Es el magistrado de moda de los últimos tiempos. Y más de esta semana. Sus actuaciones y detenciones en la Operación Lezo, en la Púnica y la fianza impuesta, por fin, al ex lider del PP madrileño Francisco Granados para salir de la cárcel, después de más de dos años en ella, le han granjeado tantos enemigos como amigos entre la opinión pública española. Ahora, su inmediata salida del Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional -dejando en el aire todas las actuaciones judiciales emprendidas- para pasar desde el próximo 1 de junio a ser parte de Sala de Apelaciones de este mismo tribunal ha puesto sobre la mesa el controvertido debate de si un juez puede dejar todo empantanado, con el permiso del Consejo General del Poder Judicial, y marchar a otro lugar más cómodo, seguro y tranquilo. Para sus enemigos, el juez Velasco “pretende que el marrón de encarcelar a los que vengan detrás le caiga a otro magistrado”: “Ahora elige un puesto de menos actuar y más de escribir”.
Hoy ya no hay duda de que Eloy Velasco Núñez (54 años) se ha convertido en otro juez estrella. Un magistrado que mide y medita muy bien todos sus autos, ya sean de imputación o, como en algunos casos, de sorprendente y rápida desimputación. A través de ellos -supuestamente secretos- la opinión pública conoce los hechos y fechorías de los casos Púnica y Lezo de altos dirigentes de la formación política que lidera Mariano Rajoy. En cualquier caso, no le enfada que le tilden de juez conservador.
Pero, si fuera por él viviría, impartiendo conferencias a diario por universidades, colegios de abogados, institutos... para disertar sobre sus experiencias profesionales, ya sea como juez instructor en Sagunto, Torrente y Valencia o sobre su vinculación política al Partido Popular, entre 1995 y 2004, cuando estuvo alternando los puestos de director general y subsecretario en diferentes consejerías de los Gobiernos de la Generalitat Valenciana bajo la tutela del ex dirigente popular, Eduardo Zaplana. Curiosamente, el expresidente de Valencia ha aparecido en las grabaciones de Lezo con Ignacio González. El juez Velasco no guarda buen recuerdo de su paso por el PP: aunque fue aupado por el propio Zaplana, acabó mal con la cúpula del PP Valenciano, lo que condujo a su destitución.
En aquella etapa hizo gala de ese carácter “duro” e incluso “hosco en las formas” que no duda en sacar cuando no está cómodo. Muy receloso de su vida privada, sus amigos dicen que es muy afable, lo contrario de la imagen que da en los juzgados. Cuentan que tiene un gran sentido del humor, es amante del rock duro -en el coche le gusta poner AC/DC y Los Ramones- y es capaz de encajar muy bien las críticas, aunque no de dar su brazo a torcer cuando se equivoca. Esa testarudez le ha costado incluso algún disgusto. Si cree que le mienten en la instrucción no duda en encararse con el testigo o imputado: “Te crees que soy tonto”, ha llegado afirmar en alguna ocasión. Por eso, muchos insisten en que tiene un carácter combativo.
Desde el PP de Valencia saltó por concurso al Juzgado de Instrucción nº 24 de Madrid. Después, en junio de 2008, pasó a su actual destino en el Juzgado Central de Instrucción Nº 6, de la Audiencia Nacional, mientras su titular Manuel García-Castellón (el juez del caso Mario Conde), se encuentra en la situación de servicios especiales.
“Desde hace tiempo quería irse”
El juez Velasco tenía muy claro, como decía últimamente a sus amigos, que su futuro pasaba por abandonar este juzgado de instrucción. Un destino que le tiene a diario en el disparadero y le convierte en verdadero protagonista de todos los medios de comunicación. Hace unos días explicó su situación: “Ya tengo mis años y estar siempre de guardia... En este trabajo te llaman a las dos de la mañana. Estábamos de vacaciones en esta Semana Santa y me llamaron...”. Por eso, por no respetar sus horas de descanso, llegó a denunciar al Ministerio de Justicia, que fue condenado a indemnizarle con 7.200 euros en concepto de las cantidades devengadas por las 36 guardias de ocho días que realizó y no descansar la jornada siguiente al término de cada una de ellas como entiende la normativa europea que obliga a garantizar ese periodo de 24 horas. Miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura, fue el único magistrado de la Audiencia Nacional que secundó la histórica huelga de jueces del 18 de febrero de 2009 que supuso el principio del fin de la carrera ministerial de Mariano Fernández Bermejo. Todavía mantiene un pequeño grupo de fieles en estos tribunales.
