Un grupo de niños durante una excursión.

Un grupo de niños durante una excursión. Ana Varela – EP

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La brecha económica de los viajes de fin de curso de A Coruña: "Hay alumnos que se quedan fuera"

No hay una norma que determine qué tipo de excursión tiene que organizarse en cada curso, los centros eligen. El coste en Primaria puede alcanzar los 200 euros y Secundaria llegar a los 600

24 junio, 2024 05:00

El viernes terminó el curso escolar 2023-2024. Pero antes de que los profesores repartan las notas es tradición que los alumnos de Primaria y ESO hagan una excursión de fin de curso para despedirse de compañeros, amigos y profesores antes del verano. Los viajes más impresionantes suelen coincidir con "el fin de etapa". Es decir, el último curso de Educación Primaria y el último de Secundaria.

No existe una norma que determine qué tipo de excursión tiene que organizarse en cada curso, es una elección que corre a cargo de los centros. Hay colegios e institutos que apuestan por viajes más exclusivos y otros que priman la cercanía abaratar costes.

El precio final de la factura es uno de los factores que más condicionan que un escolar pueda formar parte o no de ese esperado viaje. Los más afortunados pueden costear sin ningún problema estas actividades, pero también hay familias que sencillamente no pueden asumir una factura de 100, 300 o 600 euros. Otras, conscientes de sus limitaciones y a base de renuncias, consiguen reunir el dinero necesario para pagar el precio del viaje. Esta es la brecha económica de las excursiones de fin de curso en A Coruña.

Educación Primaria: excursiones de pocos días y de bajo coste

El presidente de la Asociación de Directores de Centros Públicos da Coruña, Antonio Leonardo Pastor, asegura que en la mayoría de centros en la Educación Primaria se planifican excursiones teniendo en cuenta las limitaciones económicas de las familias.

Además de buscar opciones económicas, los centros ingenian fórmulas para facilitar la recaudación. Un ejemplo es el reparto de rifas de forma gratuita para que los niños puedan venderlas a su círculo de confianza o mismo en la calle y, así, obtener un pequeño empujón económico.

En el centro que dirige Antonio Pastor, el Curros Enríquez, los alumnos de primaria realizan una pequeña excursión de tres días a estación de esquí de Leitariegos, en León. El coste de este viaje ronda los 260 euros con comida, estancia y actividades incluidas y asegura que "hay muchos niños que se costean el total de la excursión vendiendo rifas".

Reconoce que el coste de estos viajes varía en función de la tapa escolar en la que uno se encuentra. "A mí no se me ocurre organizar un viaje a Madrid por 500 euros", detalla este director de A Coruña. Defiende que, por lo general, cerca de la mitad de la clase suele realizar el viaje de fin de curso y piensa que aquellos que no están condicionados por la economía.

Las actividades en infantil son similares en la mayoría de centros de A Coruña. En Zalaeta, por ejemplo, apuestan por una visita a una granja escuela; en Manuel Murguía, visitan el albergue de Gandarío durante dos días; Ramón de la Sagra, uno de los más ambiciosos, en 6º de Primaria organiza un viaje de seis días a Portugal, aunque en este caso es una actividad organizada por ANPA y familias. Cada centro tiene su forma de actuar.

Excursiones en Secundaria: grandes capitales europeas

A medida que los alumnos van avanzando en la etapa escolar y las hormonas van tomando protagonismo, los viajes se tornan más completos y más caros. Una vez más, cada centro elige el modelo por el que apuesta: uno enfocado a grandes viajes a capitales europeas y otro de pequeñas escapadas en los que el deporte y la naturaleza son los protagonistas.

La directora del instituto más antiguo de Galicia, el Eusebio da Guarda, y presidenta de la asociación de directores de Institutos de Galicia, Isabel Ruso, confirma que cada maestrillo tiene su librillo y que las excursiones de fin de curso varían mucho dependiendo el instituto que se mire.

Excusión a Lisboa

Excusión a Lisboa

No obstante, hay algo que comparten todos los centros: "Todos entienden que sí, a lo mejor hay algún alumno que se queda fuera por tema económico, pero se intenta evitar". Pero, ¿cómo se hace? Ruso explica que es habitual que los colegios e institutos busquen facilidades que puedan facilitar el pago de la factura final: pagar a plazos, repartir rifas, vender bocadillos en el recreo y crear un bote…

En el centro que ella dirige, por ejemplo, apuestan más por excursiones de un día o programas de intercambio con otros centros de Europa, que permiten a los alumnos viajar sin gastar tanto dinero.

Otros compañeros, no obstante, sí que priman este tipo de viajes. Isabel Ruso enumera algunos de los destinos elegidos por diferentes centros de A Coruña para la excursión de fin de curso de 4º de la ESO: Lisboa, París, Madrid, Gran Bretaña, Pirineos, etc. El coste medio de estos desplazamientos es de 500 o 600 euros.

Casos de vértigo: 1.200 euros por un viaje en la ESO

Alba Vieites vive en Cee. Allí también vive su hermano Fran, que este año terminó 4º de la ESO y para celebrarlo se apuntó a la excursión de fin de curso del colegio: un crucero por el Mediterráneo. La factura que tuvo que pagar la familia fue de 1.200 euros, un precio "bastante caro" que no todo el mundo puede asumir.

El viaje duró ocho días y tenía la pulsera de "todo incluido". Para Fran "ha sido el mejor viaje de su —corta— vida". "En mi caso somos cinco casas y colaboramos todos para que el peque pudiese ir", explica Alba. Al apoyo familiar se sumaron iniciativas del propio colegio como rifas, mercadillos y otras actividades.

El viaje en cruceros se eligió por votación popular, las familias dieron su opinión sobre las tres propuestas que el centro barajaba en ese momento: un crucero por el Mediterráneo, Mallorca o Gran Canarias. Para la mala suerte de las economías más humildes, ganó el crucero. "Mi madre, de hecho, votó una diferente al crucero", explica Alba.

"Sí que considero que se tiene que hacer una excursión de fin de curso y tiene que ser algo especial, pero esto es mucho dinero", reconoce la hermana de Fran. Habla con conocimiento de causa, es maestra y es consciente que las excursiones pueden llegar a excluir a las familias con menos recursos. Ella misma ha llegado a pagar excursiones de alumnos propios: "Fuimos al parque zoológico de Marcelle con alumnos de Educación Primaria y una alumna no podía pagar los 30 euros de gastos. Al final nos juntamos los profesores y lo pagamos nosotros para que pudiese ir", dice.