"Estamos en plena crisis", confiesan en el Rectorado de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. El escándalo Cifuentes les lleva continuamente a las portadas y nunca por algo bueno. En este momento, el equipo de comunicación del centro público espera a que la Fiscalía decida para estrenar la nueva estrategia de limpieza. "Durante el último curso habíamos hecho esfuerzos muy importantes, habíamos crecido en redes sociales... Y se nos ha ido todo al garete", admite esta fuente.
Este es el sentir de la cúpula de la universidad que expidió el presunto máster de Cifuentes a las puertas de un mes clave, mayo, que acogerá una jornada de puertas abiertas en cada uno de sus cinco campus: Aranjuez, Alcorcón, Fuenlabrada, Móstoles y Madrid capital.
Tras este envite, en la segunda semana de junio, llegarán los primeros datos que permitirán trazar un análisis fidedigno del impacto que el descalabro Cifuentes ha tenido en la universidad: la apertura de las prematrículas. El propio rector, Javier Ramos, celebraba hace un año la tendencia ascendente de este indicador.
Los éxitos que están en juego
La Rey Juan Carlos es la segunda universidad pública madrileña con más alumnos de la región. También la que mejor tasa de inserción laboral arroja en este ranking. Y, para colmo, la más transparente entre las de su especie según un estudio de la Fundación Compromiso y Transparencia de hace un par de años. Toda una ristra de menciones en el candelero, de muy difícil conservación tras las informaciones publicadas.
"Mayo es clave, cierto, sobre todo para contar a la gente quiénes somos y qué hacemos", explican desde la Rey Juan Carlos a este diario. Una frase que se torna desafío si se colocan en el espejo estas palabras de Gonzalo Brujó, directivo de Interbrand: "La reputación de una empresa puede venirse abajo en pocas horas".
El tiempo corre en contra de la URJC. Su jarabe renovador está sujeto a la investigación de la Fiscalía, que podría hacer un agujero en las matriculaciones del próximo curso si las conclusiones se solapan con este momento.
El rector, Javier Ramos, enviaba un correo electrónico a todos los alumnos de la universidad el pasado viernes por la noche. Reconocía la tempestad, pero pretendía poner calma y se despedía: "Haré todo lo posible por llevar esta universidad al lugar que se merece". Unas palabras que no han servido de mucho a tenor de las respuestas de un par de alumnos en conversación con este periódico: "Estamos muy cabreados. Da la sensación de que aquí se regalan másteres y carreras. ¿Con qué cara vamos a pedir trabajo cuando nos graduemos? En casa, nuestros padres también están preocupados".
El traslado de expediente es complejo, de ahí que la sangría no tenga tanto que ver con el alumnado actual, sino con el futuro. Ese miedo "está ahí", reconocen en el Rectorado de la URJC.
Se resiente la capacidad para negociar
En su primera entrevista como rector, Javier Ramos se definía como un ingeniero al que no le vale decir "somos una buena universidad": "Hay que demostrarlo con datos". La mejora cosechada en los indicadores mencionados podría ser un bumerán y asestar un doloroso golpe al actual Gobierno del centro.
La caída del prestigio de la URJC también ha restado poder negociador a sus dirigentes. En más de una ocasión, se han quejado a la Comunidad de Madrid de disponer de "muy poca financiación" en comparación con sus competidoras, más y cuando se ha tratado de la única sin déficit. Ramos, en aquella entrevista con la Cadena SER, revelaba que solicitaría doblar el presupuesto en sólo una legislatura. Un objetivo, ahora, mucho más complicado que entonces. De entre todas las públicas madrileñas, la URJC es la que menos dinero gasta por alumno.
La Universidad Rey Juan Carlos fue alumbrada en 1996. Para el Partido Popular suponía una forma de contrarrestar la influencia de la Carlos III, de marcada tradición socialista. Dos décadas después ofrece 79 grados y 78 dobles grados. También cerca de 80 másteres. El total de alumnos supera los 40.000. Abarca casi todas las ramas de la enseñanza: Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ingeniería y Arquitectura, Arte y Humanidades... Esa abundancia de títulos de posgrado, inconcebible a ojos de algunos gestores privados, es una de las vías de financiación más gruesas de la Rey Juan Carlos.
Cuando se cierra este artículo, la última publicación en Facebook de la cuenta oficial de la universidad data del 5 de abril y se refiere al caso Cifuentes. La URJC ha decidido paralizar la investigación en clave universitaria hasta que se postule la Fiscalía. También ha preferido posponer hasta entonces la posible retirada del título a la mandataria popular. "En cuanto se esclarezca lo sucedido, podremos empezar a trabajar en esa estrategia de mejora de imagen", explican desde la Rey Juan Carlos.