¿Dónde está Amparo? Amparo, una de las principales protagonistas de esta historia, está escondida, a cargo de su hija de dos años. sin familia que la apoye, fuera de su pueblo y sin visos de poder volver en mucho tiempo. Cuentan fuentes próximas al caso que está bajo la tutela de los Servicios Sociales de la Comunidad Foral de Navarra, que la tienen ubicada en un sitio indeterminado para salvaguardarla de posibles represalias y para ayudarla en su soledad.
El triple crimen de Cáseda ha dejado varias tragedias en un mismo entorno. Por un lado, la familia Jiménez Echeverría ha perdido a tres de sus miembros de forma violenta. Por el otro la familia Jiménez Jiménez tiene a tres miembros detenidos y a punto de entrar en prisión. Pero si hay una persona que está sufriendo las consecuencias de esta guerra por ambas partes es Amparo, familia biológica de los Jiménez Jiménez y familia política de los Jiménez Echeverría.
Amparo Jiménez Jiménez, de 19 años, es una de las personas que desencadenó este conflicto familiar que ha derivado en tragedia. Está casada con Julio Jiménez Echeverría. Ella es, por tanto, el nexo de unión entre las dos familias. Una pelea matrimonial entre ellos dos fue el detonante de este caso.
La primera pelea
Ella es, por tanto, la persona que originó la primera pelea. Una fuerte discusión con su marido, Julio, desembocó en que él la echase de casa el pasado 9 de septiembre, durante las fiestas de Cáseda. Cuando la echaron se marchó con su hija de dos años, a Solana de Muniain, a 80 kilómetros de Cáseda. Durante su estancia con su familia biológica, que duró algo más de una semana, se enardecieron los ánimos en casa de los Jiménez Jiménez. Ni su padre ni sus dos hermanos digirieron bien la expulsión de Amparo de casa de los Jiménez Echeverría.
Tras una semana se enfrió y decidió volver a Cáseda, para tratar de reconciliarse con Julio. Pero el rencor había arraigado en casa de los Jiménez Jiménez. Su padre y sus hermanos no estaban por la labor de dejar pasar por alto dicha afrenta. Así, Amparo cogió un taxi y se plantó en casa de Julio, para intentar volver con él.
Pero justo detrás apareció un Seat Toledo blanco con su padre Juan Carlos y sus hermanos Juan Carlos y Emilio. Estaban dispuestos a llevarse a alguien por delante, puesto que van armados con dos escopetas de caza, de las que solamente utilizaron una para acabar con la vida de los tres miembros de la familia Jiménez Echeverría: el padre y los dos hermanos de Julio. Fue el padre de Amparo el que disparó el gatillo las tres veces. Fue su padre el autor material de la muerte de gran parte de su familia política.
Sin tener adonde ir
Cuentan por el pueblo que, en cuanto fue consciente de que su padre había matado a su suegro y su cuñado, fue consciente de la magnitud de lo que se le venía encima. “A ver ahora qué hago yo”, le preguntaba ansiosa a algunos conocidos del pueblo. Y es que sabía cómo funcionan estas cosas. En Cáseda no se podía quedar por si había represalias. Gran parte de su familia estaba detenida en los calabozos. La otra parte huyó de Solana de Muniáin, como suele hacer la familia de los agresores cuando hay un conflicto entre dos familias gitanas. A los pocos minutos salía de Cáseda escoltada y protegida por agentes de la Policía Foral de Navara.
No se ha vuelto a saber de ella. En el pueblo era muy conocida. “Llevaba a la niña a la guardería con la mía. Hablaba mucho con mi mujer. Era una persona con muy buen trato y que no había tenido un problema con nadie en los dos años que llevaba aquí. Ni ella ni su marido Julio”.
Durante ese tiempo, Amparo trabajó para el Ayuntamiento de Cáseda. Había sido incluida en varios planes ocupacionales del Consistorio, por lo que pudo trabajar limpiando instalaciones municipales, como el frontón. En la actualidad se encontraba en situación de desempleo y estaba cobrando una prestación básica.
Bajo la tutela de Servicios Sociales
Según ha sabido EL ESPAÑOL, Amparo Jiménez Jiménez se encuentra ahora en algún punto de la capital de la provincia. Al parecer se encuentra junto a su hija y su madre en un inmueble de Pamplona bajo la tutela de los Servicios Sociales, que le han ofrecido cobijo a las tres. “Es un caso delicado, porque ya antes vivía en una situación que no era sencilla, sin trabajo fijo y dependiendo de los planes ocupacionales. Y el hecho de que tenga una hija pequeña hace que sea imprescindible que la ayuden”.
Así, Amparo se ha quitado del medio. O mejor dicho, la han quitado por precaución. Su futuro es el más incierto de todos. Su marido, Julio, fue trasladado al hospital de Pamplona porque sufrió heridas de consideración en una oreja durante la reyerta contra su suegro y sus cuñados. Pero fue dado de alta al día siguiente. De hecho, apareció en el funeral de sus familiares llevando a su madre en una silla de ruedas.
Ella, por contra, no está ahora en disposición de aparecer por sus lugares de residencia habituales. El ambiente está muy tenso y el suceso demasiado reciente. Por el momento seguirá amparada por los Servicios Sociales en algún lugar de Pamplona, mientras su padre y sus hermanos pasan a disposición judicial y su hermano entierra a los tres miembros de su familia asesinados el pasado martes.
Los que la conocen aventuran que “tiene que estar destrozada. Su padre ha matado a su suegro y sus cuñados por una pelea que empezó ella con su marido”, decía un vecino. Otro miraba la foto y reflexionaba acerca de sus 19 años: “La que tiene encima… y sólo es una niña”.