Cuentan los psiconautas veteranos que a principios de este siglo se popularizó en España una droga mítica. Un polvo rosa con unos efectos a medio camino entre el MDMA y un alucinógeno suave. La llamaban Nexus, Y que tal y como entró salió del mercado y no volvió a estar disponible. Llegó en época de bonanza económica y se fue antes de la crisis. No volvió a aparecer por nuestro país. Este verano, el polvo rosa está volviendo a hacer acto de presencia en nuestras costas.
Se llama 4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina. Se la conoce como 2CB (su nombre químico), Tucibí (su versión fonética en inglés), Nexus, Eros o cocaína rosa… son los nombres de esta sustancia que ya ha sido etiquetada como “la droga de la alta sociedad”. Por su exclusividad, su escasa disponibilidad y su precio. Sobre todo su precio. Un gramo de 2CB no baja de los 100 euros, el doble que su competidora más directa (cocaína) en los círculos pudientes.
¿Por qué vuelve ahora al candelero? Porque ha vuelto a aparecer por el litoral mediterráneo español. Principalmente en la Comunidad Valenciana y Cataluña. En Denia, la Guardia Civil detuvo esta semana a un hombre que intentaba meter una cantidad de esta droga en Ibiza. En Valencia se ha constatado oferta de esta sustancia en el entorno del puerto. En Barcelona se vuelve a encontrar sin demasiada dificultad en circuitos de música electrónica. Todo ello, diez años después de que se marchase.
El ojito derecho de su creador
El Nexus era la droga favorita de su creador, Alexander Shulgin, tal vez el químico que más sustancias ha aislado con fines lúdicos. Las probaba todas y documentaba su experiencia, lo que no resultó problema para vivir 89 años. Dentro del espectro de más de mil drogas sintetizadas, había 6 favoritas para su creador, y el Nexus era una de ellas.
La sintetizó en 1974 y si hubiera sido una droga más agresiva le hubiera costado la vida. Se debe a que cuando Shulgin fue a probarla se equivocó de medida. Por un mal cálculo tonó una cantidad 100 veces mayor de la que tenía prevista. El propio Shulgin temió, tras tomarla y ser consciente del error, que aquella dosis tan fuerte le pudiese matar- Por fortuna para el químico, no sólo no le mató, sino que vivió una experiencia que calificó como “maravillosa”. Esta es, por tanto, una de las características del Nexus: no es letal. No existe un solo caso documentado de fallecimiento por 2CB.
50 euros, medio pollo
Aparte de eso… ¿de qué va el Nexus? Es una feniletilamina (derivado de las anfetaminas) cuyo subidón está a medio camino entre el MDMA y el LSD. “Las llamamos ‘pastillas triposas’ porque dan un subidón parecido a las pastillas de éxtasis, muy de buen rollo. Pero además tiene algo alucinógeno, como cuando te tomas un tripi (LSD) pero no tan fuerte. Es bastante buena para estar hablando tranquilamente durante horas, en eso es bastante parecida a la coca o las pastillas. También te vale para salir a bailar, no te apalanca.”, resume un dealer de Barcelona que se ha hecho con una remesa de 2CB para este verano. “Vendo el medio pollo (medio gramo) a 50 euros a conocidos y hasta a 80 a los turistas en los locales de costa”, reconoce. Obviamente no desvela cuál es su proveedor, pero asegura que “ahora por internet es mucho más fácil de lo que parece. No hace falta ni ir a la deep web. Buscando bien encuentras gente que tiene sustancias rarísimas”.
Para el consumidor, el efecto que produce es de euforia, empatía, buen rollo, bienestar, locuacidad, hipersensibilidad… Esta es la parte derivada de la anfetamina. Su componente alucinógeno puede llevar a algunos consumidores a tener experiencias psicodélicas. Se puede ingerir por vía oral o esnifada, aunque esta segunda forma es menos recomendable porque existen casos de complicaciones en las vías respiratorias por consumirla de este modo. Tarda algo más de una hora en subir y sus efectos pueden permanecer en el cuerpo entre 4 y 8 horas, en función de la dosis que se haya administrado. El Nexus se presenta en polvo rosa o más comunemente en pastillas. La dosis recomendada está entre 5 y 20 miligramos (su creador, Alexander Shulgin, tomó 100 mg por error el día que la probó). No existen tampoco evidencias de que provoque adicción.
