Nuestro Ángel (Carracedo) de la guarda
Si existe una referencia del talento investigador gallego, ese es el doctor Ángel Carracedo. Un Ángel que desde su laboratorio nos guarda y protege para conservar ese tesoro al que llamamos Salud
19 noviembre, 2022 10:34La semana pasada se otorgaron los International Zendal Awards organizados por el grupo homónimo que, desde Porriño, lleva más de 30 años investigando en el desarrollo, fabricación y comercialización de medicamentos y vacunas para la salud animal y humana (la del COVID19 entre ellas). Tengo la suerte de contar con varios amigos que navegan profesionalmente en los 7 buques que conforman una de las principales armadas bioempresariales del mundo para luchar contra las enfermedades infecciosas y gracias a ellos, Andrés, Pablo, Bego, Esther o Bea, sus conocimientos y capacidades, estoy seguro de que el mundo es un lugar más seguro frente a la amenaza ciertamente constante de virus y bacterias.
Los Premios Zendal, se han convertido en tan sólo 3 ediciones en una cita imprescindible en la que celebrar el potencial científico y el talento investigador en el ámbito de la innovación y este año, además de las categorías de Salud Animal (Grupo de Vacunas y Parasitología Molecular del profesor Larraga) y Salud Humana (estrategias de control de bacterias multirresistentes de la investigadora Pilar Domingo Calap) han reconocido a través de un merecido homenaje la trayectoria de uno de los investigadores a los que más admiro, el doctor Ángel Carracedo.
Ángel, para los pocos que no lo conozcan, es catedrático de Medicina Legal de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), director de la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica y coordinador del Grupo de Medicina Xenómica. Es uno de los mayores referentes a nivel mundial en el área de Medicina forense, ha publicado 12 libros y 550 artículos en revistas internacionales incluyendo Nature, Science o NatureGenetics y forma parte de diversas sociedades científicas de relevancia internacional, entre ellas la Academia de Medicina y Cirugía de Galicia.
Carracedo es, sin duda alguna, un ángel de la guarda para la salud de la humanidad. Sus investigaciones en el ámbito de la genética forense y la farmacogenética permiten identificar con mayor precisión y agilidad la causa de múltiples enfermedades así como la eficacia de tratamientos contra ellas. Ángel ha contribuido además a la revolución internacional en el campo de la identificación genética a nivel internacional y, desde su grupo, se han identificado marcadores asociados a factores como la raza, el origen geográfico o la conservación del ADN que han permitido analizar parentescos a partir de la saliva de un sello en una carta de hace más de 50 años, identificar víctimas de catástrofes internacionales o esclarecer crímenes en colaboración con autoridades como Scotland Yard o la interpol que, seguramente, de otro modo quedarían impunes. Pero no solo eso, sino que actualmente, Ángel, en un maravilloso dueto con la catedrática de farmacología de la USC Mabel Loza, promueve y coordina “Cáncer Innova” la Business Factory especializada en el desarrollo temprano de fármacos contra el cáncer y que ha contribuido a posicionar a Galicia como uno de los biopolos de desarrollo farmacéutico más importantes del mundo en un ecosistema biotecnológico regional cada vez más competitivo y reconocido.
Pero Ángel no solo es un referente e inspiración para científicos de todo el mundo (entre los que por supuesto me incluyo) sino un ejemplo de buena persona, y ese, amigo mío, es el premio más importante que te pueden dar.
Siempre con la puerta abierta para todos, siempre con una sonrisa, siempre con un buen consejo, siempre atento y siempre comprometido con la educación de las nuevas generaciones, Ángel, abre las puertas de su laboratorio a cientos de estudiantes cada año y visita decenas de centros escolares para charlar con ellos y enseñarles lo maravillosa que es la ciencia en general y la genética en particular. Lo hace con la humildad que siempre lo ha caracterizado y con una capacidad divulgativa inigualable. Conozco a muchos y muchas, que en una de esas charlas decidieron que su futuro estaría dedicado a la investigación y ahora invierten su talento trabajando incansablemente desde nuestras universidades y hospitales a cumplir ese primer y más importante deseo que todos formulamos cuando soplamos velas o brindamos, Salud.
La vida me regaló el privilegio de compartir espacio-tiempo profesional él y su equipo durante 2 años. Podría decir que en ese tiempo aprendí muchas cosas sobre cómo los genes determinan nuestro camino como individuos, como sociedad y cómo especie, pero lo cierto, es que lo más importante que aprendí es que lo que hace a alguien extraordinario no es solo su cerebro, sino su corazón.
Recuerdo que un día me comentó que viene de una abundante saga familiar de fareros y que inmediatamente pensé en que él también ilumina con todo lo que hace y a todo el que tiene alrededor. Supongo que algo debe de haber relacionado con ello en los genes de los Carracedo.