La psicóloga Paloma Cabaleiro en una imagen de archivo

La psicóloga Paloma Cabaleiro en una imagen de archivo Cedida

Salud

La psicóloga gallega Paloma Cabaleiro: "Los padres no somos colegas de nuestros hijos"

Cabaleiro reflexiona sobre qué es la "crianza responsable" y qué hacer frente al uso desmedido de los dispositivos electrónicos: "Es importante que los niños también escuchen un no"

5 octubre, 2023 05:00

La adolescencia es una montaña rusa de emociones, tanto para la persona que la vive, como para los que conviven con ella. Todos hemos pasado por la ‘edad del pavo’, por eso sabemos que enfrentarse a un adolescente puede ser una tarea complicada. A ojos de la doctora en psicología, Paloma Cabaleiro, el acompañamiento desde la infancia es una de las claves para vivir una adolescencia saludable.

Paloma Cabaleiro Fernández es doctora en psicología. Pero también es nieta de Manuel Cabaleiro Goás, uno de los grandes nombres de la psiquiatría. Esta tarde Paloma visitará la UDC para impartir su charla ‘Los nuevos retos de la adolescencia del S.XXI’ dentro de las II Jornadas de Psicología Aplicada que se llevan a cabo esta semana en la Facultad de Ciencias de la Educación

Hablamos con ella sobre cómo conectar con los hijos y cómo encontrar el punto justo entre prohibición y permisividad.

¿Cómo va a enfocar su charla sobre ‘Los nuevos retos de la adolescencia del S.XXI’? Es un título que aborda infinidad de campos.

Yo creo que en estos momentos estamos ante un cambio. Ahora nos enfrentamos a unas problemáticas diferentes, todo ello influido por las nuevas tecnologías, por los nuevos tipos de relación que hay… Hablaré sobre el desarrollo cerebral, los cambios que se producen y del papel de la familia, la escuela y los iguales en esta etapa de la adolescencia.

¿Hay muchos frentes abiertos en lo relacionado con las nuevas tecnologías y en cómo afectan a los adolescentes?

Las nuevas tecnologías, como la pandemia, han tenido sus ventajas y sus inconvenientes. La pandemia ha venido bien a algunos adolescentes que tenían problemáticas sociales o grandes exigencias académicas. Pero también ha sido un momento de choque porque los adolescentes están en una época de interacción donde el grupo de iguales es básico y fundamental y la pandemia los llevó a estar confinados en sus casas.

Las nuevas tecnologías tienen sus pros y sus contras. Pero es cierto que, quizás más ahora que antes, algunos adolescentes se relacionan de forma diferente y hay un problema grande de soledad. Los adolescentes están todo el tiempo conectados, pero a la vez están desconectados porque el cara a cara se ha transformado.

"Los padres no somos colegas de nuestros hijos"

La forma de educar de hoy en día tampoco es la misma que la de, por ejemplo, la generación de nuestros abuelos.

¿La crianza es diferente? Pues sí. Antes había una educación más rígida, muchas veces basada en el miedo. Hoy no queremos eso. Los padres de hoy quieren comunicarse, quieren tener relación con sus hijos, pero a veces se pierde un poquito el equilibrio: los padres no somos colegas de nuestros hijos.

Los adolescentes, tanto como los niños, necesitan también un punto de anclaje. Están en sus primeras veces de muchas cosas: sus primeras relaciones, sus primeros novios o novias, sus primeras salidas de casa… El acompañamiento es fundamental en ese momento. Es cierto que hay que hacer un equilibrio que a veces no es fácil, pero creo que ahí los padres, como adultos, somos más responsables de poder hacer los cambios más oportunos para que ese adolescente tenga una adolescencia lo más saludable posible.

¿Cómo encontrar el equilibrio para no pasar la barrera del miedo, pero tampoco quedarnos cortos con el colegueo?

Cuando hablo de la adolescencia me gusta mucho basarme en un refrán: "de aquellos barros vienen estos lodos". No podemos entender al adolescente si no entendemos al niño. Lo básico es la familia. Los adolescentes no son algo que eclosiona de repente. El trabajo de las familias está realmente en la infancia. Si nosotros vamos cultivando y vamos sembrando cosas, es posible que tengamos a un adolescente más saludable.

