Qué difícil puede resultar comer sano, pero qué fácil es cuando le pillas el truco a la comida real o realfooding. Más aún, cuando se trata de comer comida real en casa. Carlos Ríos, el nutricionista influencer promotor de esta corriente alimentaria, recopila diez productos procesados sanos para EL ESPAÑOL que pueden formar parte de tu nevera y despensa saludable.

¿Qué tipo de alimentos podemos encontrar en esta lista? Los que no son ultraprocesados. ¿Y qué entiende Carlos Ríos por este tipo de alimentos? Aquellos que han sufrido un procesamientos donde se les añade, retira, mezcla, texturiza una serie de ingredientes de baja calidad y/o donde el propio procesamiento disminuye su calidad.

“Comer saludable es estar amargado piensa la gente y no”, sonríe Carlos. Con estos 10 básicos podrás hacer una despensa realfooder y salir del paso para seguir comiendo alimentos buenos para tu salud aun cuando no tengas tiempo.

1. Conserva de tomate pelado o triturado

Este producto es perfecto para cualquier guiso que quieras hacer, ya sea de verduras, legumbres, pescado o carne. ¡Ah! Y es perfecto para hacer tomate frito casero, en vez de comprar los típicos botes de tomate frito ultraprocesado, que normalmente llevan ingredientes perjudiciales como aceites vegetales refinados o azúcar (incluso cuando la etiqueta dice que es “estilo casero”).  

Tomate triturado ALDI

2. Anchoas en aceite de oliva virgen extra

¿Te cuesta incluir el pescado en tu dieta? ¡Este producto te puede ayudar! Las anchoas son pescado azul y como tal, aportan ácidos grasos omega 3, además de proteínas de alto valor biológico. El aceite de oliva no hace más que conservarlas, añadir sabor y, al ser virgen extra, aporta aún más grasas saludables. Es el alimento perfecto para añadir a tu ensalada o, por qué no, a una tostada de pan integral con queso fresco y una rodaja de tomate.

Anchoas en aceite de oliva virgen extra. @carlosriosq

3. Legumbres en conserva

¿Sabías que el consumo de legumbres actual en España es un 74% menor que hace unos 50 años? Las legumbres son una fuente estupenda de hidratos de carbono, fibra, proteína y vitaminas.  Es probable que, hace 50 años, para preparar un plato de legumbres, hubiera que ser previsor y acordarse de ponerlas en agua la noche de antes. Hoy en día, por suerte, no tenemos excusa, ya que las podemos comprar hidratadas y cocidas, listas para su consumo. Abres la conserva, enjuagas las legumbres, ¡y las usas a tu gusto!

@carlosriosq

4. Espirales de lentejas

Aunque no es equivalente a la legumbre entera, las espirales de lentejas son un buen sustituto de las espirales de harina de trigo refinada. Prepárate un delicioso tomate frito casero y ¡listo! Habrás hecho una versión más sana y nutritiva de los clásicos “macarrones con tomate”.

@carlosriosq

5. Verduras congeladas

Puedes comprar paquetes de verduras diferentes, por ejemplo, uno de cebolla, otro de pimiento y otro de setas. Es perfecto para cualquier día que no hayas tenido tiempo de ir a comprar verduras frescas, y las puedes utilizar para el guiso, para un salteado de verduras o, por qué no, para un revuelto. Otra opción es comprar el salteado de verduras ya cocinado y congelado. ¡Ojo! Lee la lista de ingredientes, es posible que lleve aceites vegetales refinados.

Verduras congeladas @carlosriosq

6. Salmorejo

¿Eres de los que disfruta de la gastronomía andaluza tanto como yo? ¿Llega el calor y quieres comer algo ligero y fresco? Entonces puedes recurrir al salmorejo ya preparado de tu supermercado más cercano. Algunos son más fuertes y otros más suaves, es cuestión de que escojas el que más te guste. Bueno, y ya que estamos escogiendo una receta española, asegúrate de que el salmorejo está hecho con aceite de oliva, preferiblemente virgen extra.

7. Queso curado

El queso en general es sano y es una buena fuente de proteínas, minerales y vitaminas. Si te sienta mal la lactosa, pero se te hace la boca agua cada vez que ves a otras personas comer queso, has de saber que los quesos curados tienen menos lactosa que los frescos, siendo aptos incluso para algunas personas intolerantes. Si te sienta bien, puedes consumirlo en el desayuno, en la media mañana, o en la comida que más te apetezca.

Queso curado

8. Maíz para palomitas

Si vas a ver una película y te apetece comer palomitas, ¡adelante! El maíz que se compra en grano, como el de la imagen, no lleva ingredientes insanos añadidos como las palomitas que compras en el cine que están cargadas de sal y grasas malas. Puedes hacerlas en una olla o en un recipiente de palomitas apto para el microondas.

Maíz para palomitas @carlosriosq

9. Bebida de soja

Si no te gusta la leche, eres vegano o no toleras la lactosa, prueba a sustituirla por bebidas vegetales como la de soja. Escoge aquellas que no tengan azúcar o aceite vegetal añadido.

@carlosriosq

10. Fruta congelada

Por fin ha llegado el buen tiempo y con ello, de vez en cuando apetece un helado para merendar. Como los helados comerciales están cargados de diferentes tipos de azúcar y edulcorantes, e incluso de aceites vegetales como el de palma, te traigo una opción saludable y rápida de hacer. Si no has tenido tiempo de congelar tu propia fruta, puedes comprarla congelada y batirla en la batidora. Puedes añadir un poco de leche vegetal o agua, y queda igual o mejor que cualquier sorbete comercial.

@carlosriosq

Si tienes estos diez productos en casa, siempre tendrás la base para preparar un guiso de verduras o de legumbres, un plato de pasta, una pequeña variedad de tapas, e incluso helado casero. Si además los combinas con alimentos frescos, la variedad de platos que puedes preparar será mucho mayor. Y lo mejor de todo: podrás hacerlo de manera fácil y rápida, y podrás nutrir a tu cuerpo con la comida real que se merece, incluso cuando tengas la agenda apretada y el tiempo justo.

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