Michael y Mikel, equipo del Abarrote.

Michael y Mikel, equipo del Abarrote. Quincemil

GastroGalicia

Cierra el Abarrote de A Coruña por la venta del edificio donde se ubica por 800.000 euros

El inmueble será reformado por la familia propietaria para que hagan uso de él sus 28 herederos y los responsables del Abarrote ya han iniciado dos nuevos negocios: un local de alquiler para eventos y un catering

3 abril, 2022 06:00

El Abarrote de A Coruña (San Andrés, 53) cerró este sábado sus puertas para siempre. Esta triste despedida se deriva de la venta del inmueble donde se ubica, que según fuentes de Quincemil, fue adquirido el pasado febrero por alrededor de 800.000 euros. Los propietarios son una familia coruñesa que reformará el edificio para que hagan uso de él sus 28 herederos, que mañana disfrutarán de un evento privado en el local para despedirse también.

Foto: Quincemil

Foto: Quincemil

Este evento deja entrever la buena sintonía que ha reinado estos ocho años de rodaje del local entre el propietario del Abarrote, el bilbaíno Mikel Jubeto, y los miembros de esta familia. Antiguamente, el espacio que ocupa este establecimiento hotelero era una tienda de alimentación que empezó a funcionar en 1884 y a ella debe su nombre. Según el dueño, Abarrote significa colmado, "una tienda donde se vendía de todo".

A su vez, este cierre no es tan agridulce, dado que Jubeto, con 30 años de experiencia hostelera a sus espaldas, ya ha comenzado a rodar dos nuevos proyectos: ‘Teu’ y ‘Lococino’. El primero de ellos es un espacio ubicado en la calle Orzán 96 que ha sido habilitado con mesas y sillas para 24 comensales, además de una sala con sofás y una barra con cocina. Es posible alquilarlo para eventos de particulares y empresas y las reservas se realizan online, se proporciona una clave por mail y la entrada de los clientes es autónoma.

El segundo consiste en un catering que daría servicio de comida al primer espacio del responsable del Abarrote si los clientes lo desean. Ya han gestionado varias reservas y el próximo lunes se lanzará la web. Dentro de estos planes, también está previsto el traslado de la actual cocina del abarrote a la calle Orzán para utilizarla en la nueva empresa de catering. Unas ideas que les permitirán tener más tiempo libre, algo que desea desde hace tiempo dado que los horarios de hostelería son muy exigentes. En esta aventura el hostelero no estará solo, sino que contará con Michael, un miembro del personal del Abarrote desde sus inicios.

Foto: Quincemil

Foto: Quincemil

Tapas variadas y pionero menú vegano

El arma principal del Abarrote durante este tiempo ha sido una gran variedad de pinchos en la barra que invitaban a los clientes a acercarse y elegir. La carta se ha ido modificando, pero algunas especialidades han permanecido desde el principio debido a la gran acogida entre la clientela como el ragú de atún, la croca o la ensalada de rulo y mango.

Uno de los aspectos que también marcó la diferencia de este local con otros de su entorno fue cuando hace tres años introdujeron un menú vegano con platos de creación propia, entre los que el triunfador indiscutible fue la zorza vegana. Según su dueño, "la mañana y la tarde eran completamente distintas en el local" y para el inicio del día apostaron siempre por opciones saladas para los desayunos como sándwiches y bocadillos.

Foto: Quincemil

Foto: Quincemil

Una de las curiosidades del establecimiento es que está diseñado por el artista coruñés Edu Albo, que se caracteriza por pintar objetos sobre un fondo blanco. En este caso el interior del abarrote era uno de sus lienzos, completamente blanco y solo destacaba la gran estantería de color azul ubicada detrás de la barra. A su vez, Jubeto reconoce que cuando se enteró hace tres meses de que tendría que dejar su local "fue duro" pero estas semanas ha ido madurando la idea y esta última se ha ido despidiendo de sus principales clientes, que apunta que eran sobre todo trabajadores de las oficinas centrales de Abanca, a pocos metros del establecimiento.

Asimismo, no es la primera vez que el vasco inicia un proyecto hostelero en la ciudad, ya que cuando llegó en 1999 estuvo al frente de una cervecería en Los Rosales, del Montecarlo de la Gaiteira (orientado a vinos) o de los comedores de la refinería o del Club del Mar. A la ciudad herculina llegó por casualidad tras unas vacaciones y se quedó, pero le ha gustado tanto que ha echado raíces y vive felizmente con su mujer, que es coruñesa, y su hija.