Marcos Ferreira recibe la vacuna en Misisipi

Marcos Ferreira recibe la vacuna en Misisipi

Salud

Un estudiante gallego de 19 años vacunado en Misisipi: "Aquí poca gente se quiere vacunar"

Marcos Ferreira, de 19 años, recibió esta semana la primera dosis de Pfizer. Aunque reconoce ser un afortunado, se siente "impotente" porque sus abuelos, de 86 años y residentes en A Coruña, todavía no han sido vacunados

13 marzo, 2021 06:00

La vacuna de Pfizer es una de las que tiene mayores complicaciones en ser suministrada a España. Esta vacuna contra el coronavirus, que es la que se ha administrado a usuarios y personal de residencias, sanitarios y mayores de 80 años, llega a duras penas a las diferentes comunidades autónomas de España, lo que está ralentizando el proceso de vacunación.

En Galicia, hay muchos mayores de 80 años que todavía no han recibido la primera dosis de esta vacuna y, sin embargo, en países como Estados Unidos ya hay jóvenes españoles que empiezan a recibir esta primera dosis en territorio americano.

Uno de los privilegiados es el coruñés Marcos Ferreira Cabado, quien con tan solo 19 años (y sin padecer patologías de riesgo) ya ha recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer. "Llamé el miércoles para saber cuándo podrían vacunarme. Yo tengo urticaria crónica pero no es un factor de riesgo. Me dijeron que tenían dosis de sobra y que al día siguiente ya me podían vacunar", comenta este joven estudiante quien hace justamente un año comenzó sus estudios de Empresariales en la Universidad William Carey en la ciudad Hattiesburg, a dos horas de Nueva Orleans.

"Aquí hay poca gente que se quiera vacunar y por no tirarlas…", asegura Marcos, que no es el único de la familia en recibir la vacuna contra el Covid-19 puesto que a su hermano, también residente en esta ciudad americana, también le será administrada.

Colas en la vacunación en Misisipi

Colas en la vacunación en Misisipi

Pese a reconocer ser un privilegiado, Cabado sintió cierta "impotencia" al ver cómo él, con tan solo 19 años, ya era vacunado mientras que sus abuelos, de 86 años y residentes en A Coruña, todavía no los vacunaron. "Aquí (en Estados Unidos) vacunan a gente que no lo necesita tanto, pero yo no podía rechazarla porque sabía que no se la iban a administrar a ninguna persona de riesgo", explica.

Este situación llama todavía más la atención al saber que en Estados Unidos, al igual que en España, el proceso de vacunación también va por grupo. Ahora, en el país americano, tienen preferencia los mayores de 50 años, sanitarios, personas con patologías previas y personas que estén en contacto con niños.

La pandemia en Estados Unidos: "No hay ningún tipo de restricciones"

Marcos, que regresó hace apenas una semana a Misisipi después de volver a España en mayo a raíz de la pandemia, nos cuenta que la crisis del coronavirus se vive de forma muy diferente al otro lado del charco. "La pandemia se esta llevando con mucha relajación, ahora mismo no hay ninguna restricción", dice este joven, quien nos comenta que donde él vive ya no es obligatorio utilizar mascarilla.

"Tú vas al supermercado y no hay geles en las puertas ni guantes para coger la fruta", afirma. Ni siquiera en la propia universidad utilizan mascarilla: " Hay profesores que te piden que te la quites cuando vas a hablar". Sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad, pues, tal y como nos apunta Marcos, no se guarda el metro y medio de distancia de seguridad.

Militares vigilan proceso vacunación

Militares vigilan proceso vacunación

No piden documento de nacionalidad

A este estudiante gallego le fue suministrada la primera dosis el jueves 11 de marzo, así que la segunda le tocará el 1 de abril, tal y como queda reflejado en su carnet de vacunación. Carnet que le entregaron después de la inyección, que le fue administrada sin necesidad de salir de su coche. Fue un militar, muy joven -tal y como recuerda Cabado- quien le inyectó la vacuna en el brazo.

Una vez inyectada la dosis, "pasas a una fila de espera donde estás 15 minutos para ver si te da alguna reacción". Por el momento, Marcos no ha tenido ninguna reacción, "solo tengo cierta molestia en el brazo".

Marcos acudió a la cita de la vacunación y no le solicitaron documento alguno de nacionalidad. "Solo le di la dirección de mi casa", señala esta joven, quien nos comenta que esto se debe a que el Gobierno americano quiere vacunar a todos aquellos inmigrantes ilegales que residen en el país.