La asesora del sueño Lucía García.

La asesora del sueño Lucía García. Cedida

Salud

La asesora del sueño de A Coruña que ayuda a niños y padres: "Un bebé dormilón no es suerte"

Lucía García ayuda a las familias que tienen dificultades para que sus hijos duerman bien, estableciendo rutinas y un plan de seguimiento personalizado

8 abril, 2023 05:00

Su profesión no es muy conocida, pero asegura que "cambia la vida" de las familias que acuden a ella. Lucía García es asesora del sueño, además de psicóloga especializada en disciplina positiva. Fundó Calma el Caos en A Coruña, un proyecto personal con el que atiende a las familias que buscan que sus bebés o niños pequeños tengan un buen sueño, y de paso los padres también.

La figura de la asesora del sueño viene importada de los países anglosajones, allí se conocen como Sleep Consultant, y es cada vez más popular en España por las redes sociales. Aquí no hay ningún colegio oficial que regule la actividad, aunque sí certificaciones internacionales con prestigio que forman a las especialistas españolas.

Es un servicio cada vez más habitual y muchas familias la conocen "por el boca a boca, vienen porque les hablaron en el parque de esto", explica Lucía. A través de "planes de sueño" logra modificar las rutinas de familias que, por ejemplo, solo logran que sus hijos duerman si están en brazos.

"Hasta ahora se daba por hecho que te podía tocar un bebé que dormía mal o uno dormilón, que era una cuestión de suerte y no es así. Si tu bebé era de los que por arte de magia dormía mal o te fastidiabas o había la costumbre de dejarlos llorar hasta que paraban", cuenta Lucía. Las necesidades de sueño de los bebés sigue siendo un tema desconocido para la mayoría de familias, que no saben cómo enfrentarse a estos problemas o no tiene un información sobre qué rutinas crear para que los bebés se acostumbren a dormir bien.

¿En qué consiste tu trabajo?

Mi trabajo se centra en ayudar a las familias a mejorar el sueño de su bebé de forma respetuosa, nada de dejarlos llorar, hay que enseñarles que dormir está bien y que no los van a abandonar, para que se sientan seguros y sean capaces de dormir lo mejor posible.

¿En qué casos acuden las familias a ti?

A mí me llegan familias en las que el bebé duerme, pero los padres no. Por ejemplo, un bebé que solo duerme en brazos y cada vez que lo tumban se despierta y llora. En este caso los padres deciden turnarse para que el bebé duerma en los brazos de alguno mientras el otro duerme. Esto sería el caso de un niño que descansa, pero los padres están agotados, y luego tienen que hacer frente al día en ese estado de agotamiento.

Luego vienen otro tipo de familias en las que no duerme ni el bebé ni los padres. En estos casos el hijo está irritable, en un estado de hiperactividad, llora mucho… Es muy importante conseguir que ese bebé duerme mejor. Y en el caso de los padres que no duermen lo mismo, porque el no dormir afecta a todo, al entorno laboral, a la pareja…

¿Qué síntomas hay en los bebés que duermen mal?

Por ejemplo, en el cuestionario que mando a las familias pregunto cómo es el carácter del bebé y muchas veces contestan que llora mucho, es quejica… Y eso es porque está agotado, no por el carácter.

¿Cómo las ayudas?

Hay que trabajar poco a poco las rutinas, los horarios, la forma en la que se duermen los bebés, esto ayuda a muchas familias. Los planes de sueño los hago a partir de los 6 o 7 meses, hago un análisis global de todo lo que puede estar ocurriendo. Envío a las familias un cuestionario bastante exhaustivo y hacemos una videollamada. En el caso de los planes de sueño con seguimiento durante mínimo 21 días hablamos todos los días para ir haciendo ajustes, para ver como responde el bebé y la familia. Es importante tener claro que los bebés no son robots entonces lo que funciona con uno igual no funciona con otro, por eso nos vamos adaptando. El objetivo final siempre es que duerma lo mejor posible. Estos planes se hacen hasta los 6 años.

Aparte de eso hago consultas concretas para bebés de pocos meses y para familias que quieren entender bien cómo es el sueño de los bebés. Cuando tienen unos meses no se trata tanto de modificar cosas como de ir haciéndolo todo bien para que no haya problemas en el futuro.

