Galicia se prepara para el cambio de hora de invierno. Esta próxima madrugada, del sábado al domingo 29 de octubre, los españoles disfrutarán de una hora más de sueño: a las 03:00 el reloj volverá a marcar las 02:00 horas. El reajuste del fin de semana tiene como finalidad contribuir al ahorro energético y aprovechar al máximo las horas de luz solar. Esta modificación se traduce en que amanezca y anochezca antes en toda Europa, ya que el cambio de hora se rige por una directiva europea.

El horario de invierno es odiado por muchos, sobre todo aquellos a los que no les gusta que oscurezca pronto. Sin embargo, a nivel fisiológico este horario es más favorable que el de verano. La responsable de la unidad del sueño del Hospital Chuac de A Coruña, Ana Souto, asegura que la explicación es muy simple: "Al amanecer con la luz del sol nos acercamos más al despertar natural", justifica.

Síntomas: cansancio, lentitud e insomnio

A pesar de los beneficios que aporta el cambio de hora, es habitual que los primeros días el cuerpo sufra alteraciones, especialmente entre los ancianos y los más pequeños. Entre los síntomas más comunes están cansancio, insomnio, lentitud en el pensamiento, irritabilidad e incluso disminución del rendimiento físico.

Los expertos aseguran que es algo normal, ya que el organismo se ve forzado a cambiar sus ritmos. La buena noticia es que los desajustes no suelen durar "más de cinco días o una semana", según los cálculos de Ana Souto.

Los primeros días de habituación pueden ser molestos, pero existen una serie de consejos que pueden ayudarnos a sortearlos. Para la doctora Souto, es importante tratar de mantener una buena higiene del sueño "durante todo el año, no solo los días antes del cambio de hora". La premisa es clara: no hacer ninguna tarea que active al organismo por lo menos dos horas antes de irnos a dormir.

Qué hacer y qué no hacer antes de dormir

Bajo este amplio paraguas se encuentran cuestiones como cenar, practicar deporte, asearse o someterse a la luz de pantallas. Lo ideal es optar por actividades distendidas como leer, escuchar música tranquila o tomarse alguna infusión relajante. Por último, es recomendable realizar las comidas e irse a dormir a la misma hora siempre. Lo ideal es descansar entre 7 y 8 horas diarias.

A pesar de cumplir a rajatabla todos los consejos de la doctora Ana Souto, es posible que el cuerpo tarde en acostumbrarse al cambio horario. Las siestas pueden ser un gran aliado para combatir el cansancio. Eso sí, "tienen que ser alejadas del momento de irnos a dormir y de un máximo de 20 minutos, aproximadamente", puntualiza Souto.

Una buena higiene del sueño puede marcar la diferencia en el día a día. Por ello, la responsable de la unidad del sueño del Chuac anima a todos a tener buenos hábitos del sueño durante todo el año.