Droga de deportistas de élite
Novedosa, exclusiva, exótica, no letal y con unos efectos próximos a las drogas de moda como el Cristal o el M. Esta es la tarjeta de presentación del Nexus, lo que la está encumbrando en popularidad este verano en España. La demanda de nuevas experiencias juega a su favor, así como su reputación mítica proveniente de la primera década de nuestro siglo. “Se puso de moda cuando había pasta. Cuando la burbuja, que todo el mundo tenía dinero y no había mucho problema en pagar 50, 60 o 100 por un pollo de algo nuevo que te colocase”; explica el camello, que reconoce que él no la probó en aquel entonces. “Escuchabas hablar de ella, pero ya está. Era algo como muy inalcanzable, no se encontraba en la calle. Lo oías de fiestas privadas en Barcelona, de empresarios, de gente rica montando de la playa… La primera vez que me hablaron a mí del Nexus fue unos conocidos que habían estado en una supuesta fiesta de unos deportistas famosos en un chalet de Castelldefels. Gente que no podía tomar cocaína o marihuana porque les saldría en los controles antidoping. Pero este tipo de sustancias tan concretas ni las detectaban”.
La llegada de la crisis en la segunda década del siglo hizo que variasen los hábitos de consumo. También en las drogas. Cayó el consumo de drogas caras y este tipo de rarezas fueron saliendo del mercado español. Se buscaban nuevas sustancias low-cost. Se popularizaron las nuevas drogas de diseño (Research Chemichals) de precios muy económicos, como la flefedrona o la mefedrona, sucedáneos de la cocaína que se vendían a 20 euros como sales de baño por internet. Las drogas como el Nexus, a 100 euros el gramo, dejaron de tener hueco.
Ositos de golosina
En 2015 parecía volver a aparecer. En Barcelona se había documentado la existencia de una droga que se impregnaba en golosinas y se ofertaba como Nexus. Una investigación de EL ESPAÑOL y el análisis de Energy Control determinaron que lo que se ofrecía como Nexus era en realidad otra sustancia similar llamada 25N-NBOMe y conocida como La Bomba. Es decir, no era Nexus, pero el nombre volvía a aparecer subrayado en la agenda de los consumidores.
En 2016 se volvió a decomisar 2CB en España. Fue en la comunidad de Madrid. La Policía desarticuló dos laboratorios de esta droga en Arroyomolinos y Getafe. La banda se dedicaba a fabriarla y distribuirla en locales de ocio nocturno de Madrid, Alicante, Málaga e Ibiza. En 2017 se volvió a intervenir 2CB, en este caso a un ciudadano aragonés que intentaba introducir cantidades para vender en las fiestas de Tudela (Navarra).
¿La droga canibal?
A principios de este año, un extraño suceso volvió a sacar a colación el nombre del 2CB: tres jóvenes que supuestamente habían consumido Nexus en un inmueble de Madrid acabaron emprendiéndola a bocados entre ellos, con el resultado de uno de los protagonistas ingresado por lesiones provocadas por mordiscos. Algunos medios aprovecharon aquel incidente para poner sobre el 2CB el (falso) estigma de “la droga canibal”, una etiqueta que los profesionales del sector de los estupefacientes consideran falsa.
Esta semana hemos vuelto a hablar de Nexus en España. La Guardia Civil ha detenido a un chico de 31 años en Denia cuando intentaba llevar Nexus a Ibiza para venderlo en la isla. Los análisis han confirmado que, en efecto, se trata de 2CB, la mítica droga que se fue de España cuando se fue el dinero.
El Heisenberg colombiano
En otros países nunca se fue. Es el caso de Alemania, donde el Nexus se encuentra en el ranking de las drogas sintéticas más consumidas por la juventud. El otro caso paradigmático es Colombia, tal vez el país donde más se consume Tucibí. El motivo es que un químico de Bogotá se hizo con la fórmula para fabricar el 2CB más puro. Una especie de Heisenberg colombiano. Ello le llevó a acabar siendo conocido como Alejo Tucibí, a convertirse en el mayor productor mundial de la droga y a inundar de esa sustancia el mercado de los narcóticos del país. En el país de Pablo Escobar, acabó triunfando una droga sintética inventada por un gringo.
Y mientras, en España sigue creciendo. Este verano ha acabado formando parte de la oferta de sustancias estupefacientes, especialmente en las zonas de costa. Un viejo conocido que vuelve y, según los que manejan el tema, lo hace para quedarse. “A poco que triunfe en las fiestas de playa es difícil que vuelva a marcharse”.