Guía práctica de moda para sobrevivir al Veroño sin despeinarte
Ya es otoño, querida, después de tus instagrameables vacaciones de verano regresas de vuelta a tu hogar
Ahí es cuando te das cuentas que tienes una conversación pendiente con el armario ¿verdad? Si eres sincera, lo primero que se te pasa por la cabeza es salir corriendo y dejarte llevar por cualquier distracción, pero sabes que, al día siguiente, nada más levantarte por la mañana, esa conversación te perseguirá el resto de tu día.
Sabes que, si sigues así, empezarás tu día sin saber cómo vestirte y eso es algo que te hará perder tu tiempo y tu paciencia. Posiblemente, te haga llegar tarde a cualquier sitio, por no hablar de los sofocos que te produce pensar que la mitad de la ropa que llevas te sobrará en unas horas o que terminarás tiritando, porque la app del tiempo del smartphone te ha engañado como a una china, otra vez.
Lo siguiente que se te puede ocurrir, es una solución rápida y muy atractiva, que es pensar en que necesitas ir de compras. Preferirás procrastinar todo el lío que actualmente tienes en el armario, e irás corriendo en busca de todo lo nuevo que te rescate de esta situación ¿Sabes a que me refiero verdad?
Vas del armario a la tienda y de la tienda al armario, otra vez en el mismo sitio con el mismo problema y con nuevos intrusos, porque te has comprado algo que ni necesitas ni te va a sacar del lío que tienes montado, OMG! ¡SÁCAME DE ESTA!
Ponte manos a la obra, después de todo esto, llega tu momento de la verdad…
Te voy a contar mi metodología de solamente 5 pasos para tener claridad en el armario:
1. Mantener, 2.Desprender, 3.Guardar, 4.Sacar, 5.Analizar
Este método te va a ayudar a seleccionar lo que tienes que guardar hasta la próxima temporada de primavera-verano y lo que tienes que seguir vistiendo hasta la próxima revisión.
Toma nota: será en noviembre, que es el otoño profundo o pre-invierno. Si sigues esta metodología, el resultado de hacer estos chequeos (dos por estación) será un armario funcional y duradero, donde la acumulación es inexistente, las compras son inteligentes y todo lo que se ve y se tiene, se usa.
El siguiente paso es la cantidad, la cifra mágica también es 5. Significa que puedes seleccionar 5 prendas de cada categoría o comprar más si necesitas llegar a esta curiosa cantidad.
Ahora te lo explico por categorías:
5 prendas de exterior (incluye cazadoras, chaquetas, abrigos, chalecos, cortavientos o chubasquero), 5 pantalones, 5 faldas o vestidos, 5 camisetas, 5 camisas o blusas, 5 jerséis o chaquetas de punto, 5 pares de zapatos y 5 bolsos en total.
La cifra en otros complementos es 3:
3 bufandas o pañuelos, 3 pares de pendientes, 3 collares, 3pulseras, 3 gafas de sol, 3 sombreros o gorras, 3 pares de guantes, 3 accesorios para el pelo y 3 cinturones. Repito, son tres complementos máximo de cada tipo, con esto, tienes abundantes looks mezclándolos entre sí. Si eres capaz de seguir estas cantidades, te aseguro que comprarás con inteligencia económica, usándolo absolutamente todo, con la formula guardar-sacar variaras tu vestuario de forma recurrente y disfrutarás más de lo que tienes.
1. Mantener durante el veroño las prendas de lino, seda o satén que se puedan mezclar con punto de lana o cuero. Las sandalias de piel, aprovéchalas siempre que la temperatura te lo permita.
2. Despréndete de todo aquello que ya no te representa con quien tú eres a día de hoy, cada año evolucionas y eso tiene que verse reflejado en tu identidad. Recuerda que para atraer algo nuevo a tu vida, tienes que dejar huecos libres que llenar.
3. Guarda la rafia, las alpargatas, los cestillos y las rayas marineras para la próxima primavera-verano.
4. Saca ya los botines y botas menos abrigadas que tengas y los primeros abrigos más ligeros y finos. Es el momento de empezar a disfrutar de las sensaciones del punto cashemire y de la lana.
5. Analiza, analizar es el punto más importante, si no lo haces, no puedes mejorar. Analiza lo que ahora tienes en el armario, hazte preguntas, pregúntate si te sientes cómoda y pregúntate nuevamente si te representa, lo que no pase este filtro sustitúyelo de inmediato. Es el camino para sentirte bien y agradecida con lo que tienes cada día sin excepción.
Terminados estos cinco pasos, es el momento de colorear tu armario. Los colores de la temporada son todos los de un paisaje otoñal en su esplendor, que nadie venga a descubrirte la penicilina: amarillos, marrones, magentas, violeta, cobres, dorados, naranjas, granates, rojos, rojizos, crema, azules verdosos y azul marino. El azul marino, es el nuevo negro en otoño y el negro deja de ser el protagonista y se combina con marrón chocolate, tonalidades terrosas y neutras como el blanco, el hueso o el marfil.
El truco para acertar con las capas de ropa es, la técnica de la castaña:
Esta técnica es tan infalible como simpático su nombre, significa que la prenda que llevas debajo de lo que se ve en el exterior, sea más fina, sin superar las dos capas. La exterior/capa erizo es la que te protege de la lluvia o fresco y la segunda, es la que te viste como la cáscara marrón, que viste a la castaña.
Con todo lo que ahora sabes, sí puedes ir de compras sabiendo que buscar, en que cantidad y cuáles son los colores de la temporada, además ahora ya sabes cómo afrontar la estación con un método y una estructura que te permitirá disfrutarla sin despeinarte.