Los cinco retos de Isabel Celaá, la nueva ministra de Educación y FP
- Deberá intentar derogar la LOMCE y elaborar otra ley educativa que cuente con el suficiente consenso como para ponerla en marcha.
- Ha prometido trabajar por una Formación Profesional "de excelencia" con la que los alumnos se formen "tanto en la escuela como en la empresa".
El hasta hace una semana ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, y la recién nombrada titular del mismo Ministerio, Isabel Celaá, ya tienen en común algo más que portar la misma cartera ministerial. Al primero, "la gente" le pedía por la calle "un gran pacto por la educación". A la segunda, "la ciudadanía" le reclama pactar. Sin duda, uno de los deberes pendientes de todos los gobiernos -y que también hereda la nueva ministra- es alcanzar un pacto nacional por la educación, pese a que fue su propio partido, el PSOE, quien se levantó de la mesa de negociaciones del último intento de gran acuerdo en el Congreso. Estos son los cinco grandes retos de Isabel Celaá:
Reto 1: Derogar la LOMCE
El nuevo gobierno socialista tiene como primer gran reto el lograr el suficiente consenso para sustituir a la malograda ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE). Así lo recogía el PSOE en su último programa electoral. Sin embargo, no será fácil. Para empezar, al tratarse de una ley orgánica es necesario elaborar y aprobar una que la sustituya, algo que, a priori, se antoja difícil. Si la ministra no logra el consenso suficiente para dar luz verde a la que sería la octava norma educativa en lo que llevamos de Democracia, podrá optar por lograr apoyos para cambiar los aspectos más polémicos de la Ley Wert: eliminar la financiación a colegios que segregan por sexo, recuperar Educación para la Ciudadanía o que la Religión deje de tener valor académico.
Reto 2: Conseguir elevar el presupuesto
El PSOE abandonó el intento de pacto educativo que se cocinaba en el Congreso al no encontrar salida al escollo de la financiación. Pedro Sánchez prometió en 2016 elevar el presupuesto educativo en dos legislaturas hasta el 5% del PIB y esto no era -ni de lejos- lo que se pretendía recoger en el gran acuerdo. De momento, Celaá tendrá que llevar las riendas de su Ministerio con los Presupuestos Generales diseñados por Mariano Rajoy, en lo que sólo hay un 3,7% del PIB destinado a su cartera.
Reto 3: Potenciar la Formación Profesional
Que el Ministerio de Educación vaya en esta legislatura acompañado del nombre de Formación Profesional es una total declaración de intenciones. De hecho, la ministra -también portavoz del Gobierno- ha explicado que trabajará por un FP "de excelencia". Considera que queda mucho por hacer "para que nuestros alumnos lleguen a ser buenos profesionales, competentes y con conocimientos de inglés" y su objetivo es "poner al país en un nivel muy importante en esa materia". Para ello, Celaá ha prometido que quiere llegar a convenios con las empresas para que puedan formar a los alumnos: "Mi intención es que los alumnos se formen tanto en la escuela como en la empresa".
Reto 4: Acabar con el adoctrinamiento en Cataluña
El ex ministro de Educación encargó a la Alta Inspección elaborar un informe sobre el supuesto adoctrinamiento de alumnos catalanes en las aulas después de que varias asociaciones denunciaran el contenido de varios libros de texto que se utilizan en las clases de Cataluña. El informe aún no se ha concluido, por lo que será la nueva titular de Educación quien tenga que dar respuesta a las conclusiones. Tiene experiencia en el asunto, ya que durante su etapa al frente de la Consejería del rango en el País Vasco siempre se mostró combativa y denunció el adoctrinamiento nacionalista en la enseñanza. Fue ella quien impulsó las primeras iniciativas para la introducción de los testimonios de las víctimas del terrorismo en las aulas.
Reto 5: Luchar contra el acoso escolar
Más allá de las normas y los números, la ministra de Educación tendrá que luchar contra el acoso escolar en las aulas, un mal endémico que desde hace varios cursos está creciendo exponencialmente. Méndez de Vigo puso en marcha el Teléfono contra el Acoso Escolar del Gobierno (900 018 018) para luchar contra este tipo de violencia. Algo que debería mantener la titular, además de reunir de una vez el Observatorio Estatal de Convivencia Escolar, que no se reúne desde 2012.