La salud está en riesgo y de eso no hay duda pero año tras año llegan los meses previos al verano y el bombardeo de publicidad para preparar nuestros cuerpos ante la inminente inauguración de las jornadas de playa es tal que las prisas nos llevan incluso a poner en riesgo nuestro bienestar físico y emocional. 

De todo esto, de psico nutrición y de la importancia de discernir entre cuerpos saludables y cuerpos normativos charlamos hoy con Lidia Folgar, nutricionista y divulgadora.

Lidia… ¿Por qué año tras año persisten campañas a favor de la operación bikini? ¿Somos tan cortoplacistas?

Ya el hecho de que se llame operación bikini y no operación bañador nos indica por dónde vienen los tiros. La operación bikini es la respuesta de la presión estética en la que viven sometidas las mujeres para encajar en los cánones de belleza del momento.

Las campañas a favor de la operación bikini persisten cada año porque la operación bikini es muy rentable para muchas empresas que se aprovechan de esta presión estética para sacar una rentabilidad económica: venta de productos dietéticos, dietas, cremas, tratamientos reductores, portadas de revistas o artículos en medios digitales que van a recibir muchos clicks…

Somos cortoplacistas porque sentimos esa urgencia por cambiar el cuerpo cada vez que tenemos que quitarnos capas de ropa y empezar a mostrar partes del cuerpo que durante el otoño y el invierno permanecen tapadas. Esa inseguridad es la que nos apremia para encajar en lo que la sociedad demanda. Y dura poco tiempo porque lo que hacemos con la intención de cambiar el cuerpo no es viable de sostener a largo plazo y por lo tanto, se acaba abandonando y vuelta a empezar el proceso en primavera del año siguiente.

En uno de tus post hablabas de los influencers y la alimentación… Las redes son una herramienta maravillosa para divulgar, como tú haces, pero también un espejo en el que muchos jóvenes buscan referentes. Por tu experiencia en consulta ¿Cómo afectan?, ¿notas que también ayudan a que la gente tenga una alimentación más saludable?

Veo ambos casos. Según las personas a las que se siguen y su manera de transmitir la información, se convierten en una herramienta útil para mejorar hábitos o en un caldo de cultivo para los trastornos de la conducta alimentaria.

Se habla ahora mucho de la psiconutrición… ¿Qué es?, ¿Es verdad eso de que el estómago es nuestro segundo cerebro?, ¿Cómo la ejercéis en tu centro?

La psiconutrición es el abordaje conjunto del tratamiento de una persona entre, como mínimo, dos profesionales de la salud: dietista-nutricionista y psicólogo/a sanitario/a especialista en psiconutrición.

De esta forma no tratamos el síntoma (hábitos alimentarios) sino las causas que subyacen bajo esas elecciones alimentarias (falta de herramientas de gestión emocional, exigencias y autocontrol, problemas de autoestima, estrés, problemas de pareja, miedos, traumas, estrés, falta de organización y planificación, disponibilidad y accesibilidad, falta de conocimientos culinarios, mitos, comer rápido.…) y a su vez trabajamos el autocuidado.

En nuestro centro hacemos una encuesta inicial con la reserva de la primera cita con muchas preguntas sobre nutrición y sobre psicología para orientar a la persona si el programa más adecuado para ella es el de educación alimentaria o el de psiconutrición. No hacemos dietas ni pesamos como indicador de la evolución de una persona.

En Galicia tenemos una materia prima envidiable pero…. ¿ la aprovechamos lo suficiente? ¿ comemos bien los gallegos?

En Galicia tenemos accesibles una variedad de productos frescos que no existen en otras zonas, lo que no quiere decir que por ello comamos mejor. 

De hecho los datos no nos indican eso, ya que siguen estando más accesibles que los productos frescos otro tipo de productos más palatables al igual que en cualquier otro lugar.

En las últimas semanas se escucha hablar del bodyneutratily y tu también has escrito sobre ello ¿ Prestamos demasiada atención a la imagen frente a la salud?

Como sociedad, felicitamos a las personas cuando adelgazan antes de saber si lo han hecho porque han mejorado sus hábitos, tienen un trastorno alimentario, han pasado una enfermedad, están pasando una situación difícil y se les ha quitado el apetito… Lo importante es que ya “se le ve bien”. De la misma forma que las “castigamos” cuando engordan con diferentes tipos de comentarios, sin saber nada sobre sus hábitos ni su salud mental.

Socialmente está mejor visto una persona con un trastorno alimentario que encaja en los cánones de belleza del momento que una persona con sobrepeso que goza de muchos mejores hábitos y de salud mental. No nos importa la salud de las personas, nos importa su apariencia, y la salud no se puede ver a simple vista, la salud es física, psicológica y social.

No goza de salud una persona que tiene un cuerpo socialmente aceptado, pero tiene las analíticas alteradas, los pensamientos sobre comida están presentes todo el día, come con culpa y evita circunstancias sociales relacionadas con comida o evita ir a la playa para no mostrar su cuerpo, por ejemplo. De la misma manera que puede ser salud una persona con un cuerpo no socialmente aceptado que es físicamente activa, tiene unas analíticas impecables, tiene unos buenos hábitos alimentarios y goza de salud psicológica. 

La apariencia no es un indicador de salud y el cuerpo no define cómo es la persona.