Seis días después, Aarón está en su casa. El chico de 18 años, residente en el madrileño barrio de San Fermín, ha sido puesto en libertad, a la espera de que la investigación continúe. El joven conducía sin carné un vehículo en la calle de la Mezquita, del distrito madrileño de Usera, cuando impactó contra el escaparate de una tienda de alimentación china el pasado día 5. A causa del accidente falleció un niño de tres años que jugaba en la acera.
Según han confirmado a Efe fuentes jurídicas, la titular del Juzgado de Instrucción número 22 de Madrid ha dejado al joven en libertad, aunque por el momento no han trascendido los argumentos. Sin embargo, la Fiscalía de Madrid recurrirá esta decisión.
Aarón H.J. no contaba con antecedentes penales y permaneció en en el lugar del suceso hasta que llegó la Policía Municipal y le detuvo. También fue arrestado el propietario del coche, Armando V. B., español de 21 años y quien tras declarar ante la Policía Nacional quedó en libertad. A ambos se les imputaron los mismos delitos: homicidio imprudente, lesiones, daños y un delito contra la seguridad vial.
Negativo en alcohol y drogas
Según las primeras pesquisas de la investigación, el joven atropelló al niño, que estaba en la puerta del comercio de alimentación de sus padres, cuando trató de aparcar el coche de un allegado que iba como copiloto. Dio negativo en alcohol y drogas.
El Juzgado de Instrucción 25 de la capital, en funciones de guardia, ya decretó el día 5 su ingreso en prisión por un supuesto delito de homicidio por imprudencia, dos de lesiones y otro contra la seguridad vial.
En el momento del atropello, toda la familia del niño de origen chino se encontraba en el interior del establecimiento. El padre tuvo que ser ingresado en el Hospital 12 de octubre con heridas leves. La hija, de 11 años, fue atendida por cortes por cristales en los brazos y la espalda. La niña requirió atención por parte de los psicólogos de SAMUR-Protección Civil. La madre, también: sufrió una crisis de ansiedad.
Justo después del accidente, dos individuos aprovechan para intentar robar la caja registradora. El pequeño aún seguía debajo del coche. Es en ese momento cuando dos comerciantes de origen chino intentan impedirlo. Sin embargo, estos dos hombres reciben varios golpes y puñetazos por parte de los ladrones. Se trata de un padre de 44 años y de su hijo de 14 que fueron detenidos unos días después.