También estamos un momento de perfección. Es decir, si el niño no va a clases, y no va a inglés, y no va a música, y no va a pintura, y no es el mejor en clase; entonces tiene un problema. No, señores, su hijo no tiene ningún problema. Su hijo puede ser diferente a otro, pero ser igual de válido.

"No podemos entender al adolescente si no entendemos al niño"

¿Somos demasiado exigentes con los niños?

Sí. Los niños necesitan parque y necesitan jugar. Y necesitan que sus padres se sienten, y que jueguen a la plastilina, y que les lean un cuento. Buscamos cargarles de responsabilidades: que se encargue de sacar el perro, que saque la basura o que haga su cama. Ya, ¿y el cuento de la noche donde está? Porque resulta que aún son niños.

Entonces, ¿A qué edad debemos ir soltando la cuerda y darles otras responsabilidades?

Los niños no son máquinas. No dices a los seis años tiene que ser capaz de esto y de lo otro. A lo mejor ese niño no tienen las circunstancias familiares, sociales o de desarrollo cerebral que le permitan hacer eso. Si vamos por el libro nos encontramos con esto que tenemos: una sobre exigencia total.

Frases como la de "más vale una hostia a tiempo" mejor las dejamos de lado

Sí, totalmente. Más vale sentarte y entender qué está pasando ahí. El tema es si esos padres están preparados para contener lo que le pasa al niño o si no son capaces de tolerar ni siquiera su propio malestar. Para poder regular a un niño tienes que ser capaz de tolerar tu propio malestar. Los hijos muchas veces son los grandes reactivadores de nuestras propias historias, de nuestros propios déficits. No podemos ser padres si no dejamos de ser hijos.

"Para poder regular a un niño tienes que ser capaz de tolerar tu propio malestar"

¿Cómo lograr que un padre o una madre conecte con su hijo y también con sus necesidades?

Muchas veces pasando tiempo juntos. El comer o cenar juntos sin ningún tipo de dispositivo electrónico encima de la mesa. Hay muchos adolescentes y muchos niños que no saben interpretar el lenguaje no verbal porque cada vez se pierde más el cara a cara. Hace falta jugar la pelota, jugar a las cartas, jugar a juegos de mesa, reírse juntos. Hace falta tiempo.

¿Internet puede llegar a absorbernos?

Internet puede ser muy, muy productivo. Pero también puede ser un horror. ¿Por qué cuando un niño pone tristeza o autolesión en una red social cómo TikTok no le salen recursos positivos o alguien que empatice con él, sino formas de hacerlo? Es muy grave. Vemos como los adolescentes pueden entrar en el móvil sin ningún tipo de control parental. Por ejemplo, en el consumo de pornografía. El control parental tiene que estar.

El suicidio es la principal causa de muerte entre los españoles de 15 a 29 años, ¿Debemos preocuparnos?

Más que preocuparnos debemos ocuparnos. Deberíamos ocuparnos de las señales. Por ejemplo, cuando vemos que en los colegios no se habla de un protocolo de acoso, o se habla, pero no se aplica. A veces en las familias están más centrados en lo académico que en si tiene amigos, si no tiene amigos, si se aísla o que tiene dificultades en la gestión emocional: ¿Habrá que ayudarlo a eso, no?

"Al final es mucho más productivo una familia que pueda tener una crisis en un momento determinado, pero que sepa resolverla"

¿Es necesario que los padres también aprendan a gestionarse emocionalmente?

La mejor prevención siempre van a ser los padres. Una madre o un padre regulado siempre va a ser un buen modelo de regulación para ese niño. No tiene por qué ser una familia idílica que nunca discuta. Al final es mucho más productivo una familia que pueda tener una crisis en un momento determinado, pero que sepa resolverla. No pasa nada porque una familia en un momento determinado tenga un problema si eso se arregla. Ahora, si se hace la ley del hielo -comportamiento en el cual uno o ambos miembros de la relación deciden ignorar, evitar o rechazar emocionalmente al otro- o si se arma ‘la de San Quintín’ y todo se queda en silencio… eso es horrible.

Cada vez se habla más de crianza responsable, ¿Qué significa?

No sé decirte qué es la crianza responsable (risas). Para mí es la que no pierde de vista el sentido común, Para los niños es tan importante cualquier actividad excitatoria como la inhibitoria. Eso quiere decir que un niño es importante que también escuche un ‘no’. El ‘no’ también es un freno, una forma de decir "por ahí no".