“Mi nombre es J... M... L..., jefe de Operaciones de la Compañía UC Global. El objetivo de esta carta es solicitar autorización para desplegar un equipo táctico en su territorio nacional para realizar operaciones contra el llamado grupo terrorista Boko Haram”.
Así comienza la carta entregada en la embajada de Nigeria en España por el mercenario 'madrileño' empeñado en la liberación de niñas secuestradas por el grupo terrorista Boko Haram. El documento, con el sello de recibido de la legación nigeriana fechado el pasado 8 de marzo de 2016, es la consecuencia de una serie de iniciativas de J.M.L. para volver al lugar de los hechos que, como relatamos el pasado sábado, concluyó, según afirma, con el rescate de 55 niñas en Camerún, en una zona limítrofe con Nigeria, en dos operaciones realizadas en 2014 y 2015.
Cuatro meses después de la entrega de esta petición en la legación nigeriana, el país africano ha dado la callada por respuesta. No es la primera vez que el llamado mercenario 'madrileño' -es argentino pero durante periodos reside en una ciudad próxima a la capital de España- y la compañía de seguridad UC Global, radicada en Jerez de la Frontera, de ámbito internacional, piden en vano permiso y ayuda para acometer esta acción en beneficio de las niñas esclavizdas sexualmente, incluso manipuladas para cometer actos terroristas, por el grupo Boko Haram.
La carta oficial recoge sucintamente la información publicada el pasado sábado por EL ESPAÑOL. Concretamente, se refiere a una de las dos operaciones, la de febrero de 2015, en la que habrían liberadas 30 jóvenes y entregadas a personal de la ONU a través de contactos diplomáticos de la compañía en la capital de Mauritania, para después ser sacadas de dicho país. Siempre según J.M.L, las niñas habrían acabado en un país del norte de Europa, probablemente en Suecia y ahora estarían recuperándose de su pasado traumático.
Ir a dar un servicio y encontrarse con niñas secuestradas
En febrero de 2015 UC Global dio protección a un grupo de compradores de piedras preciosas procedentes de diferentes países, alguno de ellos español, que visitaron distintas localidades entre Camerún y Nigeria. La misión del equipo de seguridad, capitaneado por el mercenario J.M.L, consistía en supervisar el despliegue realizado por el mismo Gobierno para proteger a los comerciantes europeos así como custodiar las adquisiciones realizadas hasta su salida en avión de los compradores con su valioso material.
Fuentes de UC Global detallan la misión que desembocó en la liberación de las 30 niñas. “El servicio se realizaba en la zona de Donkeré (Camerún), donde hay un mercado de este tipo de materiales preciosos. Nos dirigíamos por carretera hacia la ciudad camerunesa de Kontcha. Todo el trabajo se realizaba sin novedad hasta que en el trayecto de Kontcha a Wagai, en la ruta del equipo de avanzada, se detectó la presencia de personal emboscado en el camino. Pensamos que podrían ser asaltantes ya que desde Kontcha podría haberse informado de la presencia de los clientes europeos. Así se sorprendió a los previsibles asaltantes que estaban bajo los efectos de drogas. Al entrar en el campamento se verificó que eran insurgentes de Boko y que tenían como rehenes a un grupo de 30 chicas”.
En la carta no se habla de la primera operación en la que el equipo de seguridad contratado a UC Global tuvo su primer encuentro con terroristas de Boko Haram. Sucedió a mediados de febrero de 2014, según el testimonio del responsable de la operación. En aquella ocasión la protección consistía en dar escolta a una empresa francesa dedicada la venta de material de segundo uso, desde barcos a material tecnológico. Esta vez se trataba del traslado de piezas para instalar una central termoeléctrica en un trayecto que comenzaba de Ngaoundere hasta Kontcha, siempre dentro de Camerún.
Al paso por una localidad llamada Mayo Baleó, se detectó personal armado “sin determinar si eran simples alarmantes o personal de Boko”, explica el mercenario 'madrileño'. El ataque de los asaltantes se produjo a media tarde, armados con fusiles tipo M1 y machetes. Tras repeler la acción, durante la persecución “se localiza un pequeño poblado con personal que porta fusiles tipo AK, se entra en el lugar y, para nuestra sorpresa, se da con 25 chicas retenidas”, puntualiza una persona autorizada de UC Global. Debajo del lenguaje aséptico del interlocutor, se esconde una realidad brutal padecida por las secuestradas. Estas niñas habrían sido entregadas a un destacamento militar nigeriano, en un punto fronterizo entre Camerún y Nigeria, próximo a Kontcha.
Aclaración sobre las imágenes
Todos estos datos coinciden con los aportados en el reportaje referido, ilustrado con imágenes pertenecientes a hechos parecidos a los descritos. Sin embargo, en contra de lo reflejado en los pies de foto, esas imágenes no correspondían a las dos acciones protagonizadas por el equipo de seguridad de UC Global. Las fotografías habían sido proporcionadas a EL ESPAÑOL por J.M.L, el mercenario que interviene en esta historia.
J.M.L es buen conocedor de esta zona de África y de Asia. Nacido en Argentina, hijo de padres desaparecidos durante la dictadura argentina, según cuenta él, fue miembro del servicio de inteligencia del ejército argentino. En su salto a Europa, se alistó en la Legión Extranjera Francesa. Tras abandonarla, inició su carrera de mercenario y desde entonces dice haber llevado a cabo “un centenar de operaciones de todo tipo de dificultad”. En 2012, por ejemplo, participó en diferentes acciones en Libia tras el derrocamiento de Gadafi, el dictador arrestado y asesinado en Sirte, su ciudad natal, el 20 de octubre de 2011. Meses después, en 2012, J.M.L. comenzó a trabajar en UC Global como jefe de operaciones. En la actualidad, colabora con la compañía en trabajos puntuales.
“Paria, espartano, legionario, soy mercenario”
El lema de J.M.L, que figura en su teléfono móvil, es: “Paria, espartano, legionario, soy mercenario”. El escrito entregado en la embajada nigeriana, dirigido al presidente de la República Federal de Nigeria, Muhammadu Buhari, está encabezado por un titular a modo de objeto de la petición: Operación contra Boko Haram y rescate de niñas secuestradas. En la carta se solicita autorización para operar en Nigeria durante al menos 30 días y se detalla la experiencia de combate de quienes integrarían un equipo reducido de mercenarios, experimentados en diferentes acciones contra Boko Haram en Camerún, Níger, Sudán del Sur, Burkina Fasso y Norte de Mali. En la petición de autorización se incluye, además del permiso por un mes, inmunidad para los miembros del grupo, un helicóptero de combate, diferentes tipos de vehículos, la utilización de instalaciones de campamentos militares nigerianos, siempre preservando su autonomía e independencia en la acción.
Un portavoz de UC Global, una compañía con buena reputación dentro del sector, admite que desde 2014 ha realizado numerosas gestiones con el gobierno nigeriano, concretamente al más alto nivel del Ministerio de Defensa. El Centro Nacional de Inteligencia español (CNI) ha estado al tanto de estos movimientos. A principios de año, dicho organismo expresó a la compañía de seguridad y luego al mismo mercendario que no apoyarían el propósito de intervenir en territorio nigeriano ante las consecuencias imprevisibles que tal acción podía acarrear y que desaconsejaban tal acción.