Escaparates y mostradores de pastelerías y panaderías de la ciudad se llenan este mes de coloridos huesos de santo, un dulce clásico en estas fechas próximas al día de Todos los Santos. Este tradicional postre elaborado a base de mazapán y distintos sabores es esta semana el protagonista de confiterías y hornos de pan, cuyos responsables idean cada año nuevas propuestas para rellenar el hueco del canutillo.

Los clásicos nunca fallan, por eso el de yema y el de chocolate están teniendo una gran acogida en la mayoría de locales. Pero sabores como los de pistacho, limón, café e incluso a kinder bueno triunfan estos días entre los más golosos.

Cada día, desde primera hora, en muchos establecimientos de Ferrol se dedican a rellenar con mucho mimo cientos y cientos de huesos.

A continuación proponemos cinco que ofertan variados y divertidos sabores en el interior del clásico canutillo de mazapán, el blanco tradicional. Todos ellos presentan delicadamente su mercancía y se preparan para afrontar con energía los días grandes para este tradicional dulce.

Confitería Gascón (carretera de Castilla, 12)

Desde principios de mes rellenan a diario en esta confitería de la carretera de Castilla huesos y más huesos de santo. Iniciaron la temporada con 200 kilos y así seguirán hasta que se agoten pasado el 1 de noviembre.

Esta confitería, que puede presumir de llevar más de 100 años sirviendo al público, tienen una veintena de sabores: diferentes mermeladas y pralinés, una gran oferta de rellenos a base de mantequilla, dulce de leche, coco…. y cuentan los responsables que solo el año de la pandemia se quedaron sin mercancía antes incluso de que llegara el Día de Todos los Santos. Todos los sabores gustan mucho, pero destaca ligeramente sobre los demás el de yema y trufa.

Confitería París (calle Dolores, 43)

En este céntrico local, que acaba de cumplir 60 años, también llevan desde comienzos de mes dedicados a dar sabor a los 40 kilos de huesos que planearon para esta temporada.

A los que llevan relleno de fresa, chocolate, dulce de leche, el clásico de yema, café, avellana, coco y nutela se suma este año una novedad, el hueso de santo de pistacho, que está teniendo muy buena respuesta de los clientes. También el de yema y chocolate.

Horno San Amaro (calle San Amaro, 2)

En este caso, curiosamente, apuntan que el de yema no es de los que más salida están teniendo esta temporada. En el local del horno San Amaro ubicado en la calle del mismo nombre ofrecen siete variedades: fresa, limón, naranja, caramelo, yema, chocolate y, como novedad este año, también de café.

Entre los que más éxito tienen este 2023 están los huesos de santo rellenos de chocolate, fresa, limón y el nuevo de café. Estiman dar salida a unos 100 kilos de huesos.

Biquiños Doces (plaza de las Angustias, 3)

Este alegre local se estrenó el año pasado con la venta de huesos de santo puesto que apenas lleva dos años abierto. La experiencia fue tan buena que ahora repiten y apuestan por ofrecer al cliente sabores originales. En la actualidad tienen de pistacho, fresa, nutela y hasta de sabor a kinder bueno —que arrasa entre los adultos— y ya preparan de cara a los días fuertes de la festividad de Todos los Santos otros sabor a dulce de leche y frambuesa.

Llevan unos diez días con ellos en el mostrador y cuando pase la temporada esperan haber vendido los 10 kilos que estimaron a principios de mes.

Pastelería y Confitería Valencia Ultramar (calle Venezuela, 57)

En este caso llevan más de 30 años preparando huesos de santo cada mes de octubre. Estos días ofrecen sabores como a café, limón, fresa, naranja, yema, dulce de leche, pistacho y vainilla para los casi 35 kilos de canutillos que plenearon rellenar esta temporada. Aunque sus responsables no descartan que les ocurra como el año pasado, cuando pocos días antes del 1 de noviembre los reposteros de la firma tuvieron que ponerse manos a la obra para elaborar más porque se habían agotado las existencias.

Este local se caracteriza por ofrecer un sabor peculiar, el de gominola, el llamado ‘crema de cielo’. Este relleno de color azul, también utilizado para tartas, es fruto de una receta propia que arrasa entre los más pequeños. De hecho, relatan sus responsables que en una ocasión una pequeña lo pidió y tras probarlo allí mismo le dijo satisfecha con su elección a su madre : "sabe a magia y unicornio".