Tesón y conciencia han convertido la playa ferrolana de Caranza en un espacio accesible

Caranza es un barrio concienciado con el colectivo de personas con discapacidad y, probablemente, esto tiene que ver con el hecho de que allí viven dos vecinas que, desde el minuto cero, apostaron por convertir el barrio ferrolano en referente en materia de accesibilidad universal. Las mejoras acometidas en la playa de Caranza son un paso hacia el cumplimiento de los objetivos de la presidenta de la asociación de vecinos, Mapy Venancio, y de Paula Gárate, máxima responsable de la histórica asociación de personas con discapacidad, ASCM.

Hace más de un año, en una mesa de picnic, comenzaban las conversaciones de estas dos vecinas con el edil de Urbanismo, Julián Reina, para trasladarle la necesidad de dotar al barrio de espacios en el que todas las personas pudieran disfrutar de un modo inclusivo.

La Asociación Sociocultural ASCM, que lleva más de 30 años al servicio del colectivo de personas con discapacidad, expuso a Reina los motivos por los que creían que la playa de Caranza sería un buen punto de partida para trabajar en la accesibilidad de los arenales ferrolanos y, desde la Asociación de Vecinos, se le trasladó al concejal la posibilidad de dotar al barrio de más servicios aptos para todos, arrancando el compromiso de un parque accesible en Fontelonga.

Tesón y conciencia que, gracias a la implicación municipal, han permitido que se estén ultimando los detalles para que Caranza pueda presumir de playa accesible y que ya han arrancado los primeros alabos de personas con problemas de movilidad que han querido acercarse a la zona para poder disfrutar del escaso sol, eso sí, que estamos teniendo este verano.

Usuario en silla de ruedas disfrutando de la zona de sombra. Foto: Carmen Rodríguez.

Duchas a cota cero, zona de sombra y una pasarela que permite al colectivo de personas con movilidad reducida acercarse hasta la orilla, son algunas de las nuevas infraestructuras del arenal.

Pasarela

Zona de sombra

Vista del arenal

Zona de duchas.

Intervención que se completará con nuevos bancos y zonas de esparcimiento inclusivas y con la posibilidad de uso de los elementos de apoyo, adquiridos por el ayuntamiento, como: bastones, sillas anfibias y andadores.

Mejoras que se gestaron a tres bandas, la del colectivo vecinal, la administración pública y el Tercer Sector, materializando la idea de que la participación ciudadana puede contribuir a crear un Ferrol para todos.

A la sombra de los árboles echó a andar este proyecto que, muy pronto, presentarán oficialmente sus artífices, en el mismo emplazamiento, y que permite, además, al barrio de Caranza enorgullecerse de un arenal en el que todas y todos los ferrolanos tenemos cabida.

Ferrol se sube al carro de la inclusión, algo que ya han hecho otros ayuntamientos de la comarca, como Valdoviño, que, en colaboración con la asociación ‘Aprende a Voar’, puso en marcha un proyecto inclusivo en ‘A Frouxeira’.