Este domingo a partir de las 12:30 horas, decenas de coruñeses podrán degustar más de 80 kilos de callos en el Mercado de San Agustín, donde se celebra el Mercado das Nubes, y colaborar así con una causa solidaria a favor de la Cocina Económica. El responsable de esta iniciativa es el chef del Pazo de Santa Cruz de Mondoi, Antonio Amenedo, que se ha entregado a esta causa "para transformar su frustración en algo positivo".

Esto se debe a que a causa de la subida de la incidencia del coronavirus ha sufrido las cancelaciones de multitudinarias cenas de empresa que habían programado comidas en su establecimiento, lo que supone una pérdida de aproximadamente 800 comensales. Las tapas de callos tendrán un precio de tres euros y si se acompañan de una cerveza de cinco. "El pazo tenía que estar ardiendo de la cantidad de trabajo que teníamos. Empresas muy potentes como la ONCE, el Colegio oficial de Médicos o Seguros AXA iban a celebrar con nosotros su cena y se ha anulado todo. Así es muy difícil levantar cabeza", lamentó.

El cocinero elaborará todos los callos posibles "hasta fin de existencias" e invita a acercarse a todos aquellos que "se quieran tomar una buena tapa y beber una cerveza". "Haced el esfuerzo porque merece la pena", recomienda. En esta ocasión, este fin de semana el profesional compartirá espacio con emprendedores y empresas locales con proyectos innovadores y diferentes.

Callos para luchar contra el virus

No es la primera vez que Amenedo realiza una iniciativa de estas características, sino que desde 2020 es habitual verle participar en proyectos gastronómicos para ayudar a la gente. Todo comenzó aproximadamente en abril de hace dos años, cuando decidió que "la lucha contra el coronavirus también se libra desde los fogones" y elaboró decenas de kilos de esta especialidad para acercarlos al personal sanitario del CHUAC de manera desinteresada, al igual que los ofreció a las personas sin hogar que estuvieron alojadas temporalmente en el pabellón de deportes de Riazor.

En enero de este año se repitió la historia y para afrontar los progresivos cierres temporales de su negocio aportó de nuevo su grano de arena al hospital coruñés en las diferentes olas de la pandemia a base de buena gastronomía. Prueba de ello fueron los 60 kilos de callos que llevó centro sanitario y que disfrutaron el personal de Urgencias, de la UCI covid y de microbiología, los encargados de realizar las PCR.

"Todos los domingos mientras tenga salud voy a intentar ayudar a los que pueda. Los callos aquí gustan muchísimo", afirmó Amenedo en una de sus visitas al hospital coruñés. En esta labor no estuvo solo porque Makro y Embutidos Lalinense le proporcionaron productos que posteriormente fueron envasados en recipientes que resisten 120 grados en el horno para así "matar el bicho antes de repartirlos", expresó.

El chef coruñés Antonio Amenedo en un showcooking. Turismo A Coruña