han visto, les propongo también la película “100 metros”.