Mónica y Carlos posan durante una etapa del Camino

Mónica y Carlos posan durante una etapa del Camino

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Descubre la magia de hacer el Camino de Santiago en pareja: La experiencia de Mónica y Carlos

Mónica, de Granada, y Carlos, de Melilla, se animaron a hacer juntos el Camino desde Ponferrada, aprovechando los pocos días libres de los que disponían. Esta pareja nos cuenta ahora cómo ha vivido esta experiencia de amor a prueba de ampollas y agujetas

13 abril, 2022 14:51

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Organizar de forma conjunta una experiencia de varios días (o semanas), pasar 24 horas compartiendo el mismo espacio, tomar decisiones en situaciones de cansancio casi extremas… Hacer el Camino de Santiago en pareja puede suponer una prueba de tolerancia, respeto y empatía para los dos implicados en la experiencia. Y sí: también puede resultar una prueba de amor.

Mónica tiene 27 años y Carlos tiene 33. Ella es de Granada y fisioterapeuta, y él de Melilla y policía local. A esta pareja le encanta caminar al aire libre y no se han asustado para nada ante la idea de hacer juntos el Camino desde Ponferrada, combinando los pocos días libres de los que disponían.

En una época en la que la pandemia y el confinamiento parecen haber llevado a muchas parejas a replantearse su relación, hablamos con dos personas que han sabido aprovechar las circunstancias para forjar un vínculo a prueba de ampollas y agujetas.

Mónica y Carlos durante una etapa del Camino

Mónica y Carlos durante una etapa del Camino

¿Cómo surgió la idea del Camino de Santiago? ¿Por qué esta experiencia y no otra?

La idea de hacer el Camino surgió de una conversación en la que ambos coincidimos que era algo que nos gustaría hacer desde hace mucho tiempo. Nos gustaba la experiencia que te ofrece el Camino, como el desconectar de la rutina cotidiana, el sentirnos libres y sin presiones, conocer gente (peregrinos), probar la gastronomía del norte, siendo nosotros tan
del sur…

¿Habéis tenido muchas discrepancias a la hora de elegir albergue, el Camino en concreto…?

Realmente fluíamos, por lo que en ningún momento hemos tenido discrepancias. Ambos buscábamos opciones y la que más nos gustaba a ambos, ahí íbamos. Desde el momento uno, el viaje fue sin planificación, a la aventura, dejándonos envolver por la magia del camino.

¿Creéis que el Camino ha servido para conoceros mejor el uno al otro o para poner a prueba vuestra relación?

Somos una pareja que, aunque no llevamos mucho tiempo juntos, consideramos que nuestra relación está bastante consolidada y a todo eso le añadimos nuestro afán por el deporte, el vivir experiencias nuevas, el aire libre, conocer todo lo que nos pongan delante… Por lo tanto, no ha tenido nada que ver el poner a prueba la relación.

Mónica y Carlos se besan frente a Catedral de Santiago

Mónica y Carlos se besan frente a Catedral de Santiago

¿Qué beneficios os ha aportado esta experiencia de forma individual?

Carlos ha conseguido aliviar el estrés post-oposición que tenía después de estar casi 3 años estudiando y trabajando sin apenas salir de su rutina, además de todo lo que aporta el Camino: en resumen, salud tanto física como mental. Aunque hemos de reconocer que de lo mejor que nos llevamos de esta experiencia es una nueva amistad con Luis, un peregrino
de Madrid con el que hemos compartido gran parte de la aventura.

Y yo, Mónica, pues comparto bastantes cosas con Carlos. Quizás la necesidad de evadirnos del día a día y darnos cuenta que hay muchas cosas más allá a parte del trabajo y todo lo que supone una rutina adulta. A esto, añadirle la capacidad que hemos tenido de superar cualquier dolor físico provocado por el cansancio y seguir adelante sin pensamientos de abandonar: creo que esto ha sido una de las cosas más importantes que
hemos aprendido juntos

¿Qué consejos daríais a otras parejas que quieran vivir esta experiencia como lo habéis hecho vosotros?

Primeramente, es necesario ajustar tu condición física a las respectivas etapas a realizar, ya que esto va a permitir que el camino te sea más llevadero. En segundo lugar, un buen calzado y ropa cómoda sin excederse en el peso, ya que la mochila va a ser tu mejor aliada en el camino.

En definitiva, el consejo sería que no organicen nada, que se dejen llevar y que disfruten cada paso que dan en el camino, porque nunca sabrán si volverán a ese lugar, o en el caso de que vuelvan hacerlo, no va a ser igual que el anterior.

“Disfrutad cada paso, disfrutad del Camino y no penséis en llegar los primeros a la meta.”