Sus enemigos, por el contrario, consideran que pasa muchas horas fuera de su despacho de la Audiencia Nacional dando conferencias y seminarios a lo largo de la geografía española: Madrid, El Escorial, Las Rozas, Bilbao, Córdoba, Barcelona, Santiago de Compostela, Salamanca, Valladolid, León, Oviedo o Alicante. Por no olvidar otro de sus destinos preferidos, Sudamérica: Lima, Cartagena de Indias... A estas jornadas los magistrados no suelen ir gratis, lo normal es cobrar alrededor de 600 euros por ponencia.
Una de las últimas conferencias del juez Velasco fue el pasado 8 de mayo en el Consejo General de la Abogacía Española, con el título Madrid Jornada de Responsabilidad Legal ante la Ciberseguridad. Se da la circunstancia de que los asistentes presenciales a la Jornada recibieron gratis el libro Delitos tecnológicos: definición, investigación y prueba en el proceso penal cuyo autor es Eloy Velasco Núñez y que se vende por 30 euros en cualquier tienda online.
A estas conferencias y congresos también acude como invitada su mujer, Beatriz Saura Alberdi, directora del Área de Derecho Penal y Compliance del bufete Legal y Económico. También suele asistir el socio fundador y dueño de este despacho, el economista y abogado Pedro Bautista Martín Molina, que preside la Fundación del Instituto de Derecho Concursal (Fundieco) y la Fundación para el Estudio Corporativo y Fomento de la Administración de Justicia (FURJA). Ambas entidades son organizadoras de muchas de estas conferencias, a donde acuden relevantes magistrados como el también nuevo flamante Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, buen amigo de Velasco, según se comenta.
Denuncias contra su mujer
Fue en enero de 2016 cuando el despacho Legal y Económico contrató a la mujer de Eloy Velasco para dirigir el departamento de Penal y Compliance, o cumplimiento normativo especializado hasta ese momento en la administración concursal.
Para muchos abogados consultados, si ha habido en España un despacho beneficiado por los Juzgados de lo Mercantil, muy por encima del resto, es precisamente la firma Legal y Económico Administradores Concursales SLP. Algunos de esos concursos son muy conflictivos, como lo son los casos Afinsa o Banco Madrid, entre otros, en los que ha habido cruces de querellas contra el administrador y el juez. También Martín Molina fue nombrado administrador concursal de la sociedad mixta PESF SL en el año 2012, hoy en proceso de liquidación. Las controversias sobre su figura llevaron a la UDEF a investigarlo en 2014 por la adjudicación por decenas de juzgados mercantiles de más de 175 concursos de acreedores de empresas en quiebra. Legal y Económico Abogados Economistas y Auditores S.L. tiene su sede en el número 24 de la calle Monte Esquinza, de Madrid, entre el Paseo de la Castellana y la Glorieta de Alonso Martínez, muy cerca de la sede del PP de la calle Génova. La sociedad, en la que la mujer de Velasco tiene un cargo de responsabilidad, ha presentado en el ejercicio 2015 una facturación de 3,12 millones de euros con un incremento del 73% respecto al año anterior y con unos beneficios superiores a 406.000 euros. La sociedad supera además los seis millones de euros en activos.
Beatriz Saura, con la que el juez Velasco tiene dos hijos, es doctora en Derecho por la Universidad Miguel Hernández de Alicante, centro en el que también ha ejercido como profesora de Derecho Civil. Ambos mantienen largos debates de temas judiciales.
Saura ha desarrollado buena parte de su carrera como secretaria de provisión temporal en la Audiencia Nacional y como abogada fiscal sustituta en la Fiscalía Provincial de Madrid. Se desempeñó como abogada ejerciente en Alicante en asuntos de materia civil y penal entre los años 1997 y 2000. A partir de esta fecha se produjo un paréntesis en su vida profesional como letrada para dedicarse a la docencia como profesora asociada del área de Derecho Civil de la Universidad Miguel Hernández y para preparar el doctorado en Derecho que obtuvo por esa misma universidad el 16 de mayo de 2003.
Cambió sus planes de forma significativa cuando destinaron a su marido a Madrid en 2004. Intentó de nuevo ingresar en la Administración de Justicia. Su carácter de luchadora -similar al de su marido, según explican sus conocidos- le llevó a presentar recurso de alzada ante el CGPJ contra el acuerdo adoptado por la comisión permanente del 13 de junio de 2006, aunque se desconoce el contenido de dicho recurso. En relación con el recurso de alzada anterior, el pleno del CGPJ acordó el 27 de septiembre de 2007 la redacción de una nueva propuesta de resolución. Pero Beatriz Saura nunca accedió a la carrera judicial en la categoría de magistrado.
