Avalancha de pateras en víspera de la llegada del 'Aquarius' a Valencia: ¿'Efecto llamada' o empujón de Rabat?

Las aguas del Estrecho viven desde este viernes horas dramáticas. Sin embargo, no han acaparado tantos focos como las del mar Mediterráneo, donde el 'Aquarius' sigue su travesía de aproximación a las costas de Valencia. Se prevé que llegue este domingo al puerto de la ciudad levantina. 

Desde ayer viernes, Salvamento Marítimo ha interceptado 68 pateras en aguas del Estrecho de Gibraltar, rescatando a 933 personas de estas embarcaciones, cuatro de las cuales habían fallecido. Además, las embarcaciones y aeronaves de rescate buscan a otras seis pateras que también navegarían hacia costas andaluzas.

De esta forma, en un sólo día habrán alcanzado las costas andaluzas más migrantes como los que van a bordo del Aquarius (629). En lo que va de año ya son más de 3.000 sólo en la provincia de Cádiz.

Tras la frenética jornada del viernes, se desprende una pregunta. ¿A qué se debe la llegada de cientos de inmigrantes en unas pocas horas? ¿Se está produciendo, como dicen desde algunos sectores de la opinión pública, un ‘efecto llamada’ por las últimas medidas del Gobierno o, en cambio, se debe a la presión que quiere ejercer Marruecos a España ya que sus costas están llenas de inmigrantes desde hace semanas?

A la llegada del 'Aquarius' a España se unen las dos últimas decisiones tomadas por el recién estrenado Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez. Una es la voluntad del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de eliminar las concertinas de las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla. La segunda es la restitución de la sanidad universal, lo que implica que los inmigrantes irregulares tengan acceso a ella en cualquier centro médico público de España.

El secretario general de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), José Cobo advirtió de que “el problema se va a agravar”, en referencia a las concertinas, si no dan una alternativa. “No pueden quitar un elemento sin poner otro”, añadió.

El Gobierno lo niega. Su portavoz, Isabel Celaá, descartó este viernes tras asistir al Consejo de Ministros que la acogida del barco Aquarius o la voluntad de quitar las concertinas haya generado un "efecto llamada" que provoque un cambio de rutas de la inmigración hacia España. "No hay tal", dijo.

Distintas fuentes de varias ONGs que trabajan con inmigrantes a ambos lados del Estrecho explican a este periódico que, a su juicio, la causa de la llegada de más de 480 inmigrantes este viernes hasta las costas gaditanas se debe a la “presión” que quiere ejercer Marruecos a España con ellos. “Abre o cierra sus playas en función de sus intereses. Y esta semana le ha interesado. Usan a los chicos para hacer política”, aseguran.

En la actualidad, se piensa que hay en torno a 1.500 o 2.000 inmigrantes subsaharianos en asentamientos en bosques entre Ceuta y Tánger. EL MUNDO publicaba ayer en palabras de un jefe de la policía marroquí de la región de Tetuán que “cada vez están llegando al norte de Marruecos más inmigrantes”. Dicha fuente añadía: “Todos los días salen pateras y tenemos que levantar la mano porque se está formando un tapón cerca de las fronteras que nos puede traer muchos problemas este verano”.