Los errores suceden. También en las donaciones de esperma. Así ocurrió en Holanda, donde un hombre ha dado lugar a, al menos, 102 embarazos exitosos debido a sus múltiples donaciones. Lo hizo durante años a través de once clínicas diferentes. Su caso ha hecho saltar las alarmas de aquellos países en los que no hay un registro nacional de donantes de semen. ¿Por qué? Esa carencia permite que si un tipo se lo propone, puede donar esperma en múltiples clínicas, dando lugar así a cientos de bebés. España, precisamente, es uno de esos países donde no hay un registro nacional: esto significa que los datos de los donantes no se pueden cruzar y, por tanto, no es posible saber si un hombre acude a una sola clínica o ya ha acudido a otras anteriormente (en España en total hay 286 centros de reproducción asistida).
"Lo normal es tener una concentración de quince millones de espermatozoides por mililitro. Eso es un semen común. Nosotros te vamos a pedir ochenta millones". Quien habla es una de las doctoras de la clínica Tambre, un centro de reproducción asistida y fertilidad. La especialista afirma que necesitan un 'superesperma' porque el proceso de congelación y descongelación rebaja la calidad seminal. "Por eso necesitamos donantes con una concentración muy alta", le explica a uno de los reporteros de EL ESPAÑOL.
Una de las condiciones para donar semen es firmar una declaración en la que el donante asegura no haber visitado otra clínica con el mismo propósito. Así lo explica Rocío Núñez, subdirectora de la clínica Tambre: "Cuando viene un chico que ya sabe algún detalle muy específico, sospechas. Quienes vienen a donar por primera vez no tienen idea de nada, lo que han leído en internet y poco más. Si creemos que ha estado en otro centro, ni siquiera indagamos, directamente lo rechazamos". En este centro reproductivo, solo entre el 10 y el 15 por ciento de los potenciales donantes son seleccionados. Los motivos son dos: por un lado, se necesita un semen de altísima calidad; por otro, las clínicas no pueden permitirse fallos, así que ante la duda, se desecha una solicitud.
En palabras simples: lo que ha ocurrido en Holanda podría ocurrir aquí; un hombre podría ser el padre biológico de cientos de niños. Así lo afirma Antonio Requena, director de la clínica IVI: "Si hablamos de manera hipotética, claro que podría haber ocurrido. Es muy complicado, pero podría pasar. Lo que pasa es que la protección de datos es muy importante: yo no puedo llamar a otras clínicas, aunque sospeche, y preguntar si Julián Pérez, que es donante mío, también ha donado allí. Porque si Julián Pérez se entera me puede demandar al desvelar datos suyos. En España IVI tiene 27 clínicas. Nosotros sí tenemos un registro, por lo que si alguien ha donado en IVI Barcelona nopodría hacerlo en IVI Valencia, pero en otras clínicas que no sean IVI... claro que podría".
¿Y qué riesgos entraña? El límite de seis embarazos con un mismo esperma se establece para evitar riesgos de consanguinidad. Esto supone que de seis a 102 (el total de hijos que ha dado lugar el esperma del holandés), el riesgo aumenta considerablemente.
Agustín Ballesteros, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad, es más escéptico al imaginar un escenario similar al de Holanda: "Las clínicas hacen lo que pueden hacer y es confiar en las personas que vienen a donar. No hay que presuponer que un donante vaya a mentir cuando firma un documento por escrito. El caso de Holanda es excepcional, es difícil que una persona done tantas veces en diferentes clínicas".
Tiempo y espera del donante
"¿Cuánto tiempo me llevaría todo este proceso?", pregunta el reportero a la doctora de la clínica Tambre cuando este acude como potencial donante. "Estimamos que serán entre tres y cinco visitas. Un mes y medio como mucho. Pero si tenemos dudas con alguna analítica, repetiremos alguna prueba. Calculo que para mediados de octubre podrías empezar a donar si no se complica nada", apunta ella. En 2016, de 300 hombres que realizaron las pruebas para donar esperma en este centro solo fueron seleccionados 30.
"Vas a venir una vez a la semana durante un tiempo", prosigue la especialista. "Primero, te vamos a hacer mogollón de pruebas de salud. Lo que tratamos de ver es la calidad seminal. Lógicamente queremos que tu esperma esté en condiciones: vamos a valorar concentración, movilidad y morfología. Esos tres parámetros están relacionados con la capacidad de donación", añade. El proceso culmina con una entrevista exhaustiva con una psicóloga. "Si cuando le preguntas a un donante por qué lo hace y responde, por ejemplo, que quiere tener descendencia o quiere que su ADN esté en otras personas... ahí lo descartamos. Ese no es el espíritu de la donación", reconoce la subdirectora Rocío Núñez.
