La Barbuda: La marca gallega que desprende amor por el cine y la cultura pop
Charlamos con Paulah Lovelle, una diseñadora viguesa afincada en A Coruña que triunfa en todo el mundo con sus camisetas, pines y parches que homenajean a las películas y referentes que marcaron su infancia
20 febrero, 2022 06:00Ver alguno de los diseños de La Barbuda es como hacer un viaje a la infancia, a esas películas que marcaron tu vida y que cada vez que las ves sonríes recordando una época feliz. Esto es lo que siente y transmite su creadora, Paulah Lovelle, una viguesa afincada desde hace 14 años en A Coruña, que ha conseguido llevar sus diseños y su pasión por el cine a todos los rincones del mundo.
"Cuando era pequeña veía dos películas al día, teníamos un videoclub cerca de casa e íbamos todos los días. Pensaba que todo el mundo hacía eso, pero luego me di cuenta que la cultura audiovisual que yo tenía era distinta. Hay personas que se leen cinco libros en un mes, pues yo me veo 200 películas", cuenta la diseñadora sobre su pasión cinéfila Quincemil.
Un viaje a la infancia
Los diseños de La Barbuda son pura esencia de la cultura pop que hacen referencia a videojuegos como Zelda, a cómics como Calvin y Hobbes y especialmente a películas que marcaron la infancia de muchas personas y de esta diseñadora, que si se tiene que decantar por una lo hace por El libro de la selva.
La pasión que mucha gente siente por el cine la resume Paulah mencionando a uno de los directores más legendarios del séptimo arte: "Decía Martin Scorsese que la magia del cine es que cada vez que ves una película por segunda, tercera o cuarta vez sientes una cosa distinta, porque tú eres diferente. Muchas veces también te transporta al momento en el que la viste por primera vez".
Un proyecto que triunfa por el mundo
A pesar de esta pasión por el cine, Paulah Lovelle no estudió audiovisuales, sino que se decantó por periodismo. Más tarde sí que se especializó en esta materia y trabajó durante unos años como guionista de series. Desde niña tuvo inquietudes artísticas y se inició en el diseño de forma autodidacta. La marca nació como un proyecto para mostrar en su currículum que acabó dando sus frutos: "El primer año no facturaba nada, pero me llamaban para trabajos aunque los rechacé, porque tenía que saber hasta donde llegaba este proyecto".
Ese proyecto llegó muy lejos, ya que ahora La Barbuda se vende en tiendas de toda Galicia, de toda España e incluso de todo el mundo: "Fui a Tailandia y vi falsificaciones de mis parches en los mercadillos. Tengo seguidores en Jerusalén o en Irán que me mandan fotos de mis diseños que se venden falsificados porque allí no existe el copyright".
Un espacio para seguir creando
Paulah Lovelle empezó trabajando en casa, cuando la marca creció se tuvo que trasladar a una oficina y ahora tiene su tienda-estudio llamado Hula en la Plaza Agramar en Perillo (A Coruña). Allí trabaja junto a su madre, que la ayuda en temas de gestión y en la atención de la tienda en la que vende también su otra marca especializada en surf, Buenas Olas.
"Tengo el estudio en la planta de arriba y la tienda en la planta de abajo. Es un espacio positivo en el que conozco artistas, que vienen me conocen y se quedan a comer. Hay mucha vida y es muy social", señala la artista.
El proceso creativo de Paulah Lovelle es lo más sencillo de su trabajo: "Normalmente tengo una lista de diseños que quiero hacer. Siempre se me ocurren ideas, en eso es en lo que soy buena. El problema es materializarlas por una cuestión de tiempo".
Otro de los aspectos más interesantes de este marca es que casi todo se fabrica de forma ecológica en España y más concretamente en A Coruña. Paulah cuenta que trabaja con 16 proveedores de la ciudad para los que solo tiene palabras de elogio: "Lo hago casi todo en A Coruña porque cuando estamos apretados en Black Friday o Navidad mis proveedores me ayudan y me acercan la mercancía a la tienda. Si a ti te va bien a ellos también, se crea comunidad, se genera empleo y se reparten tus ganancias. Somos como un equipo".
Así es La Barbuda, una marca que permite rememorar momentos felices de nuestra vida a través de sus camisetas, parches o pines, gracias al talento de Paulah Lovelle, una artista que ha sabido trasladar todo su amor por la cultura pop a sus geniales y originales diseños.