A Taberna de Cunqueiro de A Coruña: nuevo clásico de pinchos, cañas y vinos en la Estrella
Un pincho con cada consumición, pulpeira humeante en la puerta y espíritu de taberna "enxebre", hacen que la Taberna sea un sitio en el que también los turistas se sienten en casa
20 junio, 2019 16:09Pocas veces se pasa por delante del Cunqueiro y se tiene la suerte de encontrar un barril libre ante la puerta. Probablemente parte de su éxito sean los pinchos que sirven con cada bebida. No es extraño además que las tapas en A Taberna de Cunqueiro se sirvan en taza: un buen caldo gallego sienta bien cualquier día del año.
Hablamos con Rubén Rey, quien junto con su mujer Cecilia Pérez, apostaron por ponerse al mando del local, allá por 2003. "Siempre quisimos tener nuestro propio local, trabajamos durante años en hostelería por la zona, en un tiempo en que la Estrella estaba de capa caída, pero nunca dudamos del potencial", nos cuenta.
Su nombre nos remite a tiempos en los que Cunqueiro se sentaba en las mesas de La Estrella a tomar un vino. No hay documento que lo demuestre, pero en el imaginario colectivo está Cunqueiro, cunca de vino en mano y disfrutando de la gastronomía gallega en la calle que era, y ha vuelto a ser, un punto de encuentro en A Coruña.
La calle de "los vinos"
Fue uno de los primeros locales en recuperar la vida de la calle de la Estrella, cuando hace unos 15 años había caído en unos tiempos de oscuridad y olvido, en los que casi se evitaba pasar por allí. "No era lo que es ahora, hasta que empezaron a renovar los edificios no se volvió a animar", dice Rubén sobre los comienzos.
Levantar persiana hace 12 años fue apostar por recuperar toda una tradición en la ciudad. Ahora la frase ir a tomar unos vinos a La Estrella vuelve a tener todo el sentido y la calle recuperó el ambiente, "cogió muchísima vida al ir abriendo nuevos locales".
Cuando llegaron por primera vez al bajo que ahora ocupa la Taberna las paredes estaban forradas de madera, "era un local un poco oscuro, que llevaba décadas dedicado a la hostelería". Sin dudarlo, levantaron los tablones para dejar las paredes de piedra al desnudo, compraron muchas lámparas que avivaran el espacio y colocaron por mesas y sillas de madera, y por supuesto barriles, que mantuvieran el espíritu de taberna.
Rubén Rey lo describe como un local "enxebre", "inconfundiblemente gallego y rústico, pero a la vez elegante, limpio, con la cocina a la vista", en el que, según confiesa, se consumen más de 500 litros de cerveza cada semana.
En la cocina manda el producto
"En A Taberna de Cunqueiro nos esforzamos en la constancia y en traer el mejor producto, sin enmascararlo", cuenta Rubén. La clave está en ofrecer un producto local y de temporada, "así además conseguimos que el precio sea razonable", otro de los pilares de la Taberna, "calidad a buen precio".
Si alguien tiene nuevas ideas para nuevos platos se debate entre todos antes de incorporarlo a la carta. "Cuidamos al personal, procuramos que sea estable para crear un vínculo con los clientes". Hoy son 18 los trabajadores en nómina.
Lo de los pinchos gratis es un sello de la casa. "Fue nuestra propuesta desde el principio"; un par de años después les propusieron poner una pulpeira en la puerta; "le dijimos que sí, y un tiempo después ya lo hicimos fijo. Ver el pulpo en la pota de cobre gusta mucho". De esta forma, la pulpeira en la puerta se convirtió en otro de los argumentos para hacer parada en el Cunqueiro.
Rubén destaca la variedad de quesos de pequeñas queserías y de vinos de toda la geografía gallega, que junto con el pulpo y las zamburiñas constituyen la base de la oferta gastronómica de la Taberna.
Para los de aquí y los de allí
Lo visitan locales y foráneos. "Nos esforzamos en el público local aunque también es cierto que nos recomiendan mucho desde los hoteles y páginas de viajes". Los resultados en Google tienen peso y ya son varios años los que TripAdvisor le otorga el Certificado de Excelencia. Aunque Rubén le quita importancia porque "otros también lo tienen", reconoce que "eso ayuda a llenar el local todos los días".
"Hay turistas que vienen muy preparados y traen todo lo que quieren comer perfectamente registrado en fotos de su móvil. Otros tienen que entrar prácticamente en la cocina para ver las almejas por ejemplo", relata Rubén sobre los visitantes extranjeros. Explica que pueden llegar a representar casi la mitad de la clientela en una semana cualquiera, "notamos que en A Coruña hay cada vez más turismo".
Pero por otro lado, es un lugar donde muchos coruñeses se sienten como en casa. "El otro día celebramos el cumpleaños de un señor de 70 años que nos pidió que pusiésemos las 70 velas, una a una en la tarta", relata divertido Rubén.
En San Juan, como manda la tradición, sardinada. "Sacamos la parrilla a la calle todos los años". Una última anécdota: Alberto Chicote escogió el Cunqueiro para cenar cuando estuvo grabando "¿Te lo vas a comer?" en el programa en que visitaron el María Mariño en A Coruña. El nivel de exigencia que marca Chicote suele ser alta, pero le debió gustar, porque según cuenta Rubén, repitió.