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La Urbana, un “bar de barrio” escondido en el centro de A Coruña
Hablamos con César y Luis, dueños del local de hostelería que convirtió una zona semiabandonada en una referencia del ocio coruñés
5 abril, 2019 09:19A punto de soplar las velas de su sexto aniversario. Allá por el mes de abril de 2013 dos amigos hacían realidad su sueño de montar juntos un bar. La Urbana abría sus puertas en el corazón del Orzán de A Coruña, en la Plaza José Sellier- coloquialmente conocida como la Plaza de La Urbana-.
Algunos hosteleros con ojo se fijaron en esta plaza, que surgió del derribo de un edificio, entre ellos César y Luis. En plena crisis económica, estos dos amigos emprendedores decidieron abandonar el paro y montar su propio local de hostelería. Y no les esta yendo nada mal.
En estos seis años La Urbana se ha convertido en uno de los establecimientos de moda y ha logrado convertir una zona que estaba semiabandonada y degradada en un punto lleno de vida. Ahora, a su alrededor ya no hay bajos vacíos, sino más bares y tiendas con un toque diferente.
Para tener el local casi siempre lleno, La Urbana apuesta por cubrir varias franjas horarias. Así, de lunes a viernes ofrecen un plato del día. Los sábados y domingos son famosos los callos en horario de vermut. Y llegada la noche, La Urbana se convierte en uno de los locales de parada obligatoria para tomar una copa.
Es martes, cuatro de la tarde. En el interior del local los clientes están terminado de saborear el plato del día, mientras que en la terraza hay gente tomando su café aprovechando los rayos de sol que se cuelan entre los edificios a esas horas. Allí, en un mesa están César y Luis. Con un par cafés sobre la mesa, nos disponemos a hablar sobre su negocio, que el próximo viernes 12 de abril celebra su sexto aniversario.
La Urbana, la ilusión de dos amigos
-A punto de cumplir seis años del nacimiento de La Urbana, ¿Qué tal esta siendo la experiencia?
César: Bien, no nos podemos quejar. Desde que abrimos hemos ido creciendo año a año. Se ha notado que han abierto negocios nuevos, que hemos hecho zona y que esta sigue creciendo.
-¿Cómo surgió el concepto de La Urbana?
César: Surgió de llevar años diciendo “Tenemos que montar un bar”. Cada uno nos dedicamos a otras cosas: Yo, en marketing; y él (Luis) es arquitecto; y nunca teníamos tiempo. Lo típico que salíamos de fiesta y siempre decíamos: “Tenemos que montar un bar, tenemos que montar un bar. ¿Te imaginas que tú y yo montamos un bar?”. Estábamos siempre así y un día tomando algo vimos esta esquina (donde ahora se ubica La Urbana) vacía y, además, nos coincidió que estábamos los dos en paro, en plena crisis…
Luis: Era un poco por la necesidad. Lo que no hicimos por cobardía en otro momento, al final no nos quedó más remedio
–¿Por qué os decantasteis por esta ubicación?
Luis: Hubo un plan de negocio serio. Era un triángulo de las bermudas en la ciudad que no tenía sentido no aprovecharlo. Objetivamente todo pintaba que tenía que funcionar. Tú puedes abrir un concepto muy bueno en una zona alejada y todo depende de ti mismo, sin embargo aquí había otro tipo de energías que estaban sin aprovechar.
César: Gran parte del éxito es la ubicación. Aquí- en A Coruña- no hay cultura de terrazas como en otras ciudades, lo que es estar en un terraza en un plazita sin coches al lado. Estaba María Pita hasta que le montaron esos cubos- las terrazas de los locales de hostelería-.
–Apostasteis por una zona que estaba semiabandonada…
César: Era una zona muy muerta. En esta plaza había botellón, prostitución, peleas… De hecho nos costó mucho conseguir financiación cuando íbamos a los bancos. Les decíamos que queríamos montar un bar aquí y nos llamaban “locos”, se preguntaban “cómo iba a funcionar un bar en esa zona”.
– ¿Cómo ha evolucionado la zona?
César: Cuando abrimos apenas vendíamos café, la gente evitaba meterse por estas calles, la gente iba por San Andrés o por el Paseo Marítimo pero estas calles las evitaban porque eran oscuras. Sin embargo, ahora la gente pasea tranquila por esta zona. Cuanto más transeúnte hay, más café se toma.
Luis: La zona sigue creciendo, ya apenas hay bajos vacíos, los van colonizando.Y todas las mejoras han sido desde la iniciativa privada, tanto en esta plaza- la de José Sellier- como la cercana plaza A Cormelana. Tuvo que venir el privado y decir que montaba un bar. A nosotros nunca nadie nos ayudó, ni el ayuntamiento ni empresas…
Cuando se peatonalizó la zona no hubo un plan social que lo acompañase; al igual que ocurre con la rehabilitación de los edificios. Tendría que haber un esfuerzo mayor por parte de las administraciones.
César: Nosotros también forzamos que estén pendiente, estamos continuamente llamando al Concello para que vigilen la zona y rieguen las plantas.
