Los cinco retos de Carmen Calvo, nueva vicepresidenta y ministra de Igualdad
- La secretaria de Igualdad del PSOE y número 2 del Gobierno es una feminista a prueba de bombas.
- Sus desafíos pasan por apostar por el 016 o revisar los delitos sexuales.
- Carmen Calvo: "Hay que acabar con el estereotipo del amor romántico: es machismo encubierto"
En el año del feminismo, con las reclamaciones desgarradas del 8-M aún resonando en las esquinas, la vicepresidenta y nueva ministra de Igualdad, Carmen Calvo (Cabra, Córdoba, 1957), no se amilana al reconocer que tuvo antes conciencia feminista que socialista. A la número dos del Ejecutivo de Pedro Sánchez, mujer de partido, se le han conocido luchas personales y orgánicas en favor de la marea morada que ahora tendrán una oportunidad de oro en un ministerio creado en 2008 por José Luis Rodríguez Zapatero y suprimido por él mismo dos años después.
“Al Estado democrático no le ocurre nada más grave que lo que le ocurre a las mujeres cuando nos asesinan, nos violan y somos objeto de violencia específica”, comentaba Calvo en una entrevista con EL ESPAÑOL. Ahora, esta socialista, feminista a prueba de bombas, reivindicativa, enemiga del mito del amor romántico e ideóloga de la fórmula del "Consejo de Ministras y Ministros" en la promesa del cargo se enfrenta a cinco desafíos en su nueva administración.
Reto 1: apostar por el 016
El número de teléfono de atención a las víctimas de violencia de género, el 016, está pasando por sus peores momentos. Un desmantelamiento de fondos, aupado por un proceso de transición entre dos empresas prestatarias que han dejado la continuidad del servicio en el aire. Sus 23 trabajadoras prestan esta atención confidencial las 24 horas de los 365 días del año, con una media de más de 6.000 llamadas cada mes. Lo hacen, además, en 52 idiomas. También está adaptado a personas con discapacidad auditiva.
Porque el 016 no es un call center: es un servicio especializado de información y asesoramiento jurídico a víctimas de violencia de género. La apuesta por esta primera herramienta en la lucha contra los malos tratos parece esencial para erradicar el machismo.
Reto 2: luchar contra la brecha salarial
Los últimos datos sobre la desigualdad salarial en nuestro país no son buenos, ni mucho menos. Según Eurostat, los hombres españoles ganaron el pasado año, de media, un 16,2% más que las mujeres. Por su parte, el INE revela en los últimos informes publicados -relativos a 2016- que la remuneración media bruta de las mujeres asalariadas es un 28,77% inferior a la de los hombres.
Estas cifras ofrecen una visión parcial de la verdadera desigualdad que existe en el mercado laboral. No se tiene en cuenta el trabajo a tiempo parcial, tampoco el acceso al empleo. Los contratos a las mujeres son por menos horas y la tasa de paro es mayor en el sector femenino, por lo que se las aboca a la precariedad.
Reto 3: educar en feminismo, sobre todo a la juventud
La educación en feminismo debe ser una de las patas sobre las que se asienten las políticas públicas dirigidas desde la nueva cartera de Calvo. Las percepciones y actitudes de la sociedad moldean el clima social en el que tiene lugar la violencia de género. Contribuyen a que ésta se perpetúe o desparezca. Especialmente entre los más jóvenes.
Dos de cada diez hombres normalizan abusar de una mujer por vestir de forma "provocativa". El 32,6% de los hombres considera que forzar a su pareja para mantener relaciones sexuales no supone una violación. Son datos publicados hace apenas unos días por el Estudio Percepción Social de la Violencia Sexual de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.
En lo relativo a los menores, un trabajo elaborado por el CIS en 2015 afirmaba que el 33% de los jóvenes españoles considera aceptable que su pareja le controle. Lo cierto es que en 2017 aumentaron un 48% los menores enjuiciados por violencia de género, según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial.
Reto 4: revisar la tipificación de los delitos sexuales
Tras la indignación social provocada por la sentencia a La Manada, con la condena por abusos y no por agresión sexual, la ministra se encuentra ante una oportunidad para revisar la tipificación de los delitos sexuales.
Calvo ya anunciaba a este periódico que, desde el partido, trabajaban para "acotar tanto los hechos como la calificación con la correspondiente pena [de estos delitos]. Así, habrá menos margen para la interpretación".
Reto 5: hacer efectivo el Pacto de Estado por la Violencia de Género
Han pasado ya ocho meses desde que se aprobara el Pacto de Estado por la Violencia de Género. Tras unos inicios convulsos -el antiguo Gobierno consignó en un principio solo 80 de los 200 millones previstos, aunque finalmente se corrigió con la tramitación parlamentaria-, la recuperación del ministerio de Igualdad parece idónea para mimar este acuerdo y prevenir, garantizar y proteger a las mujeres.
Todo apunta a que así será. La primera medida que el Ejecutivo socialista llevará al Congreso será una proposición de ley para formar a los jueces españoles en materia de violencia de género. Es un acuerdo previsto dentro del Pacto.
La proposición fue registrada hace mes y medio, pero es ahora cuando el grupo parlamentario socialista la llevará a debate. Un gesto más del Gobierno de Pedro Sánchez.