El Hospital Ribera Juan Cardona de Ferrol ha inaugurado un nuevo servicio de psicología clínica con el objetivo de potenciar la oferta en salud mental de la comarca. Al frente de la unidad está Paula Marcos, una profesional que tiene claro que las transformaciones que ha ido experimentando la sociedad han motivado un aumento de la demanda en esta especialidad en los últimos años.

Marcos explica a Quincemil que "cerca de un tercio de las consultas médicas que recibe la sanidad están relacionadas con la salud mental" y esto se ha visto incrementado por la pandemia que ha hecho que el "miedo o el desconocimiento" se incorporen a la ecuación de las emociones a las que debemos enfrentarnos en el día a día.

Cuando el problema se enquista

La clave, apunta la profesional, está en evitar que se produzca una "cronificación" del estado de malestar y esto pasa, en gran medida, por lograr eliminar estereotipos y alcanzar un auténtico "entendimiento de la salud mental".

Existían muchos estigmas relacionados con esta especialidad médica que generaban una sensación de reticencia a acudir a un profesional de esta rama. "La normalización es importante", detalla Marcos.

Paula Marcos en su consulta de Ferrol. Foto: Quincemil.

Entiende esta profesional que hay personas que disponen de las herramientas para hacer frente a un determinado tipo de situación y, en estos casos, consiguen gestionar sus emociones de manera autónoma.

Paula tiene claro que su trabajo pasa por potenciar esos recursos en los casos en los que hay claras señales de alerta y la gestión emocional no se produce de forma individual. Porque, ¿Cuándo debemos darnos cuenta de que algo no va bien?.

La psicóloga del Juan Cardona entiende que todos podemos tener días de tristeza y la clave está en saberse escuchar a uno mismo. "La falta de sueño, la inapetencia o los cambios en los ritmos biológicos" son indicativos, para esta profesional.

El ejercicio está en pararse a pensar en las "cosas que te gustaba hacer y ya no te apetecen". Algo complejo, porque "no estamos acostumbrados a tolerar el malestar", determina Marcos que pone como ejemplo a un paciente que se ha roto una pierna.

"La escayola te marca los tiempos de recuperación y es visible. Los problemas de salud mental no los ves tú, ni los ven los demás" y esto dificulta el proceso.

Tejer red

El trabajo que desarrollará esta profesional con sus pacientes será de carácter adaptativo porque tiene claro que en psicología "el profesional adapta el método al paciente y no a la inversa" y hace especial énfasis en los cambios que se han venido produciendo en la sociedad.

"Vivimos en la era de la inmediatez, resulta difícil conciliar y pasamos más tiempo solos", apunta Marcos en relación a una "red de apoyos que se ha ido diluyendo".

La tecnología y las redes sociales han generado unas expectativas y un modelo de vida que hace inevitable que "establezcamos comparaciones" y esto genera, en muchos casos, una sensación de fracaso. Reactivar las relaciones interpersonales convencionales, es una de las vías para liberar carga de nuestra "habitación emocional".

Decir adiós

Cuando hablamos de medicina, establecemos unas directrices o una serie de señales preventivas para tener en cuenta a la hora de ponernos en manos de un especialista y, en el caso de la psicología, en Quincemil hemos querido ahondar en el momento de abandonar la consulta.

Reconoce Marcos que, tras haber entablado un contacto directo entre profesional y paciente, es un momento "de duelo" que hay que saber gestionar y es parte de la labor diaria del psicólogo.

Lo habitual es ir espaciando la frecuencia de las sesiones con la finalidad, explica esta profesional" de que "el proceso de despedida sea paulatino" y el paciente disponga de las herramientas suficientes para hacerle frente.

Porque para esta profesional lo más importante es el proceso que recorren juntos médico y paciente, en el que se produce precisamente es "aprendizaje" tan necesario para canalizar las emociones.

"Hay momentos duros, pero creo que son necesarios" porque forman parte de la vida y, determina Marcos, "no hay que tener miedo a pedir ayuda" o sentir que esa "tristeza es sinónimo de debilidad".

"La tristeza puede significar muchas cosas" y la salud mental permite ayudar a entender que ese llanto o ese malestar es un "signo de fortaleza".