–La Urbana se ha convertido en uno de los establecimientos que mejor representan el ambiente de modernidad ¿Cuál es el perfil de público?
César: Yo creo que la gente está engañada, es un bar de barrio.
Luis: El tema está en el concepto de lo que la gente piense que es moderno. Yo creo que es un bar tolerante, donde viene la señora, la puta de allí, el moderno, dos chicos que se están besando…Todos están tranquilos y se respetan, después cuando salen a San Andrés vuelven a segregarse. Pero si ser tolerante es ser moderno, que para mí lo es, entonces sí; pero ser moderno no es necesariamente ir con lo último de Prada.
César: Es cierto que cuando abrimos tuvimos un efecto importante de la gente de Inditex: se sacaban fotos aquí, las subían a sus redes sociales. Estuvimos en boca de mucha gente, hay que agradecerlo, pero cuando han abierto cosas nuevas esta gente también se ha ido moviendo. Hay gente que se ha quedado, que siguen siendo clientes nuestros, pero hay otra que ha buscado sitios nuevos. Entonces, yo creo que ahora es más un bar de barrio.
–Cubrís todas las franjas horarias, solo os falta el desayuno.
César: El desayuno… el fin de semana a veces también tenemos, lo que pasa que abrimos tarde: a las 11 de la mañana. En algún momento también hay que descansar. Abrimos todos los días, solo cerramos el día 1. Realmente estamos abiertos todos los días desde la mañana a la noche. Tenemos cocina, tenemos vermú… Intentamos trabajar todas las franjas horarias.
–Hoy en día vemos que muchos establecimientos de hostelería cierran al poco tiempo de haber abierto sus puertas.¿Cuál es el secreto de La Urbana para mantearse como local de referencia de la ciudad?
Luis: Abrir un bar es muy fácil, lo difícil es no cerrarlo. Creo que la hostelería, como cualquier cosa, es muy seria. Muchas veces es como la tabla de salvación de alguien que no tiene ninguna preparación y que cree que detrás de lo que se ve, que es la punta del iceberg, lo demás es muy jajaja. Mucha gente abre bares para los colegas, cogen un sitio lo pintan y ya está. No creen que sea algo serio, y sí que lo es.
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Es algo serio, la gente cree que la repercusión de la ganancia es muy alto; pero no es así, es muy justo. Tú tienes que dar respuesta a la ciudad y no como hacen muchos que abren un bar para uno mismo. La Urbana refleja un poco lo que somos César y yo; pero hay que ir más allá: tienes que ser honrado y sincero contigo.
César: Teníamos un plan de negocio que incluso los proveedores se sorprendían cuando se lo presentábamos y creo que se ha respetado bastante. También nos parece importante el tema de la energía. La gente cuando va a un bar no va simplemente a tomarse una cerveza o un café, la gente va a tener una experiencia.
Tú si tienes unos camareros explotados, que no están cotizando sus horas, que no pagas horas extra…yo creo que la gente también lo detecta. Al final los cameros son unos relaciones públicas y es parte del producto. Tener un equipo que funcione, en el que confíes que trabaje feliz es super importante para la experiencia.
La Urbana, un bar tolerante
–Si tuvieseis que definir a La Urbana con una palabra, ¿Con cuál os quedaríais?
Luis: Tolerante
César: Yo creo que también. Aquí hay mucho respeto a todo: religión, sexualidad, tendencia, edades… Se respeta todo
–Hace tres años os lanzasteis con un concepto de pub, el Bunker, ¿qué tal os está yendo?
César: El primer año fue complicado.
Luis: Es un concepto diferente. En La Urbana la respuesta puede ser más objetiva, sin embargo en el Búnker el crecimiento es más lento. Tú para tomarte una caña tienes 20 sitios, para tomarte una copa tienes tres y para acabar bailando tienes uno. Y que te modifiquen eso es muy difícil; a parte de que no tiene una repercusión de calidad.
–En tan solo seis años, dos locales ¿Tenéis algún otro proyecto en mente?
César: Por el momento, no. Da mucho trabajo, cada uno estamos paralelamente con otros proyectos; pero ahora mismo no tenemos proyecto de crecimiento empresarial.
Luis. Un negocio tiene que alcanzar un punto de equilibrio. Es como de bebé, que tienes que estar todo el día encima, hasta que puedes olvidarte pasa un tiempo razonable. El Búnker, por ejemplo, aún esta en tiempo de proceso. El día que ande solo, igual ya nos planteamos…
Y como buenos empresarios de la hostelería…
¿Sois de Caña o de Vemú?
César: Caña
Luis: Por igual. Me gusta las dos, cada momento tiene su energía.
El Café, ¿solo o con leche?
Luis: Depende.
César: También. Yo, por ejemplo, a partir de las cuatro ya no tomo café
La Tortilla…¿con o sin cebolla?
César: Yo, sin cebolla,
Luis: Para mí, la cebolla no es el factor diferencial de una tortilla.
Viernes 12 de abril. 21.00 horas. Aniversario de La Urbana (Plaza José Sellier)