El humorista gallega, Manuel Manquiña

El humorista gallega, Manuel Manquiña Cedida

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Entrevista a Manuel Manquiña: "No hay humor si no eres capaz de reírte de ti mismo"

El actor ejercerá de maestro de ceremonias en el décimo aniversario de ‘Noites de Retranca’, que este sábado llega al Teatro Colón de A Coruña

24 enero, 2020 11:27

Actor, humorista, músico. A Manuel Juan Francisco del Cristo de la Victoria Prieto Comesaña, conocido artísticamente como Manuel Manquiña (Vigo, 1953), no le queda ningún capricho por cumplir tras más de tres décadas de carrera profesional.

Nacido en Vigo, este popular artista gallego dice sentirse en casa cada vez que viene a A Coruña, ciudad en la que residió 20 años de su vida. Quizás, "lo más bonitos", declara.

Y a la ciudad herculina llega este sábado, acompañando a otros dos grandes del humor gallego, Luis Zahera y Rober Bodegas, para celebrar el décimo aniversario de ‘Noites de Retranca’. Antes estará en Narón y un día después, el domingo, llevará su espectáculo ‘Relatos Negros’ a Sada.

Un maestro de ceremonias

Diez años de Noites de Retranca, un show por excelencia en Galicia. ¿Qué supone para ti participar en este espectáculo?

Teniendo en cuenta que yo estuve en la primera edición de Noites de Retranca hace diez años en Ourense con Sergio Pazos y Javier Veiga, te sientes como de la casa. A mí me hace mucha ilusión haber estado en esta primera edición hace diez años. La verdad, no pensamos que el asunto iba a durar tanto. No lo pensábamos nosotros, los dos productores tenían una fe ciega en el asunto.

Todo empezó con una llamada de teléfono que me hicieron proponiéndome participar en esto y yo les dije: ¡Oye, yo no hago monólogos! "Sí, escribe uno, va a funcionar muy bien", me dijeron. Así comenzó todo.

Todo por casualidad

Por casualidad… por insistencia y por fe ciega de ellos en el asunto. De hecho ellos se reían muchas veces con que no les iban a tomar en serio, incluso los propios humoristas dudábamos de un proyecto a largo plazo. Y ya ves, es un espectáculo de humor que lleva mucho tiempo.

¿Hay mucha retranca en el espectáculo?

Aquí han participado humoristas de todas partes, pero la gran mayoría con humor retranqueiro. La retranca siempre la hubo.

¿Cuál es tu papel en este espectáculo?

Después de diez años me pedían que volviese a actuar, pero yo les pedí que me dejasen ir de maestro de ceremonias. Quería aportar una visión global, un todo a este espectáculo para que no solo sean unos humoristas que salen individualmente. Para ello hace falta la figura del maestro de ceremonias, de presentador, y con Los Fabulosos Weekend, que es la base musical extraordinaria para poder presentar.

La idea es que cuando salga el humorista el público esté muy dispuesto. Es como cuando vas a un restaurante y te van dando los platos del primero al último de una forma pensada.

Como maestro de ceremonias, tampoco faltará el humor, ¿no?

No, claro. Tú ya haces una intro en la que se hace una presentación para la gala y después hago una introducción del humorista en función de su monólogo. Si uno va a hablar de la familia, yo no voy a hacer la intro hablando del cambio climático.

El humor con tintes gallegos

Tú realizas personajes de humor relacionados con el rural gallego, ¿por qué hay esa tendencia en Galicia de recurrir al humor autoridiculizante?

No hay humor si no eres capaz de reírte de ti mismo. Yo creo que una de las misiones que tenemos los humoristas es saber conocer la sociedad que tienes. Por ejemplo un personaje es el de bata de cuadros. Tú vas por la carretera de Santiago a A Coruña y ves a las señoras vendiendo grelos con la bata de cuadros.

Hay que llevar con inteligencia la forma de reflejar la propia realidad cultural ya sea rural o urbana. Lo cierto es que todavía no hemos trabajado la figura urbana, aunque David Perdomo trata el lenguaje del Koruño.

"Hay que llevar con inteligencia la forma de reflejar la propia realidad cultural"

¿Queda mucho por explorar en el humor gallego?

Por ejemplo, siempre que hablamos de la movida (la movida de Vigo, de los 80) no lo hacemos desde la otra vuelta que tiene. Siempre vendemos la parte brillante. Hablo de la movida viguesa porque es la que me viene a la cabeza, pero puede ser la ferrolana, la coruñesa…

Tu carrera empezó hace años y diste el salto a la fama con el personaje de Pazos en Airbag ¿Todavía te sigue persiguiendo?

Hay gente que te sigue viendo como ese personaje, pero lo cierto es que los actores no tenemos la visión que tiene el espectador. Esto me lo contaba también Lucas Vázquez, el futbolista gallego, que ellos no viven los partidos con el nervio y la pasión de los aficionados, aunque estén a unos minutos del empate.

En el caso de los actores, hay algunos personajes que el actor ve como un éxito y, sin embargo, no quedan en la memoria colectiva como sí ocurre con otros.