El 'superdonante' holandés, cuya identidad se desconoce, declaró al periódico Algemeen Dagblad que lo hizo durante una década y que el personal de las clínicas a las que acudió no solían preguntarle si había donado antes en otros centros. Si lo hacían, él decía que no. "Deberían agradecérmelo", aseguró. "Si tu muestra pasa las pruebas de idoneidad están encantados. Y mi semen era aceptado de inmediato", añadió.
En España la ley dicta que del esperma de un mismo donante pueden producirse hasta seis embarazos con éxito. Está detallado en la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida: "El número máximo autorizado de hijos nacidos en España que hubieran sido generados con gametos de un mismo donante no deberá ser superior a seis. A los efectos del mantenimiento efectivo de ese límite, los donantes deberán declarar en cada donación si han realizado otras previas, así como las condiciones de éstas, e indicar el momento y el centro en el que se hubieran realizado dichas donaciones".
Lo que la ley no dice es que tenga que ser en la misma clínica, aunque se presupone. "Nosotros nunca informamos al donante de si con su semen ha habido embarazos o no, ni cuántos". "Pero si no lo sabe, podría ir a otra clínica pensando que igual su esperma no ha sido utilizado el máximo de veces permitido", preguntamos al doctor Requena, de la clínica IVI. "Exacto. La buena fe debería imperar y si has donado en una clínica no deberías ir a otra, pero alguien podría hacerlo por cierto desconocimiento o para lucrarse".
En la clínica Tambre, ante la mesa de consulta, la doctora que atiende en la mañana del jueves explica lo que ocurriría en el caso de que alguien decidiera donar su semen en varios lugares de forma simultánea. Lo cierto es que no hay nadie que pueda controlar esto. "Está empezando a formarse un registro. O sea, cada centro tiene un registro de donantes, pero no hay un registro común de donantes. Ahora están dándose todos los mecanismos para que se crucen los datos".
Aunque no haya datos, alguien que actuase de ese modo en nuestro país, como el superdonante holandés, podría pasar desapercibido, pero estaría cometiendo una ilegalidad. "Claro, ahí yo digo siempre que quien está infringiendo la ley eres tú. No nosotros. Si tú decides donar a otros centros, eres tú el que incurre en el delito. Claro, está bien que hagas la pregunta y es interesante porque yo sé que se le pasa por la cabeza a mucha gente, a mi se me pasaría incluso.
70 euros en cada visita
Luego comienza el proceso de donación. Ahí, dice la doctora que atiende en la clínica Tambre, hay una condición imprescindible: "Abstinencia sexual los tres días previos", advierte. Tampoco las drogas están permitidas a lo largo del proceso. A partir de ese momento, 70 euros en cada una de las muestras de esperma. Pero el control exhaustivo continúa. De todo ese dinero, unos 40 euros se reservan. Y la semana siguiente igual. Y así durante cuatro o cinco semanas. Entonces, tras las primeras donaciones, se hace un análisis de sangre para comprobar que el donante sigue estando en buenas condiciones. Cuando se ve que está bien, ya se le devuelve todo junto el dinero retenido de una sola vez.
Eso sí, la donación de semen no es una actividad de la que financiarse eternamente. Hay unos límite, dicen en la clínica Tambre. "Llegará un punto que, por tiempo o por número de dosis, te diremos: mira, ya está. Todo el proceso de donación abarca menos de un año. Lo normal es que lleve entre tres y seis meses".
Hay algo esencial en el desarrollo de esta actividad. Cada persona es un mundo, y mientras algunos pueden donar durante varios meses, otros, con una sola muestra quizá logren fecundar seis óvulos. "Si eso pasa de golpe, ya no puedes donar más. También puede pasar que con seis muestras distintas no se fecunde ninguno óvulo", señala la doctora de Tambre. Depende de muchas cosas. "Lo normal es que cada centro recoja entre seis y diez botes. No más porque no tendría sentido. Si ese donante alcanza el máximo de embarazos, se le bloquea del sistema y su esperma se destruye", añade Antonio Requena.
La Ley de reproducción asistida (de 1988) ya contemplaba la creación de un registro nacional que permitiese poner límites y evitar el descontrol. En 2006, con la modificación de dicha ley, se volvió a ratificar la necesidad de un registro. A día de hoy, tres décadas después, solo es un borrador. "Parece que a principios de 2018 lo tendremos", apunta el director de la clínica IVI.
Por último, es esencial el anonimato. El nombre del donante no aparece nunca por ningún lado. En Tambre proporcionan seudónimos a sus donantes, un disfraz para quienes vayan allí para no ser detectados. "A partir de ahora, te vamos a dar un código. Lo que solemos hacer es una combinación del nombre y los apellidos. Te damos un seudónimo. Te llamaremos por ese nuevo nombre para mantener tu privacidad".
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