"Hay que tener unos pasos previos antes de dormir y que sean siempre los mismos, para ayudarles a identificar la hora del sueño e irse relajando"

¿Hay mucho desconocimiento en las familias sobre el sueño de los más pequeños?

En los cursos de preparación al parto, por ejemplo, no se habla de eso, ni tampoco a nivel general. Las familias van a ciegas, no se sabe cuántas horas tiene que dormir un bebé. Yo tuve una familia con un hijo que necesitaba dormir 11 horas por la noche y ellos me decían "no sé por qué está cansado si duerme bien sus ocho horas". Y nadie les había explicado que necesitan más sueño. A las familias les enseñan a centrarse más en otros aspectos de la salud como la alimentación, entonces tienen información en ese sentido, pero en lo de dormir están perdidos.

¿Cómo comenzaste en esta disciplina?

Yo tengo dos hijos y cuando nació el mayor me di cuenta de que siendo psicóloga no tenía ni idea sobre el sueño infantil. En la pandemia, cuando mi hijo era bebé, solo se dormía en el carrito y había que estar moviéndolo por el pasillo. Ahí me empecé a interesar y formarme en esta disciplina, mi hijo pequeño, que tiene dos años, duerme muy bien. Está siempre de buen humor porque está descansado.

"Yo tuve una familia con un hijo que necesitaba dormir 11 horas por la noche y ellos me decían "no sé por qué está cansado si duerme bien sus ocho horas". Y nadie les había explicado que necesitan más sueño"

Hablas de casos en los que el bebé solo se duerme en brazos o en el carrito, ¿qué otras malas costumbres observas que habría que cambiar?

Los padres se agarran a lo que pueden y hacen lo que les funciona. Cada caso es distinto, hay algunos que creen que cada vez que se despiertan es por hambre, que puede ocurrir cuando son pequeños, pero después se despiertan cada media hora y la única forma para volver a hacer que se duerma es dándoles de comer, porque se acostumbraron a eso. Hay otros que pensaban que se despertaba porque tenía gases, entonces lo cogían en brazos, pasaron los meses y después la única forma que encontraban para que se durmiera era cogiéndolo.

¿A qué hora se tiene que acostar un bebé?

Hay el error de ponerles un horario de adulto y su hora de acostarse es sobre las 20:30. Eso en España puede costar, de hecho a esas horas aún vemos bebés en los parques, y cuesta hacer este cambio, pero luego ven los resultados.

¿Cuáles son las pautas a seguir para que un bebé tenga un buen sueño?

En el caso de bebés mayores, que no recién nacidos, hay que tener en cuenta dos hormonas muy importantes para esto, la melatonina y el cortisol. La melatonina ayuda a dormir y se secreta de forma natural, pero la luz de las pantallas inhibe su producción, por eso es muy importante que no cenen viendo dibujos, o frente a una tablet… Lo recomendable es que dejen de tener pantallas a partir de las 18:00 de la tarde, más o menos. La actividad física, en el caso de los bebés el tiempo de suelo o el parque, les ayuda a llegar cansados.

¿Es importante tener una rutina?

Hay que tener unos pasos previos antes de dormir y que sean siempre los mismos, para ayudarles a identificar la hora del sueño e irse relajando. El sitio de dormir tiene que ser cómodo, con oscuridad total. Tener un horario fijo para acostarse y despertarse les ayuda mucho. No pasa nada si un día no se cumple, pero sí es importante que coja esa costumbre. Los bebés tienen que ir interiorizando las cosas poco a poco, a base de repetirlo y el momento de dormir tiene que ser de calma, sin prisas o caos.

¿Cómo le influye a un niño no haber tenido una buena calidad de sueño de bebé?

Aquí hay que tener en cuenta que no se puede culpabilizar a las familias que lo han hecho mal, porque era por desconocimiento. En casos extremos de privación de sueño en bebés es habitual que luego tenga problemas de comportamiento, dificultades para el aprendizaje, en hablar o con el vocabulario. Después, en primaria, suelen tener resultados académicos más bajos. Esto pasa en los adultos también, cuando dormimos nuestro cerebro ordena todo y coloca los conocimientos.