Está a la vuelta de la esquina. De camino a la facultad. En el acceso desde la autovía al campus. Incluso en el autobús. La clínica FIV Marbella lleva tiempo campando por el barrio universitario de Málaga capital, Teatinos, como un estudiante más. Anuncios, carteles y banners en los que el mensaje es claro y conciso: buscan donantes de óvulos. Y tú, que paseas entre las aulas, que sales a fumar un cigarro entre clase y clase, que haces de la biblioteca tu guarida nocturna en época de exámenes, les interesas. Sobre todo porque, normalmente, eres mujer y joven.
Según los datos de la propia Universidad de Málaga con respecto al curso 2016-2017, a sus facultades asisten 16.361 chicas frente a 14.379 chicos que estudian grados. En el campus de Teatinos se concentra la mayoría de los grados y másteres que se imparten. A su alrededor, además, ha brotado un ecosistema completo de negocios relacionados con la universidad. Copisterías, residencias, pisos en alquiler o academias sólo son algunos de ellos. También bares, restaurantes y cafeterías que hacen de este distrito un imán para la población joven de la ciudad.
Mujer menor de 30 años
Para poder ser donante en esta clínica marbellí -a más de cuarenta minutos en coche de la Universidad- se han de cumplir varios requisitos, tal y como detallan en su propia página web. Quedan excluidas las chicas menores de edad. También las mayores de 30 años. No se pueden tener antecedentes personales o familiares de enfermedades hereditarias ni de patologías ginecológicas. Tampoco enfermedades de transmisión sexual. EL ESPAÑOL ha tratado de ponerse en contacto con los responsables de la clínica para conocer más acerca de esta campaña, pero no ha recibido respuesta por el momento.
Al final, la recompensa es jugosa. Mil euros por la donación. Aunque, técnicamente, se trata de una compensación económica por las molestias generadas, los gastos de desplazamiento y el tratamiento al que se someten las donantes. Porque este gesto debe ser -según la Ley Española de Reproducción Asistida- altruista, solidario y desinteresado. La legislación permite la ovodonación en las mujeres mayores de edad y menores de 35 años.
La cifra que alcanza FIV Marbella es de las más altas del mercado de la reproducción asistida en España. El organismo encargado de señalar la horquilla de precios que se debe abonar a las donantes es la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida. Ellos recomiendan entre seiscientos y mil euros.
Técnica más exitosa de reproducción asistida
La ovodonación es el proceso por el que una mujer recibe un óvulo de una donante para poder ser madre. Es sólo uno de los métodos que integran el negocio de la reproducción asistida en España, donde, además, no existe un registro de donantes de gametos. También es la que tiene una mayor tasa de éxito: se realiza en 4 de cada 10 casos. Nuestro país es, además, el país europeo con mayor número de clínicas. Según los últimos datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), de diciembre de 2016, a lo largo de la geografía española había 383 establecimientos -públicos y privados-.
Una chica joven que decide ser donante ha de pasar por un tratamiento de estimulación ovárica, a través de pastillas, pero también con inyecciones. Si en un mes normal una mujer produce un óvulo, con el tratamiento la cifra se multiplica exponencialmente, hasta alcanzar los 20, normalmente.
Uno de los contratiempos más comunes debido a la estimulación artificial a base de hormonas es el síndrome de hiperestimulación ovárica. La FIV Marbella lo detalla abiertamente en su web: “Consiste en una respuesta exagerada por parte de la donante al tratamiento administrado”. Eso sí, afirma que los inconvenientes de la donación de óvulos son “mínimos” y el proceso es “bien tolerado por lo general”.
Málaga, capital del turismo reproductivo
El boom de la reproducción asistida en España se ha producido, según la SEF, por el aumento exponencial de la demanda. Cada vez las mujeres retrasan más la maternidad debido a circunstancias externas. Los datos publicados por el CIS muestran que, sólo desde 2002, la edad media con la que las españolas son madres por primera vez ha aumentado más de dos años y medio. En 2017, la española aplazaba la maternidad hasta cumplir los 32 años, de media.
Málaga es, además, uno de los principales destinos del turismo reproductivo. En la capital de la Costa del Sol, el 80% de las parejas pacientes de las clínicas privadas suelen extranjeras, según fuentes del sector consultadas por este periódico. Y qué mejor que encontrar donantes que en la propia ciudad.