A lo que sí pudo acceder la mujer de Velasco fue a la lista de secretario judicial sustituto, ocupando una de las 42 plazas del cupo de la provincia de Alicante. Pero la realidad es que nunca llegó a ejercer este cargo en la provincia que la vio nacer, ya que paralelamente intentó ingresar para ese mismo puesto en la Audiencia Nacional. Según el BOE de 30 de marzo de 2007 fue designada para esta plaza.
Dentro de la Audiencia Nacional ocupó el Juzgado Central de Instrucción nº5, en manos de Baltasar Garzón, donde permaneció desde el 6 de noviembre de 2007 hasta el 21 de abril de 2008. Cesó poco antes de la llegada de Eloy Velasco al Juzgado nº6 y fue nombrada abogada fiscal sustituta para la Comunidad de Madrid, gobernada entonces por Esperanza Aguirre, ocupando el puesto 54 de un total de 55. Su destino será la Fiscalía Provincial de Madrid donde permaneció desde el 10 de octubre de 2008 hasta el 31 de agosto de 2012, todo según su currículo. Ejerció éste cargo entre los años 2009 y 2010, hasta en cuatro veces en la Audiencia Provincial de Madrid, en asuntos de maltrato, homicidio, incendio y lesiones. Durante los años 2011 y 2012 no consta que ejerciera ninguna actividad. Todo este es su bagaje en materia penal hasta este momento.
En julio de 2013 fue designada técnico de la Administración Autonómica en el Instituto Madrileño de la Familia y el Menor, IMFM, adscrito a la Consejería de Asuntos Sociales, cuando su gerente era María José Barrero García y el consejero, Jesús Fermosel Díaz. Por entonces, Ignacio González presidía la Comunidad de Madrid. Esta supuesta relación le ha costado que se haya abierto una investigación disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial contra de Eloy Velasco.
La denuncia presentada por el abogado José Luis Mazón el pasado 26 de abril señala que el instructor del caso Lezo preguntó al ex presidente de la Comunidad -antes de tomarle declaración como investigado- si consideraba que debía abstenerse de la causa. ¿El motivo? La existencia en el sumario de una grabación en la que él mismo aseguraba que en el pasado había contratado a la esposa del magistrado a petición de éste. Sin embargo, el nombramiento de Beatriz Saura no aparece como tal en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid a lo largo del año 2013. Las convocatorias que se publicaban siempre eran para funcionarios, condición que no acreditaba la mujer de Eloy Velasco. Permaneció en el puesto tan sólo hasta enero de 2014.
Como anécdota, durante tres años, entre finales de 2012 y finales de 2015, estuvo dedicada junto a su hermana Helena al oficio de la orfebrería, tal como atestiguó en la propia web de la empresa el Cofre de Oriente en Facebook y en Twitter. Las hermanas consiguieron llevar un broche de su marca, en forma de pez, al programa Sálvame de Jorge Javier Vázquez gracias a Rosa Benito. Estaban especializados en la fabricación y venta de bisutería. Importaban de Turquía determinados artículos y los pendientes de la diseñadora de Oriente Medio Ayala Bar.
Tras dedicar estos años de su vida profesional al oficio de la joyería, fue fichada como directora del Área de Derecho Penal y Compliance de Estudio Legal y Económico. El libro que ha escrito junto a su marido -Cuestiones prácticas sobre responsabilidad penal de la persona jurídica y Compliance- es un gesto claro de dónde quiere dirigir sus pasos el matrimonio: hacia una de las áreas que da más dinero a los bufetes, el cumplimiento normativo de las grandes empresas.
Todas estas dudas y más interrogantes surgen ahora que Eloy Velasco Núñez abandona la titularidad del Juzgado nº 6 de la Audiencia Nacional donde ha permanecido nueve años. En el mundo jurídico hay quien plantea que debería dar cuenta del dinero percibido como conferenciante en jornadas organizadas por el despacho en el que trabaja su esposa. Y si costeó los gastos de estancia fuera de Madrid para impartir conferencias como su viaje a Perú junto a su mujer o si hubo alguna contraprestación económica por su conferencia. Asociaciones de afectados por las Preferentes también se preguntan por qué exoneró de responsabilidades penales a Caja España y Caja Duero.
Otra pregunta que planea en la calle es qué va a pasar con todas las instrucciones judiciales iniciadas por el caso Púnica y la Operación Lezo, que a día de hoy están inacabadas. Obviamente, los sumarios los completará otro juez. Una cuestión más difícil de contestar es la coincidencia de la promoción de Velasco cuando la investigación de los casos Púnica y Lezo se complicaba para el PP. En cualquier caso, Eloy Velasco ha sido promocionado a tiempo.
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