La subida del precio del aceite de oliva está dando mucho que hablar en las últimas semanas en España. Esta situación está afectado a la ciudadanía al ir al supermercado, pero esto se complica todavía más en negocios hosteleros en los que este producto es clave. El problema se agrava por el aumento del coste de otros alimentos que está afectado de forma negativa a los beneficios de la hostelería.

El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, considera que se está produciendo una "burbuja" con el precio del aceite de oliva que afecta a todos los negocios, especialmente a aquellos que trabajan más con él. Los hosteleros compran su aceite en grandes cantidades, pero esto tampoco ayuda a solucionar la situación.

"El aceite de oliva es uno de los productos que ha aumentado su precio y está en boca de todos, pero hay otros productos como el azúcar, las legumbres o la verdura que también han subido. La cesta de la compra está disparada", expone Cañete.

El hostelero explica que esta situación no es ninguna novedad y que es algo que lleva tiempo produciéndose. "Los precios de los alimentos ya estaban carísimos hace meses, igual que el precio de la luz o el combustible. Ha subido el coste de vida y no han subido los salarios, por eso no podemos repercutir el incremento de nuestros costes en los precios".

Hace unos meses se achacaba el incremento de los costes a la guerra de Ucrania, pero Cañete apunta que esto era "una cortina de humo" y que la subida de precios "venía para quedarse". El representante de los hosteleros cree que la situación no va a cambiar en los próximos meses y que los precios se estabilizarán en esta última subida. "Somos más pobres que hace un año y esto no tiene vuelta atrás".

Los hosteleros piden bajar impuestos

Dado que la bajada de los precios no es una opción para Cañete, preguntamos al hostelero por una posible medida del Gobierno para paliar estos efectos negativos. El presidente de la hostelería coruñesa aboga por una bajada de impuestos: "No podemos seguir teniendo esta presión fiscal porque no paran de subir los costes y las empresas están siendo inviables".

Por último, Cañete recuerda la bajada de los beneficios, a pesar del buen verano que han vivido: "Este año se ha facturado bien, en algunos sitios incluso más que el año pasado, pero los beneficios se han reducido porque no somos capaces de cubrir la subida de los costes", concluye.