Los trabajadores de la Clínica Carlos Chiclana han roto con su rutina de trabajo. Se vieron envueltos en polémica cuando salió a la luz la contratación de Diego José Yllanes, el homicida que acabó con la vida de Nagore Laffage en los Sanfermines de 2008. El foco de todas las miradas era Carlos, el director médico del centro. Según ha podido saber este periódico había empleado a Yllanes como investigador para la clínica.
Carlos Chiclana nunca pensó que contratar al que fue su compañero durante los estudios del MIR fuera a tener tantas consecuencias. “Quizás fui imprudente a la hora de ponerle en la página web, lo que más me duele es haber reactivado las heridas de la familia de Nagore”, afirma el doctor Chiclana. Nueve años después de aquella noche de 2008 en la que Diego Yllanes acabó con la vida de su compañera de trabajo, el centro de Carlos Chiclana ha contratado al homicida que ahora forma parte de su grupo laboral.
Tras varios días de silencio, el director médico de la clínica ha hablado en una entrevista con este periódico sobre las labores que realiza Yllanes. “Hace búsquedas bibliográficas que sirven para el trabajo, también elabora datos que busca en revistas y libros, y nos ayuda a redactar algún texto para el trabajo, pero nunca atiende pacientes”, confirma.
Chiclana admite que conoce la situación profesional de Yllanes y repite una misma idea: “Él no es psiquiatra, ni psicólogo, sólo tiene una titulación de medicina, está colegiado porque puede pero yo estoy atento de que no vea pacientes”.
Durante la conversación, el psiquiatra se ha cuestionado a sí mismo: “No sé en qué momento no se me ocurrió pensar esto fuese a reactivar el dolor”. El centro, bautizado con su mismo nombre, ofrece servicios especiales en medicina psicológica y psiquiátrica. Por su trabajo conoce los efectos de sus decisiones, aunque en el momento no lo pusiera en práctica, domina las emociones y expresa: "Trabajo en salud mental y se lo que esto conlleva, por eso, me duele haber llegado a esta situación".
Carlos Chiclana ha querido dejar claro que fue una decisión suya en la que nadie más tuvo voz: “Acósenme a mí, pero dejen en paz a las personas que trabajan conmigo”, sentencia con voz firme.
El periódico ABC rompe con Carlos Chiclana
El polémico fichaje le está saliendo caro al doctor Chiclana. Poco después de que la noticia saltara a la prensa, ABC -en su versión digital- prescindía de los servicios del médico, que escribía en ese diario el blog Sexo y salud. En ese espacio virtual hablaba sobre sexo, medicina y su implicación en la sociedad.
Desde el martes no hay ni rastro de Sexo y Salud en la web de ABC pero esta periodista ha podido ver algunas de las publicaciones que hizo Carlos Chiclana antes de que fueran eliminadas.
Uno de los posts versaba sobre los derechos sexuales de la persona. Bajo el título ¡Defiende tus derechos sexuales!, se desarrollaban once derechos sexuales que, según sus palabras, “generan responsabilidades personales, sociales y políticas”.
En esa misma publicación, Carlos Chiclana habla del derecho a la libertad sexual. Explica a qué se refiere con libertad y afirma: “Todo ser humano tiene derecho a vivir o a expresar su sexualidad de forma libre, excluyendo toda forma de coerción” y matiza después: “No confundamos libertad con libertinaje, en el sexo no todo vale, (...) toda práctica que implique una denigración, humillación, agresión o que no respete a nuestro cuerpo o al de la otra persona, viola este derecho básico”.
La decisión del periódico no se aleja de las tomadas por Carlos Chiclana. El médico psiquiatra hizo lo mismo el pasado lunes cuando, tras el aluvión de críticas, eliminó la imagen de Diego Yllanes de su página web y borró todo rastro previo que le pudiera relacionar con su centro.
Carlos Chiclana es licenciado en Medicina por la Universidad de Córdoba, allí terminó sus estudios en el 2000. Al terminar sus estudios universitarios, ya convertido en médico empezó a trabajar como médico general en un centro psicosomático. Tres años después de licenciarse entró a la Clínica Universidad de Navarra para realizar el MIR en Psiquiatría. Allí conoció a Diego Yllanes: él también estaba estudiando la residencia en medicina psiquiátrica.
Ahora, dirige su propia clínica, imparte clases en la Universidad CEU San Pablo de Madrid y es (o era) aficionado a escribir sobre sexo y medicina. Tanto, que es autor del libro Atrapados en el sexo. La publicación tiene, según se recoge en su sinopsis, el objetivo central de evitar la adicción el sexo.
Afirma tener un “propósito médico”: facilitar que aquellas personas que “puedan necesitar ayuda por presentar una conducta sexual desordenada y fuera de control se animen a solicitar esta ayuda porque existe tienen derecho a ello.
El doctor está viviendo las consecuencias de contratar a su conocido compañero. Ahora, espera, sin dar respuesta -sólo hizo un comunicado vía Twitter-, a que la tormenta escampe y pueda volver a ejercer y escribir como lo hizo antes.