Andión, blusas hechas en Santiago que triunfan en Instagram y se venden en todo el mundo
La marca Andión nació hace menos de dos años de la mano de una madre y una hija que, desde el anonimato y con un taller familiar cerca de Santiago, lanzaron una serie de blusas de inspiración romántica. No tienen tienda física ni página web, tan solo una cuenta de Instagram que acumula 50.000 seguidores y desde la que gestionan envíos a todo el mundo
10 julio, 2021 17:25Andión Clothing nació hace menos de dos años de la mano de una madre y una hija que, siempre preservando su anonimato, decidieron lanzar una línea de blusas de inspiración romántica hechas a medida con tejidos exclusivos, todo ello desde el taller familiar, operativo desde 1975 en un pueblo "cerca de Santiago".
Hacia el final de 2019 lanzaron su cuenta de Instagram "para probar cómo iba" y la respuesta no pudo ser mejor: Andión suma 51.200 seguidores –una de las marcas gallegas con más– y su fama les ha valido no solo para vender a todo el mundo, sino también para que sean los propios proveedores de tejidos los que llaman a su puerta.
Además de las blusas, Andión también ha ido lanzando otras prendas, como vestidos -que están siendo "la bomba"-, shorts o sombreros, mientras que para este verano también tienen previsto lanzar un bañador.
Lo gestionan todo a través de Instagram: los encargos se hacen por mensaje directo y el cliente puede elegir el tejido consultando los stories. Están trabajando en una página web, aunque "no nos va la vida en ello", y en el futuro se plantean incluso abrir un punto de atención al público.
Origen
El taller en el que tiene su sede Andión lleva operativo desde 1975, aunque hasta ahora se había dedicado a la confección a medida para clientes de la zona. Así, mientras la madre dirigía este taller, su hija había estado durante doce años trabajando en otras empresas del mundo de la moda.
"Queríamos tener nuestra propia marquita y nos apetecía mucho que la ropa fuese así: parecida a la que hacía mi madre cuando era pequeña, transmitiendo ese aire romántico, fresco, de campo, de libertad, de naturaleza o de felicidad en la vida familiar", detalla la hija.
Ella es la que se encarga de la parte de diseño, pero todo pasa después por su madre, que es quien saca los patrones y monta la prenda de acuerdo con el tejido. En el taller trabajan otras costureras y también colaboran con una cooperativa del mismo pueblo.
Todas las prendas tienen un nombre de mujer -Gabrielle, Bárbara, Louise, Teté, Cameron…- que surge sobre la marcha. "A veces sale porque acabo de ver una película victoriana y me inspira el vestuario, otras por el nombre de una tía mía que me cae fenomenal y otras es la propia blusa la que te da el nombre", prosigue.
El propio nombre de la marca también esconde otro homenaje, en este caso a un hombre: el padre y abuelo de las dos mitades de Andión, "un señor muy presumido que siempre iba como un pincel y al que le encantaba la moda", por lo que "en su tiempo era muy moderno".
Otra nota característica de Andión es su imagen, más allá de las propias prendas: las fotografías "no son imágenes perfectas de fotógrafo", sino que están hechas con el móvil, ya que "la gente en sus casas se hace las fotos así" y así se transmite ese aire "muy familiar y muy casero".
Éxito
"Al principio éramos súper pesimistas, nos dijimos ‘vamos a hacer una blusa y a ver qué pasa’ sin pensar que podríamos acabar teniendo esta acogida; nos hicimos el Instagram para dejarlo hecho, empezamos a subir alguna prenda y el numero de seguidores fue escalando, y eso que no hicimos nada de publicidad", relata la hija.
Así, al poco de arrancar empezaron a llegar los pedidos, las revistas de moda y hasta incluso nuevos proveedores que se interesaban por la marca y permitieron "probar tejidos nuevos" con los que nunca habían trabajado.
"Nos llegaron pedidos de todo el mundo: de Singapur, de Filipinas, de Estados Unidos, de Suiza, de Inglaterra, de Francia, de Grecia… hay sitios que hasta tuve que buscar en el mapa", relata.
Este éxito "totalmente inesperado" también trajo consigo dificultades, ya que fue necesario "aprender todo desde cero", ponerse en contacto con agencias de transporte para envíos internacionales o "exportar e importar tejidos".
"Estamos preparando la página web, pero no nos va la vida en ello: ahora lo hacemos todo a través de mensaje o por mail y la información está en Instagram, con todos los tejidos", prosigue la mitad de Andión, quien destaca que un aspecto fundamental de la marca es trabajar "con muy poca cantidad de tejido", lo que aporta "exclusividad".
Los modelos de blusas, vestidos y otras prendas son permanentes, así que, salvo algunos "a los que les pasó el tiempo por encima", las clientas pueden escoger el que quieran de Instagram, dar sus medidas y elegir el tejido, siempre con asesoramiento "para que la caída sea la adecuada".
"Alguna gente incluso nos ha pedido que la sorprendamos, que seamos nosotras mismas las que elijamos el tejido, y la verdad que nos encanta ver que la gente confía en nosotras", añade.
Más allá de la buena acogida por parte de la clientela, con el paso de los meses también se han interesado por Andión tiendas multimarca de todo el mundo, desde Estados Unidos a Corea, pasando por la prestigiosa Selfridges, en la londinense Oxford Street.
"Fue algo increíble para nosotras: las tiendas hacen su propia selección y funcionamos con tallas estándar, no a medida, lo que no es fácil", prosigue la hija, quien apunta que también trabajan con alguna tienda de Galicia y, aunque no son muchas, "las que tienen, repiten".
Futuro y anonimato
Otra de las particularidades de Andión es que tanto madre como hija permanecen en el anonimato y no publicitan cuál es la ubicación del taller, más allá de indicar que está "al lado de Santiago".
"No sé si en algún momento cambiaremos, pero por el momento no: en parte es por timidez y en parte es porque nos gustaría que el protagonista fuese la prenda, tanto para el que le guste como para el que no", añade.
Y es que su intención es que a la gente "le guste el resultado o no", sin que influya "si eres más o menos simpática o más o menos mona". "Lo veo con las influencers: al final siempre influye si hablas o si metes la pata y no nos interesa", concluye.
Así, Andión continúa con sus planes de futuro: la creación de una página web donde vender sus productos y la posible apertura de un punto de atención al público "por el que preguntan muchos clientes".