Es cierto que a mi entorno hay algunos personajes que le producen auténtica repulsión. Por ejemplo, el personaje de Abellán a mi mujer le daba mucho asco y me decía que lo modificara, y de hecho me hicieron modificarlo. Era un personaje que siempre estaba supurando heridas y era muy asqueroso, pero yo lo adoraba.

Fotograma de Airbag

Fotograma de Airbag

Además de Abellán, ¿qué otros personajes guardas con especial cariño?

A Zaratustra también le tengo cariño. Era un personaje que hice en ‘El robo más grande jamás contado’, de Daniel Monzón. Llevaba una transformación física muy importante; además era un personaje que tenía distintos grados de locura y yo disfruté mucho creándolo. Es cierto que no los creas en absoluto, no llegas al principio de la película con todo el personaje creado, va creciendo. A veces empiezas a rodar por la mitad y el personaje ya tiene que estar creado; pero yo salgo con un patrón general, con una masa madre, que luego lo voy completando a lo largo del trabajo.

Sus comienzos en televisión

Tenías 30 años cuándo empezaste en el mundo de la televisión. ¿Cómo fuiste a parar ahí?

Por una serie de coincidencias. Porque un tipo que hacía televisión me vio encima de un escenario con una serpiente pitón que metía su cabeza en mi boca y luego yo explotaba un par de bolsas de sangre, y aquello daba un efecto muy de cabaret. Este dijo: "Si junto a este con Morris, esta pareja de zumbaos me va a dar un show". Y empezó a manejarnos como marionetas.

¿Cómo recuerdas esos inicios?

De mucha entrega. En general, yo sigo entregándome con muchísima ilusión. Pero de aquella todo era nuevo, la casa era nueva, la TVG. El audiovisual del 88 y 89 nada tiene que ver con el de ahora, que es mucho más maduro, más resabiado. Es más dificil sorprender, pero en aquel momento todo era nuevo y a todo le ponías una gran entrega y muchísima ilusión.

¿Cómo ves el audiovisual gallego?

Todo el mundo dice que es magnífico, que está muy bien. Yo creo que hay cosas que están muy bonitas como, por ejemplo, la serie O sabor das Margaridas que está triunfando en Netflix, una plataforma muy exigente, y eso es un éxito para todos. Todos recordamos éxitos como Matalobos, Libro de Familia, pero veo que a veces nos cuesta luchar con otras opciones. Es necesario, además de tener equipo, contar con material. Y en Galicia hay mucha dependencia de la TVG.

La cultura siempre es el punto flaco de lo gobiernos. ¿Qué le pides al nuevo gobierno de España?

Yo no soy muy amigo de cargar en los gobiernos todo el peso de la cultura; de favorecerla, sí. Está bien la ayuda, pero creo que hay que abrir la cultura, tanto de música, audiovisual… Son necesarios más sitios donde expresar la creatividad.

Tiene que haber la opción de fomentar estas actividades, al margen de la parte económica. Por ejemplo, potenciar la cultura en los barrios, en los clubes de aldea… Pedir está bien pero hay que saber qué se pide. Yo creo que lo mejor es dar opciones para que todo se puede crear. después los canales de distribución según las necesidades. No puede ser una estructura fija de cultura, hay muchos modelos de los que se puede aprender. Pero no soy muy amigo de cargarlo todo al presupuesto (se ríe) .

"Yo no soy muy amigo de cargar en los gobiernos todo el peso de la cultura, pero sí de favorecerla"

Ya son muchos años de profesión, ¿Qué tal lleva un vigués actuar en A Coruña?

Yo viví 20 años en A Coruña por placer y fueron de los más bonitos. Yo viví en Coruña por pura elección. Para mí Coruña es como estar en casa, de hecho siempre me encuentro a alguien conocido. Tengo una hija que vive en Coruña.

Después de tantos años de carrera profesional, ¿uno sigue poniendose nervioso antes de subir a un escenario?

No, nervioso no me puse nunca, siempre fui bastante inconsciente. Pero lo cierto es que el humor es una disciplina muy particular, ligada al sentido del humor de cada uno: lo que ayer gustó a lo mejor al día siguiente no hace gracia al público.

Después de Noites de Retranca, el domingo toca Sada.

El viernes estoy en Narón, el sábado con doble función en A Coruña y el domingo en Sada con ‘Relatos negros’. Como su nombre indica, ‘Relatos Negros’ tiene humor, pero está basado en historias de crímenes. El personaje es un criminólogo aficionado que cuenta estas historias a un auditorio, y para ello se apoya en una serie de ilustraciones.

Ya para terminar, ¿cuáles son los próximos proyectos de Manquiña?

No tengo próximos proyectos. Sería dar continuidad a ‘Relatos Negros’, la banda tiene su funcionamiento…. Pero si me preguntas por proyectos de cine o televisión, no tengo ningún proyecto.

¿Te queda algo pendiente por hacer?

Antes tenía pendiente ser bala humana, pero ahora me asusta. Soy un poco más cagado, así que ya no tengo nada pendiente.Ya no tengo ningún capricho. Estoy abierto a otras propuestas pero sin zascalinear demasiado.