Este verano se ha vivido un repunte de contagios de Covid en toda España y la semana pasada la OMS alertaba de la existencia de una nueva variante que aún está siendo investigada. Los viajes y las concentraciones durante el verano podrían estar detrás de ese aumento de contagios, si bien septiembre trae nuevos retos en ese sentido con la vuelta del frío. Carmen Montero, jefa del Servicio de Neumología del CHUAC de A Coruña, recuerda que "debemos seguir vigilantes y no olvidar la mascarilla".

Han pasado ya tres años desde aquel 2020 en el que el mundo entero se enfrentó a la llegada de una pandemia que lo cambió todo. Aunque a día de hoy casi pareciera que aquello fue un mal sueño, y la "nueva normalidad" se parezca bastante a la antigua, el Covid sigue ahí y de vez en cuando nos lo recuerdan las noticias de repuntes de contagios o el descubrimiento de nuevas variantes.

Las últimas conocidas son Eirís y Pirola, subvariantes de Ómicron que se han detectado en varios países. A España no han llegado, si bien "la globalización promueve el movimiento y las variantes acaban llegando", expresa Montero. De hecho, el aumento de los contagios este verano sumado a las noticias sobre estas variantes, ha generado cierto temor entre la población, y la venta de test de Covid ha experimentado un notable aumento en A Coruña en las últimas semanas.

La neumóloga confirma este incremento de la incidencia, así como un aumento de ingresos en el hospital que tienen como causa una infección por coronavirus. La experta asocia estos contagios con la época estival "en la que hay más contactos sociales, y reuniones familiares", además de al fin del uso de la mascarilla que, recuerda, sigue siendo importante para proteger a las personas vulnerables.

"Debemos seguir vigilantes y no olvidar la mascarilla, sobre todo cuando estamos con pacientes de riesgo", subraya. Una recomendación que también trasladan desde las propias farmacias que están dispensando los test estos días.

"El Covid no ha terminado"

Montero cree que es necesario seguir creando conciencia social sobre este virus y "transmitir de nuevo a la sociedad que esto no terminó". Además recuerda que sigue existiendo un grupo de pacientes de riesgo que incluye no sólo a pacientes oncológicos y trasplantados, sino también personas con otras afecciones respiratorias, como asma y EPOC, a los que esta infección vírica "los descompensa y hace que ingresen en el hospital".

Por ello cree que es necesario "defender la cultura de que cuando uno está acatarrado es bueno que mantenga la distancia social y que use mascarilla".

En cuanto a la posible evolución de estos contagios en otoño, la neumóloga explica que el Covid "no tiene un pico tan definido como la gripe y las variaciones de contagios tienen más que ver con con lo que hacemos, con las aglomeraciones o no usar mascarilla", por lo que durante el invierno "cabe esperar que aumente la incidencia si no tomamos todas estas medidas".

Una niña con mascarilla haciendo los deberes (Shutterstock)

A este respecto considera que la recomendación es clara: "Hay que intentar proteger a aquella gente que que tiene una condición de riesgo", por ejemplo, evitando que "los niños visiten a sus abuelos si están acatarrados, o que usen mascarilla si lo hacen".

"Es muy importante también hacer una educación de la prevención para este virus y para todos los virus de cara a proteger a los mayores y a la gente que tiene enfermedades respiratorias", destaca.

Pese a todo, la buena noticia es que gracias a la vacuna "la enfermedad es mucho menos grave" y los síntomas por lo general son "más leves". También se ha reducido la incidencia del Covid persistente.

La experta cree que si este virus persiste "lo lógico será que se incluya dentro del calendario de vacunación para el mismo grupo de riesgo de pacientes a los que se vacuna de gripe". Y, mientras tanto, es oportuno no olvidar de dónde venimos y mantener las medidas de protección.