Los pies hay que cuidarlos todo el año, y no solo en verano cuando se enseñan con el uso de sandalias. La llegada del buen tiempo provoca que se eliminen los calcetines de las vestimenta, pasando así los pies a caminar al descubierto, lo que puede generar un deterioro de la salud podológica, tal y como recuerda el Colexio de Podólogos de Galicia.

"La transición no debe ser brusca y no se deben dejar de usar calcetines de repente, aplicando productos antitranspirantes para evitar el exceso de sudoración y la aparición de rozaduras y ampollas", indica la presidenta de Copoga, Ana María Requeijo.

Los podólogos recalcan que el uso de chanclas debería limitarse exclusivamente a espacios, como la piscina, la playa o ducha públicas, con el objetivo de prevenir el contagio de infecciones de hongos o papilomas que pueden aparecer si se camina descalzos por estas zonas.

"No se aconseja usar chanclas para realizar recorridos de media o larga distancia, ya que -al no disponer de una sujeción suficiente- obliga a caminar flexionando en exceso los dodos, por lo que se pueden llegar a desarrollar deformidades, como dedos en garra o en martillo, además del llamado chancleteo al caminar, que puede ocasionar dureza en el talón".

Atención con las sandalias de tiras

Las sandalias de tiras pueden favorecer la formación de rozaduras o callosidades dolorosas, mientras que aquellas con suelas muy delgadas y sin nada de altura de tacón -tipo parisinas o mocasines- pueden provocar dolencias de larga evolución y, en ocasiones, muy incapacitantes, como fascitis, talalgias y cargazón en la musculatura posterior de la pierna.

Por otra parte, en el caso de utilizar calzado deportivo durante los meses de verano, el Colexio de Podólogos de Galicia destaca que es aconsejable tener más de un par para permitir un mínimo de 24-48 horas de ventilación entre uso y uso. Además, es preferible usar calzado con materiales perforados o con rejilla y de piel.

Protección solar, también en los pies

Copoga recuerda que es fundamental echarse proyección solar en el dorso de los pies para evitar sufrir molestas quemaduras solares. Además, aconseja no abusar de los esmaltes para uñas, ya que un uso reiterado puede ocasionar infecciones, roturas, exfoliación o separación del lecho ungueal.

Algunas recomendaciones para evitar esto son utilizar esmaltes especializados o lacas sin productos tóxicos y cremas hidratantes. "También hay que asegurarse de que al quitar el esmalte se elimine por completo, puesto que dejar trazos encima puede llevar a la aparición de uñas".