Cuando Fran Alcalá Estébanez, 'Cachobo' empuñó la lanza hace dos años en Tordesillas y abatió al toro 'Rompesuelas', el gozo le inundó el cuerpo. Sabía que había pasado a la Historia. Se había convertido en el último lancero del Toro de la Vega de Tordesillas. Pero, dos años después, la hazaña le ha traído más disgustos que alegrías. La última le ha dejado en shock a él y a toda su familia.
Este jueves, el joven cogió su coche en su pueblo natal, Valderas (León), y condujo durante tres kilómetros hacia la perrera donde tiene su reala de más de 20 perros. Va hasta allí "todos los días del año, no falto ni uno", para alimentar a sus perros de caza, como ha contado él mismo a EL ESPAÑOL. Cuando llegó allí, la escena que encontró fue dantesca. Hasta ocho perros, entre sabuesos, grifones y podencos, estaban muertos y otros tres malheridos. Habían sido envenenados con un alimento parecido a unas croquetas.
"A los heridos les han hecho un lavado de estómago esta mañana. Todavía están ingresados en el veterinario", explica el joven con tono afectado. Ha denunciado los hechos a la Guardia Civil, que le ha explicado que "tiene que pagar él mismo la necropsia" antes de investigar la última causa de la muerte, según cuenta.
ACOSO EN LAS REDES
El joven, amante de la caza, también encontró una pintada en el suelo de la finca. En ella se podía leer: "Kchovo asesino". Tiene sospechas de distintas personas, pero no se atreve a apuntar a nadie. Recientemente ha recibido amenazas en las redes sociales en las que se le acusaba de "cazador asesino", explica por teléfono.
No es la primera vez que Fran Alcalá sufre amenazas en las redes sociales. Nada más 'alzarse' como el último lancero de Tordesillas, los insultos y amenazas fueron constantes. Hacia él y hacia toda su familia. Llegó incluso a dejar de utilizar Twitter para no leerlas. Ahora, tiene la red social protegida. Considera que quienes han hecho esto "le conocen y le han seguido los pasos", porque antes tenía los perros en el pueblo y "los llevó lejos para que no molestaran al ladrar", cuenta a EL ESPAÑOL.
Tanto él como su novia son muy reacios a hablar con los medios de comunicación porque los acosos se han convertido en los últimos tiempos en algo habitual. Aunque, incluso antes de convertirse en el último lancero de Tordesillas, ya había recibido extrañas amenazas. En 2014, el joven protagonizó una escena algo turbia que recogió La Opinión de Zamora. Denunció que, al concluir un encierro campestre en la localidad de Castrogonzalo (Zamora), cuatro coches con hasta 10 personas dentro, entre ellos "tres sicarios centroeuropeos" le habían acorralado a él y a su novia y les habían amenazado de muerte. Después, él mismo restó importancia a lo sucedido. Pero, según contó el diario provincial, esas personas habrían avisado a Fran Alcalá de que acudirían al encierro para "ajustar cuentas".