Este martes, 10 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y el Colegio Oficial de Psicología de Galicia (COPG) ha denunciado la "inequidad y dificultad en el acceso" en la atención a la salud mental en Galicia. "En Galicia no se cumple el derecho humano de atender a la salud mental. Hay una necesidad inmediata de apostar por los tratamientos psicológicos, de los que su eficacia está comprobada científicamente y que tienen la capacidad de ayudar a las personas que sufren, tanto con la psicología clínica como con la psicología sanitaria", exponen.

Destacan también la importancia del derecho a una atención disponible, accesible, digna y de calidad que reclama la OMS, "imprescindible para que la ciudadanía gallega goce de una buena salud mental, de unos mayores índices de bienestar y, por tanto, de un mejor estado de salud general", argumentan. El contexto social, según estos profesionales, no ayuda dada "la elevada presión sobre las personas" con una sostenida inflación y la consecuente subida de los costes de la vida o las consecuencias psicológicas y de salud de la post-pandemia.

Así, indican, la dificultad en el acceso en el sistema público, junto con las listas de espera "que ya se están produciendo en las agendas de los gabinetes privados, tanto de psicología clínica como sanitaria".

Salud mental en el Sergas

El Colegio reconoce que el Plan de Salud Mental que aprobó la Xunta de Galicia en 2020 supuso una "importante inyección de recursos", pero afirman que "no es suficiente" y que el actual modelo "no es útil". En este sentido, demandan: mejora de la accesibilidad, la apuesta real por la prevención, la oferta de una respuesta rápida, y ampliar la asistencia con intervenciones grupales.

Desde 2020, se incorporaron 45 nuevas plazas, "insuficientes". Advierten también del "evidente" desequilibrio entre áreas: desde los siete psicólogos y psicólogas por cada 100.000 habitantes en el área de Ferrol hasta los 3,98 en Pontevedra. "La situación de carestía previa hace que los recursos disponibles estén lejos del mínimo exigible para que garantizar el derecho de acceso a la atención psicológica en la red pública", denuncian.

Esta infradotación de personal, argumentan, se traduce en unos tiempos de espera "inasumibles" para una atención a la salud mental que tenga un mínimo de calidad y que pretenda ser eficaz. En ciertos dispositivos se llega la un año de tiempo de espera para la primera consulta en población adulta, y el período entre consultas es "excesivo", siendo lo más habitual entre 3 y 5 meses, llegando a los 9 en algún servicio.

En su comunicado, afean también de la atención a la población infanto-juvenil "por el impacto que tienen los trastornos mentales en esta etapa evolutiva y las necesidades específicas de estas edad". "Se comprueba que la asistencia es heterogénea según las áreas sanitarias, con primeras consultas en 4 o 6 meses", denuncian. Todo ello cuando Galicia encabeza en el conjunto del Estado el consumo de psicofármacos entre la población general: casi 800.000 personas los toman a diario, es decir, un tercio de sus habitantes.

Alertan de que más de 20.000 niños y niñas de menos de 15 años toman psicofármacos para la ansiedad o la depresión en Galicia, que es la autonomía con más consumidores de ansiolíticos en esta franja de edad de entre aquellas que ofrecen datos.

Sanidad privada

La Fundación IDIS ha señalado que la sanidad privada en Galicia cuenta con el 75% de los hospitales de salud mental y el 58% de las camas.

El informe especial "Aproximación a la salud mental en España", determina que "en Galicia existen cuatro hospitales (el 75% del total de la comunidad) y 396 camas (58% del total) disponibles para atender este tipo de trastornos", explica la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva.